Hoy se llevó a cabo el primero de los actos de asunción de autoridades decanales elegidas en los comicios de abril. Correspondió a la Facultad de Agronomía y Veterinaria, en cuya aula magna tuvo lugar. Rosendo Liboa asumió como decano de Agronomía y Veterinaria y Ana Llames lo como vidececana.
Presidió la ceremonia la rectora de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Marisa Rovera, junto a quien compartieron el estrado la vicerrectora, Nora Bianconi; el secretario general y presidente de la Junta Electoral, Jorge Miguel, las decana y vice salientes, Carmen Cholaky y Bibiana Pelliza, y quienes desde este 19 de agosto conducen la facultad, decano Rosendo Liboa y vicedecana Ana Llames.
Se leyó la resolución 08/24 de la Junta Electoral, que recordó los resultados de la primera vuelta, en la que la lista 6 Cholaky- Pelliza consiguió 49,65 por ciento de los votos válidos ponderados sobre el 45,40% de la lista 13 Liboa- Pelliza. Asimismo, se dio cuenta de lo sucedido en el balotaje, cuando la dupla Liboa- Llames obtuvo el 51,48% y así derrotó al binomio Cholaky- Pelliza, que alcanzó el 46,82% de los votos válidos ponderados emitidos, al cabo del escrutinio del 25 de abril de 2024.
Carmen Cholaky, la decana saliente agradeció el apoyo de quien fue su vicedecana, Bibiana Pelliza, y de demás integrantes del equipo de gestión. Expresó: “fue un privilegio y honor servir a la Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV) durante 3 años” y agregó que trabajaron para “contribuir al desarrollo de nuestra institución” en lo que fue “una etapa enriquecedora en nuestra vida”.
Indicó que durante su gestión se tendieron puentes a favor de una comunidad agroalimentaria sostenible entre cuyos ejemplos estuvo la creación reciente de una biofábrica en el campo de docencia y experimentación.
“Ampliamos la formación práctica de los estudiantes, actualizamos planes de Ingeniería Agronómica y Tecnicatura en alimentos y gestión agropecuaria y creamos una comisión de innovación y seguimiento de esta carrera junto con la Facultad de Ciencias Económicas”, agregó.
Además recordó el empleo de la virtualidad en el preingreso 2024, la aplicación de políticas de retención con instancias de cursado complementario para primer año, la asesoría pedagógica y el ajuste de la normativa de los trabajos finales de grado. En consonancia con la contención para el alumnado, sostuvo “apoyamos la aprobación del régimen de estudiantes trabajadores”.
El nuevo decano de la FAV, Rosendo Liboa, cuyo ejercicio es desde este 19 de agosto de 2024 hasta el 4 de mayo de 2027, refirió a que pocos de quienes concluyen la escuela secundaria ingresan en la universidad y planteó que tampoco son para celebrar las cifras de graduación profesional. En este escenario, anunció: “Habrá preingreso desde el último año del secundario, para disminuir la deserción en el primer año de las carreras, y que a los estudiantes los contendremos y les exigiremos en pos de que los egresados tengan un nivel de excelencia”.
Aseveró que en la crítica situación actual son necesarios el asociativismo y el compromiso, tanto orientados a la educación formal cuanto a la capacitación para el trabajo.
“Según la asociación civil Argentinos por la Educación, cuando se consulta en la secundaria el 85 por ciento de los chicos dice que le gustaría seguir estudiando en la universidad. Muchos no lo logran”. Además, “solo cuatro de cada diez que terminan la secundaria sigue estudiando; las causas son diversas y algunas, como la económica, resultan insoslayables”.
El decano de Agronomía y Veterinaria apuntó que la deserción es del 30 por ciento promedio en nuestra facultad. “No podemos permanecer indiferentes, debemos trabajar para evitar el fracaso por ello implementaremos un programa de articulación para que los estudiantes se preparen desde el último año del secundario” manifestó.
“Nuestra función docente no se agota con el egreso. Queremos acompañar a nuestros graduados con oferta permanente. Mucho se hace y tendremos que hacer más. Los graduados demandan mucho y estamos dispuestos a hacerlo. Somos la universidad pública y tenemos que estar presentes”, fue otra de sus promesas.
Liboa planteó que la juventud necesita prepararse para el empleo, sobre todo dados los niveles de desocupación actuales y en función de las destrezas necesarias para el sector agropecuario y de la producción de alimentos. A tal efecto afirmó: “el Centro Universitario de Formación Integral para el Trabajo (CUFIT) será fundamental”.
La flamante máxima autoridad de la FAV hizo saber que en tiempos en que se multiplica la oferta universitaria y en los cuales “quienes tienen dinero cuentan con cada vez más opciones” se impone ser competitivos, aunque el término pueda asustar a alguien. Asumido que el bien superior es la formación de nuestros estudiantes, prometió: “Militaremos la causa de aulas y laboratorios abiertos”.