Ingenieros de la UNRC usan modelos numéricos y programas informáticos especializados para estudiar minuciosamente el movimiento de sus alas batientes y replicarlo en microvehículos aéreos.
Es un proyecto que se titula “Desarrollo de modelos numéricos para el estudio de la biomimética del vuelo – Aplicaciones a vehículos aéreos no tripulados”.
Investigan, a través de modelos numéricos y programas informáticos altamente especializados, el movimiento de las alas de los insectos para que después puedan ser aplicados en robots voladores, denominados microvehículos aéreos de alas batientes.
Es un estudio que lleva a cabo este equipo de docentes e investigadores del Grupo de Matemática Aplicada (GMA) de la Facultad de Ingeniería de la UNRC, que dirige el doctor Bruno Roccia, con la participación de los doctores Marcos Verstraete y Luis Ceballos, el magister Luciano Nitardi y el estudiante avanzado Manuel Valdano, bajo la coordinación general del doctor Sergio Preidikman, ex docente de esta casa de estudios, que actualmente es profesor de la Universidad Nacional de Córdoba.
Trabajan en el edificio de la nueva planta piloto de Ingeniería, ubicada en el sector este del campus. Desde allí, buscan desentrañar los complejos procesos que permiten el encuentro entre la biología y la ingeniería, lo natural y lo artificial, el hombre y su pasión por el vuelo.
Cada computadora es su propio laboratorio, y no necesitan más para hacer confluir los modelos numéricos sobre los que desarrollan sus estudios.
El grupo toma las investigaciones de los biólogos y emplea la cinemática (mecánica del movimiento) del vuelo de los insectos y las aves para develar cómo se comportan las características dinámicas; es decir, las fuerzas que actúan sobre ellos al volar.
El doctor Verstraete señaló que estudian insectos como las libélulas y las moscas, y aves pequeñas como los colibríes. Una de las características que los distingue es la alta flexibilidad de sus alas. Explicó: “Varios años de investigación mostraron que esa flexibilidad provee un importante aporte al desempeño del vuelo. Sin embargo, aún existen fenómenos a comprender; es por eso que buscamos entender de manera acabada cómo interactúa el aire que rodea el ala, su movimiento y cómo se deforma”.
La comprensión de esos fenómenos significaría un importante avance para los futuros desarrollos de vehículos aéreos de vuelo eficiente.
Entre tanto, el doctor Roccia logró desarrollar una herramienta informática que simula el vuelo de una mosca. Con ello, pudieron conocer características de este insecto y vislumbrar sus posibilidades de desarrollo en la ingeniería. El trabajo le valió a Roccia una premiación de la Academia Nacional de Ingeniería y la publicación de su investigación en una prestigiosa revista científica de la ciencia aeronáutica.
Uno de los desafíos futuros es incrementar la capacidad de esa herramienta, dotándola de un modelo de mayor complejidad que permita captar más información sobre el vuelo de los insectos. Al decir de Verstraete: “reproducir lo más fielmente posible lo que pasa en la realidad”.
Fuente: Dirección de Prensa y Difusión UNRC