La puesta en valor por parte del Ministerio de Turismo y Deportes de los complejos turísticos de Chapadmalal, en la Costa Atlántica, y Embalse, en Córdoba, permiten disfrutar a diario de esta temporada de verano a cerca de 2.000 argentinos y argentinas de escasos recursos, en una reactivación del turismo social.

La subsecretaria de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad del Ministerio de Turismo y Deportes, Inés Albergucci, expresó que «la puesta en valor del turismo social fue y es una prioridad que nos pidió el ministro, Matías Lammens».

«Cuando vemos a las familias sonreír mientras disfrutan del mar o de las sierras, que en muchos casos es por primera vez, vemos que de a poco vamos haciendo realidad los derechos de miles de argentinos de poder vacacionar», agregó.

La funcionaria destacó que esa puesta en valor, que significó ir recuperando la infraestructura de ambos complejos turísticos y recuperar la calidad de las prestaciones y experiencias, «no tiene muchos antecedentes».

El costo por noche por persona es de $1.200 para los hoteles de categoría A, en tanto que para los de categoría B es de $900, y el ingreso al complejo se realiza los martes y la salida los lunes, por lo que la estadía es de seis noches.

«La familia, los chicos y las chicas tienen acceso al mar, a clases de surf, espectáculos, teatro, actividades recreativas, visitas guiadas, el museo de Eva Perón y diferentes deportes», precisó Albergucci.

A los huéspedes se les brinda desayuno, almuerzo y cena (bebidas no incluidas), «para lo cual fue contratada una empresa gastronómica asegurándonos que sea rica y de calidad, y también se les da las sábanas y toallas», detalló la funcionaria.

«Las personas deben ingresar a la pagina www.argentina.gob.ar/turismoydeportes/social y una vez que se inscribieron y se les otorgó la fecha requerida, solo resta llegar al destino», indicó.

Los complejos cuentan con un reglamento y con un sereno «para que todo transcurra con respeto ya que diariamente conviven cerca de 1.200 personas en los hoteles 1, 2 y 5 en Chapadmalal, y unas 800 en Embalse».

En ambos complejos, dentro de las remodelaciones y puesta en valor de su infraestructura, se han hecho duchas, instalaciones eléctricas y ascensores para discapacitados que antes no había, «entre otras obras y todo a nuevo», añadió.

Los hoteles de categoría A tienen habitaciones con baño privado, mientras que en los de categoría B, están las habitaciones y aparte hay un sector donde están los baños y las duchas.

«Nuestra intención es que los huéspedes lleguen y encuentren todo nuevo y cuidado porque es un gesto hacia la persona que viene a descansar, que nos importa, que la pase bien», aseveró la funcionaria.

Por otra parte, adelantó que para el mes de abril se está planificando acondicionar el lugar para la realización de grandes eventos, «como el que se piensa hacer con los combatientes de Malvinas», por ejemplo de 300 ó 400 personas, «entonces el hotel 5 quedará solo para ese contingente y el hotel 1 y 2 más para la dinámica familiar, o bien para jubilados, para lo cual estamos estudiando la dinámica y demanda».

En ese sentido, adelantó que la lógica que se quiere ir dando es la de reservar los hoteles para los jubilados en los meses de octubre, noviembre y algunas semanas de diciembre.

«Para el resto de diciembre, enero y febrero pensamos para los más jóvenes y la familia, ya para el próximo verano tendremos más hoteles abiertos y disponibles para el turismo social, de hecho ahora para abril tendremos habilitado el hotel 6», explicó.

Asimismo rescató la emoción de aquellos que por primera vez conocen el mar o el recuerdo de los que habían llegado alguna vez con sus padres, y que «gracias al esfuerzo de todos, del Estado, pueden vacacionar».

La funcionaria nacional dijo que se seguirá trabajando en la habilitación de más hoteles en ambos complejos turísticos, y reconoció que se deberá mejorar el sistema de inscripción para que «en los próximos meses sea menos engorroso y más fácil para todos».

La Unidad Turística Chapadmalal, a 23 kilómetros de Mar del Plata, fue construida durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón e impulsada por la Fundación Eva Perón.

Mientras que la Unidad Turística Embalse se comenzó a construir hacia 1946, dentro de la planificación del Plan Quinquenal, y se terminó en 1951, ambas con el objetivo de desarrollar el turismo social.