El impacto de la sequía, que implicará una pérdida de cerca de US$ 20.000 millones este año -según puntualizó el funcionario-, implicó un «cambio de juego» en el escenario que se avizoraba a finales de 2022, y es el punto central en el marco de las discusiones que el gobierno mantiene con el organismo para reformular el programa de desembolsos y modificar las metas acordadas en marzo de 2022.
«Está todo sobre la mesa en la discusión con el Fondo, absolutamente todo. Y, además, hay una cuestión que para nosotros es central, que es la capacidad de intervención del Banco Central, que es irrenunciable«, aseguró en el cierre de una jornada organizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina.
El objetivo del equipo económico es, sin hacer un nuevo programa -que implicaría la redacción de una ley que pase por el Congreso argentino y una votación en el marco del Directorio del Fondo-, lograr que el organismo adelante -al menos- los desembolsos pensados para la segunda mitad del año por unos US$ 10.600 millones.
Si bien no dio detalles de las negociaciones, puntualizó la necesidad de que el gobierno tenga capacidad de intervenir en el comportamiento de los mercados de dólar financiero.
«Los años político electorales en la Argentina siempre generan la dolarizazión de carteras ante esta sensación de incertidumbre. Queremos que el Banco Central tenga capacidad de intervención, no para distorsionar mercados, sino herramientas para generar certidumbre, tranquilidad, en momentos en que la incertidumbre política puede generar alguna situación de dificultad«, afirmó Massa.
Y agregó: «La estabilidad de la economía argentina depende mucho de que tengamos al Banco Central activo o cuidando reservas. En nuestro caso, y en nuestra mirada, desde hace algunas semanas, también, cuidando la estabilidad de los dólares financieros«.
Mientras avanza el nuevo acuerdo con el Fondo, destacó también que se está trabajando en «otros canastas» desde donde pueda conseguirse financiamiento adicional o bien descomprimir la necesidad de dólares para importar bienes intermedios, insumos o energía para la producción local.
Allí destacó la activación del swap de monedas con China, y la posibilidad de usar yuanes para el intercambio comercial con ese país, en lugar de usar dólares. Según dijo, en abril se usaron 1.410 millones de dólares en yuanes para pagar importaciones y alcanzará los 5 millones de dólares hasta agosto.
Una alternativa es que, en la renovación del swap que deberá hacerse en junio, se abra la posibilidad de activar otra parte de los US$ 19 millones en yuanes que forman parte del intercambio con China y que actualmente está en las reservas del Banco Central.
También hizo referencia al ahorro de casi US$ 2 millones por la importación prematura de gas, gracias al aprovechamiento de menores precios internacionales a los proyectados en el Presupuesto 2023.
En materia de energía, dijo que la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner tendrá el viernes un momento «histórico», cuando se realice la última soldadura de los más de 50.000 caños que se utilizaron para la obra, «con lo que representa en términos de ahorro de importación de energía».
De cara al segundo semestre, destacó que «el 85% aproximadamente de la tenencia de los vencimientos del segundo semestre es intra sector público», por lo que «será una tarea de ordenamiento hacia adentro para seguir gestionando, sin afectar la curva de financiamiento del sector público».
Por último, consultado por la aceleración de la inflación, lo adjudicó a que antes de su llegada al ministerio, la imposibilidad de acceder a mercados de deuda en términos significativos llevó al gobierno a requerirle al Banco Central más de 10 puntos del PBI de asistencia monetaria para cubrir los efectos de la pandemia y otros gastos.
«El desarrollo de un mercado de capitales local más atractivo, más grande, más voluminoso, y con más instrumentos es una tarea que desde el 10 de diciembre en adelante el próximo gobierno tiene que poner sobre la mesa porque es un desafío a recorrer«, cerró.
Fuente: Télam