Lo expresó su papá, Néstor “Yuyo” García, presente y uno de los disertantes en la 6° jornada de la Diplomatura en Acompañantes Comunitarios/as contra la violencia de Género que giró sobre la temática “Género y Justicia”.
En un clima embargado por la emoción, luego de la exposición del padre de Micaela García y ante un colmado auditorio, se dictó el sexto encuentro de la Diplomatura Universitaria en Formación de Acompañantes Comunitarios/as contra la Violencia de Género.
Completaron el panel expositivo del encuentro, además de la presencia y participación de la Fundación Micaela García “La Negra”, Agustina María Olmedo, secretaria del Tribunal Superior de Justicia a cargo de la Oficina de Coordinación de Violencia Familiar y Guillermo González, fiscal de Instrucción a cargo de la investigación del femicidio de Azul Montoro.
En las palabras de bienvenida, Claudia Martínez, secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas, agradeció la presencia y participación de la Fundación y expresó que “Es un día muy especial para nosotras y para los integrantes del comité académico. Era un sueño ‘traerla’ a Micaela a este lugar, y que hoy su familia y la fundación nos estén acompañando es por demás importante. Asumimos el compromiso necesario para que esta ley se cumpla, para que llegue a cada rincón y para que más de obligatoria para que sea una necesidad de cada de los funcionarios y servidores públicos”.
El penúltimo encuentro, también desarrollado en las instalaciones de la Universidad Provincial de Córdoba, posó su mirada en identificar las problemáticas de cada territorio y los diferentes actores sociales involucrados, a los fines de diagramar estrategias de intervención conjuntas para el acceso a la justicia.
En este sentido, Néstor García se explayó sobre los alcances y diferentes aspectos de la “Ley Micaela”, que comenzó a implementar el Gobierno de Córdoba a través de la capacitación en violencia de género de todos los agentes estatales.
“Micaela fue soñadora, le ponía muchas ganas a las cosas, empecinada y casi siempre conseguía lo que se proponía. Pero Micaela no es la excepción. Vemos Micaelas por todas partes por donde vamos”, añadió emocionado su papá.
También intervino María Agustina Díaz, licenciada en Ciencias Políticas e integrante de la Fundación Micaela García “La Negra”, quien expresó: “Tenemos que apostar a la transformación social, al cambio de los patrones que generan esas dificultades. Por eso destacamos el trabajo colectivo, de formación pública. Tenemos que estar ahí, refundar puntos institucionales donde nosotras estemos contempladas y despatriarcalizar aspectos de la sociedad”.
Andrea, mamá de Micaela, ante el silencio del auditorio expresó que “Me siento muy emocionada hoy. Me hace muy feliz ver esta lucha, es de todos. Verlos y verlas a todas y todos para mí es el sueño de nuestra nena está cumplido. Esto es multiplicador, porque cada uno en su zona hace los cambios por los que ella luchaba”.
Luego, Alejandro Escudero Salama, subdirector de Derechos Humanos de las Minorías y Lucha contra la Discriminación y coordinador de la Comisión Interministerial de Géneros, Derechos Humanos y Diversidad Sexual, fue el encargado de presentar a los restantes disertantes no sin antes resaltar la importancia del encuentro pues, dijo, “el acceso a la Justicia es un derecho humano. Permite que cada persona goce de sus derechos y se tienen que hacer efectivos antes que lleguen a tribunales”.
A su vez, la doctora Agustina Olmedo, quien además se desempeñó como prosecretaria de Fiscalía de Instrucción y desde el 2007 es integrante del Comité Directivo del Centro de Perfeccionamiento Ricardo Núñez, explicó los mecanismos que lleva adelante la Justicia para el acompañamiento y asistencia legal para casos de Violencia Familiar y los procedimientos que se requieren para un acceso más ágil al servicio de justicia.
Mientras que Guillermo González, quien además es especialista en Derechos Humanos en la Corte Europea (Luxemburgo y Estrasburgo) y en la Universidad de Roma Tor Vegata, abrió su exposición afirmando: “Que un magistrado tenga perspectiva de género para actuar en una causa, no se trata de buena voluntad del magistrado o del funcionario, no es una persona que esté un poco deconstruida, o que ha tomado dos cursos más en algún lugar, la perspectiva de género es un imperativo, es un mandato, es obligatorio tener perspectiva de género, no sólo en los penales, sino en cada momento del proceso”.
Finalmente, González se refirió a la diferenciación que se debe hacer entre el derecho y la justicia y a posterior brindó detalles de la causa de Azul Montoro, la joven trans que la justicia la encuadró como femicidio.
La sexta jornada de la diplomatura, en su segunda edición y que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos junto a la Red de Universidades por la No Violencia hacia las Mujeres, continuó por la tarde con los debates e intercambios entre los distintos grupos de participantes.
Fuente: Prensa Gobierno de Córdoba