Por Marcos Curletto. Concejal Juntos por Río Cuarto.

Patricia Varela es mamá de Nicolás, uno de los pacientes que fue víctima de Ignacio Martín, más conocido como el “médico trucho”. A diferencia de otras víctimas Nicolás no tuvo chance de contarla, su familia llamó al Centro de Salud de la Municipalidad de Río Cuarto para pedir ayuda. La familia estaba aislada por contacto estrecho con pacientes de Covid. La respuesta de la Municipalidad fue enviar al por entonces Jefe del COT, un joven de 19 años que hoy aguarda en la cárcel ser enjuiciado por diferentes delitos que se le imputan, entre otros el de homicidio simple por dolo eventual.

El pasado jueves Patricia participó de una entrevista en el Programa de Televisión Telediario, quizás motivada por ver que su historia vuelve a repetirse con la tragedia del Hospital Materno Neonatal de la Ciudad de Córdoba.

Una madre que perdió a su hijo en manos de un estafador sin escrúpulos, lamentó frente a las cámaras de Canal 13, la falta de respuesta institucional del Gobierno Provincial y Municipal frente a semejante tragedia.

Tal como ella lo señaló, al día de hoy no se conoce pedido de disculpa alguno por parte de las autoridades que permitieron el ingreso y el ascenso de Martín en la estructura provincial del COE y en la estructura de salud municipal. Tampoco se conoce investigación interna alguna para establecer responsabilidades administrativas y políticas. El Ministro de Salud de la Provincia sigue siendo Diego Cardozo, el Secretario de Salud de la Municipalidad sigue siendo el Dr. Marcelo Ferrario. Todo siguió su curso como si nada, a tal punto que el propio Ferrario en Julio del año pasado, en ocasión de mi interpelación en el marco de su informe anual ante el Concejo Deliberante, tras ser consultado sobre cómo llegó Ignacio Martín a ser parte importante del esquema sanitario en Río Cuarto, respondió livianamente que las explicaciones las había dado ante el fiscal de la causa, olvidando por completo su responsabilidad política frente a los vecinos de la ciudad y los familiares de las víctimas.

Patricia Varela, madre de Nicolás. Foto: Gentileza Telediario.

Patricia incluso llegó a cuestionar durante un tramo de la entrevista al propio Intendente Llamosas, a quién dijo haberse cruzado en las calles de la ciudad tras la muerte de su hijo sin que este ensayara disculpa alguna.

Hay un hilo conductor entre el Gobierno de Schiaretti y el de Llamosas, hay un ADN político indiscutible que se repite y se expresa con claridad en las tragedias del “médico trucho”, así como en la del Hospital Neonatal. La responsabilidad siempre es de otros y cuando las noticias son así de negras la actitud que prima es ocultar, mantener en las sombras. Pero si por alguna razón la luz se filtra, la segunda opción es la victimización.

En Río Cuarto la victimización funcionó, el gobierno pidió ser querellante en lugar de hacerse cargo, la Justicia de la Provincia le concedió ese beneficio y además archivo rápidamente la ampliación de la denuncia que presentamos junto al concejal Parodi para que se investigaran las responsabilidades políticas. En el caso de la causa que investiga lo sucedido en el Neonatal esta estrategia no estaría teniendo éxito, puesto que la “victimización/querella” presentada por el Gobierno de Schiaretti  fue rechazada por el Fiscal Garzón. Un atisbo de justicia frente a tanta impunidad.

Ojalá que en algún momento el Gobernador y el Intendente entiendan que el rol de los líderes no puede limitarse a la épica heroica que le otorgan las narrativas de la pauta oficial y los anuncios de obras por venir. Ojalá que el relato desgarrador de Patricia y el de los padres de los bebés fallecidos en Córdoba encuentren algún resquicio de empatía, grandeza y vergüenza  en  quienes hoy gobiernan los destinos de la ciudad y la provincia.

Gobernar también se trata de poner la cara con la gente cuando las cosas no van bien, y fundamentalmente se trata de tener hidalguía para explicar y para disculparse por las muertes sin sentido que han sido producto de la negligencia vinculada con la administración pública de la que son máximos responsables. Ojalá lo entiendan.