Los datos registrados por el Departamento de Estadísticas y Censo de Ashoga dan cuenta de un retroceso en las pernoctaciones en torno a los 15 puntos con respecto al 2023 y concluye que esta temporada marcó uno de los registros más bajos de los últimos años y con fuerte caída de la rentabilidad.

La temporada de verano de Villa Carlos Paz alcanzó el 60% promedio de ocupación de plazas formales durante la temporada de verano. Así lo dio cuenta el Departamento de Estadísticas y Censo de la Asociación Hotelera y Gastronómica (Ashoga).

La información da cuenta de un retroceso en las pernoctaciones en torno a los 15 puntos con respecto al 2023, e incluso más abajo que 2022, cuando finalmente la economía abrió sus puertas luego del receso por la pandemia.

«El buen impulso registrado a partir de la segunda quincena de enero y hasta Carnaval, apenas si contribuyó a elevar algunos puntos un marcador que anunciaba desde fines de diciembre una temporada atípica», precisa el estudio dado a conocer este jueves.

«El buen impulso registrado a partir de la segunda quincena de enero y hasta Carnaval, apenas si contribuyó a elevar algunos puntos un marcador que anunciaba desde fines de diciembre una temporada atípica», señala el informe.

Los datos registrados por el Departamento de Estadísticas y Censo de Ashoga, permiten identificar vaivenes pronunciados en la contratación de los servicios turísticos que tuvieron su pico de reservas en Carnaval, un fin de semana con muy buen nivel de ocupación, pero que no alcanzó para mejorar un febrero que cerró cerca del 60 en promedio de ocupación general, producto de la caída de la demanda los días de semana, como así también en la semana posterior al fin de semana largo.

Cabe destacar que el 35% de los establecimientos de la ciudad lograron niveles de ocupación mayor, asociados a distintas propuestas de calidad en servicios como así también a través de estrategias comerciales además de características dadas como la ubicación.

De esta forma, y en comparación con igual periodo del año anterior, y el 2022 (que atravesó un inicio complejo con el avance de la variante Ómicron, pero que a su vez tuvo el apoyo del programa PreViaje); se concluye que esta temporada marcó uno de los registros más bajos de los últimos años y con fuerte caída de la rentabilidad.

En términos de la gastronomía tuvo la misma tendencia de baja entre un 15% y un 20% menos de actividad respecto de la temporada pasada.

“En el contexto en el que estamos, reconocemos que se nos presenta un año difícil, con muchos desafíos en pos de sostener nuestra actividad como así también reconocemos el potencial de nuestra ciudad para seguir posicionándose como uno de los principales destinos turísticos de Argentina. Debemos redoblar los esfuerzos para captar una demanda turística que se verá afectada por la crisis económica de nuestro país”, expresó la Presidente de Ashoga, Carolina Sacilotto.

Fuente: la Nueva Mañana