La fecha de su natalicio fue la elegida para rendir homenaje póstumo a Nelso Oscar Farina, quien por 33 años fue el secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de Universidades Nacionales. Ayer se descubrió en la fachada de Buenos Aires 967, domicilio del sindicato nodocente ATURC, el cartel con el nombre “Asociación Trabajadores Universidad Nacional de Río Cuarto sede Nelso O. Farina”.

Del acto tomaron parte el secretario general del gremio local, Eduardo Tello, el titular de FATUN, Walter Merkis, integrantes de ambas comisiones directivas, compañeros y familiares de Farina.

Tello expresó que Farina “se convirtió en referente de toda la vida universitaria” y no en vano “el Consejo Superior declaró de interés institucional el acto” de este lunes. Lamentó que la concurrencia no resultase lo masiva que habría sido de no mediar la ineludible barrera del coronavirus y acotó que “restringimos la asistencia” en pos de preservar la salud, “como Nelso hubiera querido”.

“Buscamos con este acto tomar ese concepto del saber popular que dice que nadie muere mientras se mantenga en la memoria de otras personas. El objetivo (de darle a la sede de ATURC el nombre de Nelso Farina) es que pasen futuras generaciones de nodocentes y la sede deje en ellos y en la memoria de cada riocuartense el mensaje de que Nelso está ahora y siempre”, planteó Tello.

En consonancia, las palabras preliminares que leyó Victor Cáceres, de Ceremonial y Protocolo universitario, pusieron de relieve que la figura de Farina trascendió los claustros y por ello había sido declarado Personalidad destacada de Río Cuarto por el Consejo Deliberante de la ciudad.

Asimismo se resaltó que el 16 de marzo es en lo sucesivo Día de la lealtad nodocente en memoria de Farina, quien empezó a trabajar en el campus el 6 de febrero, apenas meses después de la fundación de la UNRC, el 1 de mayo de 1971. En tanto, se lo estimó como una persona que supo encarnar los valores de la Reforma de 1918 y de la gratuidad universitaria consagrada en 1949.

Por su parte, Walter Merkis, quien hoy preside FATUN, llamó a que “siempre tengamos presente el proceder de Nelso con nosotros y para nosotros”. “Soy nacido en Río Cuarto, a cinco cuadras de distancia de él, y estar aquí no debe ser por casualidad”, acotó al tiempo que se quebraba su voz. Lo rotuló como “guía y ejemplo para todos nosotros” y manifestó que “un dirigente de sus quilates” sabía “siempre qué hacer en situaciones difíciles”.

Por eso, decir Farina entraña “reconocimiento que noto” por ejemplo “al ir al CIN (Consejo Interuniversitario Nacional)o a la CGT (Conferederación General del Trabajo), donde es recordado como dirigente de gran valor para el sistema sindical argentino”.

“Para mí, es un hecho más que importante representar a todas y todos los trabajadores nodocentes del país”, opinó previo a ponderar a Farina como a alguien que “a lo largo de su trayectoria mantuvo una línea de conducta e hizo aportes al movimiento obrero en general y de trabajadores nodocentes en particular”. Exhortó a continuar bregando “unidos, solidarios y organizados” y a hacer “todo lo que imaginamos desde un inicio” y abrigar “nuevos sueños”. En este contexto, adelantó que el sector apoyará al Gobierno nacional para “lograr una nueva Ley de Educación Superior”.

Minutos antes del comienzo de la ceremonia, Merkis se remontaba a los tiempos en que Farina condujo FATUN y dijo que sus grandes enojos eran causados por injusticias y trato desigual hacia compañeros y compañeras, en tanto lo hacían dichoso los logros para una mejor situación nodocente.

Hubo coincidencias entre quienes evocaron a quien por 33 años lideró la FATUN: ponderaron su puja tenaz para dignificar la labor nodocente y su lucha sostenida en defensa de la universidad pública. En efecto, en reconocimiento a su actuación en más de 40 años de trabajo Farina recibió los doctorados Honoris Causa de las universidades nacionales de Río Cuarto, Luján y Córdoba, como lo recordó Merkis.

El homenaje a Farina, cuyo nombre lleva la sede de ATURC, tuvo lugar en simultáneo con mejoras edilicias en el gremio.

Previo al inicio del acto, Eduardo Tello dialogó con medios universitarios y resaltó que Farina fue un hombre con “gran capacidad para resistir presiones”, alguien a quien “lo urgente no lo hizo desviar de lo importante”, ejemplo de lo cual fue que “se puso al frente de todos los reclamos cuando la crisis” emanada por el recorte resuelto por Ricardo López Murphy en su efímero paso por el ministerio de Economía durante la presidencia de Fernando De la Rua.

Tello apuntó que Farina cultivó “la honestidad, la rectitud y la lealtad” que dedicó “sus pocos ratos libres a su familia”.

Maximiliano, uno de sus hijos, aseveró en consonancia que Nelso Farina “estaba siempre presente por más que viajaba mucho” a raíz de su rol sindical, que lo privó incluso de disfrutar a pleno de un momento histórico como fue la consagración de Racing campeón después de 35 años sin títulos nacionales. En efecto, no pudo ver el 1-1 de la Academia frente a Vélez en Liniers el 27 de diciembre de 2001, el fin de año más convulsionado de la Argentina en el siglo 21. “Mi viejo estaba en Buenos Aires”, contó Maximiliano, “y no lo pudo ver porque estaba en la Federación. Hablamos para avisarle y salimos acá en Río Cuarto a festejar”. A distancia, unidos por el sentimiento albiceleste como solían estarlo en tardes de mate compartido con quien ha generado “orgullo” en su familia por logros entre los que ponderó el “convenio colectivo de trabajo” para el sector nodocente.

En cuanto a la designación de su nombre para la sede de ATURC, Maximiliano Farina consideró que su padre hubiera estado “muy contento porque esta es su casa, salió de acá”.

Compañeros

Otro que lo conoció de cerca y dijo presente en el acto fue Omar Suárez. Nodocente jubilado desde 2002, trabajó codo a codo junto a él “dos años en Patrimonio”, donde “Nelso era jefe”.

Quien también supo revistar en Bedelía e Intendencia manifestó que Farina “siempre tuvo una forma de proceder muy buena. A quien le tocaba estar a su lado se sentía reconfortado; él buscaba la solución de problemas personales de cada uno”.

En términos similares se pronunció Ana Roca, trabajadora nodocente de Secretaría de Coordinación Técnica y Servicios quien aseguró que Farina la “encaminó en la parte gremial”. Y añadió que “Me enseñó, valoró y cuidó para ayudarme a estar tantos años acá”. Evocó que ingresó en la comisión gremial en 1994 y que su participación sindical se hizo extensiva a la FATUN. Lo valoró como alguien capaz de antever lo que habría de suceder y que tenía a mano consejos para quien se los solicitara.

Ramón Tissera, de la Dirección de Imprenta y Publicaciones, conoció a Farina por 43 años. “Ha sido uno de los mejores sindicalistas del país”, afirmó convencido y apreció que “mantuvo lo que había que mantener, jamás se la creyó”. Estimó que entre sus principales aportes al sector fue la generación de una sola federación, seguro de que la unión haría la fuerza. En el día a día, además, obraba con respeto y “te explicaba cómo manejarse a nivel sindical”. “Fue una buena persona que dejó una enseñanza inmejorable”, resumió.

Fuente: Dirección de Prensa y Difusión UNRC