Por Sandra Choroszczucha. Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires. www.sandrach.com.ar

Estamos presenciando hace semanas una estigmatización hacia aquellos ciudadanos que no quieren votar ni a Massa ni a Milei, se los llama tibios y se los acusa de ser funcionales a Massa. En el balotaje el voto en blanco o la ausencia en las urnas no se contabiliza, y es cierto que al no contabilizarse puede ayudar al candidato que viene posicionándose mejor, y esto pasa si nada cambiara desde la última elección, si fuese así, Massa seguiría ganando por 7 puntos a Milei.

Pero difícilmente nada cambie de cara a un balotaje y más considerando que “los halcones” del PRO cerraron filas oficialmente con Milei, por lo tanto la mayor parte del voto de Bullrich que en las PASO alcanzó a casi un 17% del electorado, seguramente sea captado por Milei y probablemente parte del voto “paloma” (de esas “palomas” no atacadas tan violentamente por Milei) también pueda migrar hacia Milei, y puede pasar que parte del voto de Schiaretti que siempre se manifestó en contra del kirchnerismo también migre hacia el candidato de La Libertad Avanza (LLA). El plan platita (para ser más exactos, platota) de Massa también puede traccionar más votos para Massa, y el voto de Bregman o de algunas “palomas” que simpatizan con el peronismo también puede migrar para el candidato de Unión por la Patria.

Si nos concentramos en los distritos con mayor densidad de votantes, sabemos que la Provincia de Buenos Aires (PBA) es la madre de todas las batallas electorales, y que la segunda mamá es Córdoba. La PBA mostró su apoyo en las PASO mayormente a Milei y en las generales a Massa. En Córdoba hace tiempo que no se vota kirchnerismo, y si Massa es asociado al Kirchnerismo los cordobeses pueden votar a Milei (que ya ganó ahí en las dos elecciones anteriores, las PASO y las generales). Sin embargo, hay que considerar que el recientemente elegido gobernador de Córdoba, Llaryora, tiene una histórica afinidad política con Massa y esto puede brindarle un muy importante apoyo a Massa. Diferentes sondeos marcan que Córdoba podría inclinar esta vez la balanza para Massa.

Volvamos a los tibios, a los neutrales, a los que no quieren ni Massa ni Milei, a aquellos ciudadanos que votaron anteriormente por otras fuerzas que no son Unión por la Patria ni La Libertad Avanza, y que ahora pretenden seguir siendo lo que eran, opositores a cualquiera de estas dos fuerzas. Lejos de manifestar tibieza, ser neutral demuestra tener una firme decisión, no votar por descarte, porque cuando los tibios votaron en la elección general votaron por convicción, por principios, por valores. Por otra parte, el que acepta ser opositor, cuando el voto te ubicó en el lugar de la oposición no solamente no es tibio, sino que es altamente republicano, porque si las urnas definieron que las fuerzas políticas de los tibios no ganen, las urnas decidieron que las fuerzas políticas de los tibios sean oposición.

Por eso, cuando escuchamos principalmente a varios de los “halcones” del PRO cuestionar a “palomas” de Juntos por el Cambio que se pronuncian como neutrales, muchos nos preguntamos con qué autoridad moral pueden juzgar que el que no quiere ni a Massa ni a Milei no vote ni a Massa ni a Milei, cuando ellos, “los halcones” hasta el 22 de octubre en la noche decían que Milei era Massa (porque en parte lo era, si consideramos que la mayor parte de dirigentes políticos de LLA provienen de las filas del Frente Renovador de Massa y del kirchnerismo y que cuando en las PASO Milei obtuvo el primer lugar en las urnas fue con la tranquilidad que sus votos estaban siendo custodiados por el massimo). Hasta el domingo 22 de octubre en la noche, para “los halcones” del PRO, Milei era Massa, pero desde el lunes 23 de octubre en la noche (que hubo reunión en la mansión Macri entre gallos y medianoche) Milei no era más Massa y Milei pasó a ser la fuerza del cambio.

Si Bullrich se olvidó de una noche a la otra que el libertario le dijo que ella tiraba bombas en jardines de infantes donde mataba niños, que se olvide y que perdone, pero acusar de tibios a quienes no se olvidan ni perdonan tanta violencia y maltrato de parte del libertario hacia Juntos por el Cambio, no ha lugar.

Si hoy las opciones son Massa o Milei es principalmente porque Juntos por el Cambio hizo todo lo que está mal, pudimos presenciar no solamente una riña descarnada entre Bullrich y Rodríguez Larreta, sino en casi todas las provincias “halcones” y “palomas” se enfrentaban y se escindían. Carolina Losada en una interna contra Maxi Pullaro en Santa Fe llegó a acusarlo de estar entongado con los narcos, y en sus spots de campaña se la veía a Losada acompañada por Bullrich y Mauricio Macri. Y ganó Pullaro, arrasó Pullaro en las urnas, pero Juntos por el Cambio en Santa Fe probablemente haya quedado un poquito resentido.

Concluyendo, si gana Massa, que Mauricio Macri deje de culpar a los radicales, si gana Massa es porque Massa puede ganar porque está en carrera para el balotaje, y si está en carrera para el balotaje siendo el ministro de una economía cuasi hiperinflacionaria es porque Mauricio Macri fue el destructor número 1 de Juntos por el Cambio, una coalición que no tendría que estar compitiendo para un balotaje sino que tendría que haber ganado en una primera vuelta electoral, porque así proyectaban todos los sondeos electorales, antes de que Macri diga que sí que no que sí que no, a ser presidente y haya generado que la coalición pierda un precioso tiempo que tenía para encender motores, cuando Unión por la Patria que se llamaba el Frente de Todos venía en picada gobernando horrible y Javier Milei era un candidato que gritaba e insultaba por algunos canales de televisión y todas las encuestas no le daban más que 18 puntos.

Cuando Juntos por el Cambio se decidió a encender motores porque Macri la cortó con el histeriqueo patético, comenzó otra etapa de “Macri no quiere un sucesor” y así Rodríguez Larreta que venía preparándose hacía dos años para ocupar ese cargo y que estaba dispuesto a consensuar y distribuir espacios de poder con los socios de la coalición (en hora buena, luego de haber sido bastante “halcón” en 2021 queriendo eliminar del radar al radicalismo en las elecciones intermedias), Macri como en 2015, no quiso distribuir espacios de poder, porque quería que Juntos por el Cambio siga siendo el PRO, el PRO “halcón” y que los canales de televisión nos muestren mapas pintados de amarillo en provincias donde ganaban los radicales, morados.

Macri desprecia al radicalismo más de lo que lo desprecia Milei, y esta es otra de las coincidencias del jeque de los “halcones” con el líder libertario. Y así decidió Macri, por un lado, darle grandes guiños a Milei, y apoyar a Patricia Bullrich, para erigirla bajo sus alas en la líder “halcona”, que no quería tampoco distribuir espacios de poder con los socios de la coalición, y cuando no distribuís espacios de poder con los socios de una coalición no sos más una coalición, y si no sos más una coalición, los votantes de ese espacio no se comportan como votantes de una coalición.

Por eso, si gana Massa y hay que buscar al principal responsable dentro de Juntos por el Cambio, es Mauricio Macri, y si gana Milei y hay que buscar al principal responsable dentro de Juntos por el Cambio, es Mauricio Macri.

Y los tibios, ojalá sigan honrando a la democracia, porque sin nítida y genuina oposición, no hay democracia.