Por Pablo Gustavo Díaz. Consultor político Mientras el equipo gane, poco importa a la hinchada lo que pase en el vestuario, suele decirse en el fútbol. Máxima que pudo comprobarse en el Boca de Bianchi, que ganaba todos partidos con Riquelme y Palermo peleados y el vestuario dividido. Pero cuando el equipo deja de ganar…

Contenido disponible con Registro básico y Suscripción full.
Suscribirme
¿Ya eres miembro? logeate aquí