Colocaron módulos fotovoltaicos para la producción de energía que vuelcan al sistema eléctrico. Próximamente, incorporarán un generador eólico. Así, dos fuentes renovables se acoplarán a la red de alimentación tradicional. Hicieron pruebas de integración de generación distribuida en una micro-red piloto, que luego podrá expandirse por todo el campus.

En su primera prueba piloto de generación de electricidad con fuentes renovables, la Universidad Nacional de Río Cuarto inyectó en 2018 a la red eléctrica energía limpia, producida con paneles solares, por 4572,4 kWh. Y en lo que va de este año ya entregó 2226,3 kWh.

La meta es generar parte de la energía que se necesita a partir del sol, con la mira puesta en reducir el impacto ambiental.

Son los primeros resultados, tras que en la segunda mitad de 2017 se instalara en el campus un generador fotovoltaico de tres kilovatios con medición inteligente.

El dispositivo funciona en el Instituto de Protecciones de Sistemas Eléctricos de Potencia (IPSEP), de la Facultad de Ingeniería. Los paneles solares son doce -de 250 vatios cada uno- y están sobre el techo de las oficinas de esta dependencia universitaria, ubicada en el sector Este del campus, y en el hall de entrada está el inversor -que convierte de corriente continua a alterna y realiza de forma automática la conexión en paralelo con la red-.

Son los dos elementos más importantes de este sistema, que es sencillo y no requiere de almacenamiento de energía, sino que está conectado en paralelo durante los momentos en los que hay radiación solar. Cuando hay sol, los paneles comienzan a entregar energía; el conversor pasa esa energía de corriente continua a corriente alterna, y se entra en paralelo con la red de baja tensión de la UNRC. Para medir la cantidad de energía que se entrega, se usa un medidor inteligente. Online, en tiempo real, se puede ver lo que está generando el sistema; con parámetros tales como energía, potencia y cantidad de dióxido de carbono no emitido por ser energía limpia, entre otros.

La producción de energía fotovoltaica conseguida el año pasado representa un promedio de 12,53 kWh por día y genera esperanzas en los docentes-investigadores que llevan adelante esta iniciativa con el objetivo de hacer desde este espacio académico una contribución al cuidado del planeta.

Es un incipiente proceso de generación de energía alternativa que inyecta electricidad en la red de la UNRC y que está destinado a la investigación y a la formación práctica de los futuros ingenieros electricistas, que cada vez son más requeridos para desempeñarse en los distintos ámbitos de las energías limpias.

La realizada es una primera prueba de generación eléctrica distribuida con una fuente de energía renovable: el sol; a la que pronto se le agregará otra: el viento.

Tecnología de última generación

El generador fotovoltaico de 3 kW con medición inteligente con el que cuenta la UNRC está en pleno funcionamiento y forma parte del Campo Experimental para la Enseñanza de Protecciones en los Sistemas de Distribución (CEPSED), que se puso en marcha a mediados del año pasado en el IPSEP.

Hubo aportes estatales y privados. Los doce paneles policristalinos de 250 W fueron adquiridos por la UNRC; una firma de Almafuerte donó el inversor fotovoltaico y la estructura soporte para la colocación de los paneles; y una empresa de la ciudad de Córdoba aportó los medidores inteligentes.

Tanto esos medidores, como el inversor están conectados a internet, con lo cual es posible ver online los parámetros de la generación y de la red donde se inyecta la energía. Para el montaje y puesta en servicio de la instalación, el equipo contó con el apoyo de docentes, estudiantes y de un nodocente del IPSEP.

Hicieron pruebas de generación distribuida

La generación distribuida es el uso de fuentes de energía renovable, en este caso el sol, con el fin de producir electricidad para consumo propio y, a la vez, inyectar el excedente a la red de distribución.

Docentes y estudiantes hicieron pruebas de integración de generación distribuida en una micro-red en el campus de la UNRC. Ahora, se trabaja con la energía solar, y próximamente, incursionarán en la eólica. Así, dos fuentes renovables se acoplarán a la red de alimentación tradicional.

Esta micro-red piloto está pensada para que luego pueda expandirse por todo el campus. El sistema es bidireccional, por momentos el usuario es carga y a la vez fuente de energía. Tiene un control inteligente del flujo de potencia, y contempla técnicas y procedimientos de mantenimiento preventivo. Sistemas digitales y telecomunicaciones están integrados, lo cual permite la gestión online del proceso.

Esta iniciativa cobra valor puesto que la tendencia es la promoción de la eficiencia energética con fuentes renovables. La Agencia Internacional de Energía pronostica que para el 2050 la solar será la principal fuente de energía del mundo.

Ahora, los grandes consumidores están obligados a usar energía limpia. En el país rige la Ley 27.191, que establece que la contribución de energía renovable a la matriz energética nacional debía ser de un 8 por ciento para fines de 2017; del 12 por ciento para fin de este año; del 16 por ciento para 2021; del 18 por ciento para 2013 y del 20 por ciento para 2025. En ese marco es que surgió en la UNRC este proyecto de micro-red, que promueve montar generadores distribuidos de fuente renovables.

La producción lograda hasta el momento es ínfima en comparación con el consumo de la Universidad. Es sólo una prueba piloto con aspiraciones de crecimiento sostenido. El producido de energía solar conseguido alcanza apenas para cubrir las necesidades de un hogar y medio integrado por una familia tipo, muy lejos de los tres millones y medio de kilovatios hora de consumo total anual que tiene la UNRC, institución que está obligada a cumplir con el marco regulatorio que exige usar un 8 por ciento de energía renovable, luego un 12, un 16 y un 18 por ciento hasta llegar al 20 por ciento en los próximos seis años.

En un cálculo teórico, los investigadores consideraron que la UNRC tendría un crecimiento anual de energía consumida de un 3 por ciento, con lo cual la energía renovable que debería aportar hoy es de 290.136 kWh; mientras que para fin de año debiera ser de 461.707 kWh, para 2021 de 653.101 kWh, para 2023 de 779.484 kWh y para 2025 de 918.838 kWh.

“Los recursos naturales existen y en abundancia”

La Universidad hace así su primera incursión en la nueva era energética, centrada en el fortalecimiento de la formación en materia de energías renovables.

“Debido a que se trata de una universidad estatal y pública, es importante que pueda contar con esta generación, ya que vincula, mediante proyectos e investigaciones, a docentes, investigadores y empresas afines para desarrollar la industria nacional; y permite pruebas pilotos en diferentes campos de aplicación, como pruebas de integración de fuentes de energías renovables de usuarios particulares a la red de energía eléctrica, probando protecciones, automatismos, centros de control, entre otros aspectos de estas redes inteligentes”, afirman los especialistas del IPSEP.

Puntualizan: “Se propone cubrir lo requerido a través de energía solar y eólica” y agregan: “Si bien no es una zona óptima en comparación con otras regiones del país, como el noroeste argentino, en cuanto a la insolación -horas en las que una superficie recibe la luz del sol- y a la presencia y velocidad de los vientos -como es la Patagonia-, esta región cuenta con valores superiores a los que poseen países líderes y con sistemas maduros, como Alemania”. “Los recursos naturales existen y en abundancia”, aseguran.

Paneles en los techos

Los investigadores del IPSEP proponen que a futuro se coloquen paneles solares en los techos planos de los edificios del campus y en cocheras distribuidas en el predio de la UNRC, donde podrían instalarse cargadores de autos eléctricos.

De los actuales techos, sólo un 30 por ciento estaría en condiciones de ser aprovechado. Allí, se estima una potencia a instalar de 1.011 MW, de la cual se puede extraer 1,45 GWh anuales -que equivalen a cinco veces el 8 por ciento requerido hoy por la ley-.

Lo central es reducir el impacto ambiental. El trabajo está en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aprobó la ONU en 2015.

La instalación de paneles solares se suma a otras medidas que ya tomó la Universidad, como fue el reemplazo de luminarias tradicionales por leds.

“La instalación ha superado las expectativas”

“En comparación con Europa o con China estamos casi dos décadas atrasados. Brasil nos lleva años de ventaja. Es lo que se viene y a lo que apunta el mundo”, dijo el ingeniero Leonardo Sánchez (32), docente investigador del Instituto de Protecciones de Sistemas Eléctricos de Potencia (IPSEP), de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto, a la vez que destacó: “Nuestra instalación ha superado las expectativas en cuanto a la energía generada y al impacto en el sistema de distribución». Y remarcó: “Es una iniciativa que allana el camino para el uso de energías no contaminantes y, a la vez, aporta a la formación de los nuevos ingenieros, en medio de una indiscutible necesidad de formar especialistas en esta área, con experiencia en energías renovables”.

Leonardo Sánchez es ingeniero electricista, está haciendo su tesis para recibirse como doctor en Ciencias de la Ingeniería, y subrayó: “El 70 por ciento de mi cohorte está trabajando en energías renovables. Un ejemplo, es el responsable de operación y mantenimiento del parque eólico de Achiras, que es un graduado de la UNRC”.

En siete años se recupera la inversión

“La amortización de la inversión tiene que ver con el precio de la tarifa y el valor de los componentes. En el país, el tiempo promedio es de entre 7 y 9 años. Y los equipos duran unos 20 años”, afirmó Gabriel Campetelli (56), uno de los responsables de esta iniciativa de producción energética en la UNRC, que es ingeniero mecánico-electricista, investigador categorizado, profesor asociado exclusivo, responsable de Gestión y Calidad del Laboratorio de Ensayos y Certificaciones, laboratorista experto en la parte de ensayos, y docente de las asignaturas Instalaciones Eléctricas, Máquinas Eléctricas y Protecciones Eléctricas, además de la materia optativa sobre Sistemas Fotovoltaicos.

Campetelli contó: “Con el advenimiento del tema de la energía renovable, surgió en el IPSEP la necesidad de incursionar en el desarrollo del conocimiento en esa área. Surgieron dos proyectos, uno que contempló una instalación con paneles solares. Y otro para la instalación de un generador eólico”.

Señaló: “Esta es una instalación, en cuanto a tamaño, para el consumo residencial mediano-alto; para dos viviendas de gasto medio o tres de consumo bajo. En paneles tenemos instalados 3 kilovatios. El inversor tiene una potencia nominal de 2,5 kilovatios y una potencia máxima de 2,75 kilovatios. Esa es la potencia instantánea que es capaz de entregar el inversor a la red. Está dimensionado de acuerdo con la cantidad de paneles instalados. La generación depende de la radiación solar y de los días de sol que haya. Acá se colocó una estructura que permite orientar los paneles en función de la altura del año y la dirección del sol”.

Por su parte, el ingeniero Leonardo Sánchez agregó: “Mes a mes, las condiciones solares van cambiando. En los techos de los hogares se pone fijo con un ángulo promedio, de acuerdo con los datos de todo el año. Para esta zona, es de unos 30 grados la inclinación de los paneles para la obtención óptima de la energía. Pero, en la estructura colocada en el IPSEP es posible ir variando ese ángulo, para un mejor aprovechamiento”.

El próximo paso es la energía trifásica 

Gabriel Campetelli adelantó: “Esto es un piloto. Sirve para probar este tipo de instalaciones y la tecnología. A futuro, pensamos generar en forma trifásica. Hasta ahora es residencial monofásico”. Y sobre la energía eólica, dijo: “Para la colocación del generador tenemos todo, el molino, el inversor instalado. El aerogenerador va ir en la parte más alta de la edificación del IPSEP. Pero, como estamos en cono de vuelo del área material, hubo que iniciar un expediente ante la Administración Nacional de Aviación Civil -ANAC- para pedir que nos habiliten la instalación”.

Acotó: “A este generador eólico lo vamos a integrar al campo experimental de media tensión, que hemos armando en el IPSEP. El CEPSED ya está en funcionamiento e incluye generación distribuida”.

“Tiene equipamiento de última generación. El campo ya está en condiciones de ser energizado, faltan algunos detalles para su puesta en marcha”, comentó.

El docente, por otro lado, dijo que ese campo “tiene por objetivo la realización de estudios de dispositivos de protección en media tensión y la capacitación de los alumnos y el personal de empresas distribuidoras y las cooperativas eléctricas”. “En ese campo se pondrán a prueba las nuevas tecnologías que van apareciendo. En la cabecera de línea se dispone de un interruptor con una protección de sobre corriente digital, un re- conectador, distintos tipos de subestaciones -trifásicas, monofásicas, monofásicas con retorno por tierra-, distintas configuraciones de tipos de líneas -aéreas, compactas-, y detectores de paso de fallas -que pueden ser monitoreados a distancia-. Con el tiempo va a ser un lugar de referencia para investigación y capacitación”, destacó. Y agregó: “Para fin de año se prevé el dictado de los primeros cursos con la utilización de este campo.

Se ha energizado el lugar y se ha probado que la instalación funciona correctamente”.

Un laboratorio único en el país

El laboratorio de media potencia del IPSEP es único en el país. Hay uno similar en La Plata, pero que tiene limitación, por el lugar en el que está ubicado. El IPSEP posee el triple de potencia. Está acreditado para pruebas de seguridad eléctrica, desde hace 20 años. Desde su inicio -hace 39 años-, este Instituto viene trabajando junto con las empresas distribuidoras eléctricas y con fabricantes de equipamientos. Y con recursos propios, ofrece becas a sus estudiantes.

Vinculadas con las energías renovables, hay dos asignaturas optativas que se ofrecen en el IPSEP. Una es Energía Solar Fotovoltaica y la otra es Energía Renovable. Y en el cuatrimestre anterior se dictó una sobre Generación Distribuida -vinculada con la posibilidad de interactuar con la red pública-.

Están acreditados para hacer ensayos de seguridad con validez mundial

En el IPSEP se ofrecen servicios de prueba de seguridad que son requeridos por fabricantes de productos eléctricos tanto de Argentina, como de Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Colombia y Perú.

El docente Gabriel Campetelli puntualizó: “No hay ninguna actividad dentro del laboratorio que no se haga bajo un procedimiento técnico”.

“Desde hace años tenemos acreditado al laboratorio con la norma 17025, que es particular para los laboratorios de ensayos de seguridad. Estamos autorizados por la Secretaría de Comercio Interior para hacer esas pruebas”.

“Todo equipo eléctrico tiene que tener el sello de seguridad eléctrica. Nosotros nos hemos especializado en eso. El laboratorio está preparado para hacer ensayos a dispositivos y maniobras de protección, ya sea en un interruptor termomagnético, un interruptor diferencial, contactores, interruptores de potencia, transformadores de distribución”, señaló. Y acotó: “Nuestros informes de ensayos, por estar acreditados, son válidos en cualquier lugar del mundo”.

Fuente: Dirección de Prensa y Difusión UNRC