LA TRASTIENDA / NACIONALES

El segundo debate de las y los candidatos presidenciales para las próximas elecciones del domingo 22, desbordó en cruces y acusaciones de todo tenor, y naufragó en presentación de propuestas, tal como había ocurrido en la primera incursión, en Santiago del Estero. En el salón principal de la Facultad de Derecho de la UBA, la cuidada presentación general del escenario, elevó las figuras de los postulantes, quienes, por sus propias capacidades, un rato después y por sus mismas limitaciones finalizaron un tanto devaluados. Javier Milei, profundizó su mirada de ultra-derecha para el país; Patricia Bullrich, apeló a la denuncia sistemática; Sergio Massa, esquivó las acusaciones contra su gobierno; Mirian Bregman, intentó florearse por la falta de presión alguna; y Juan Schiaretti, profundizó en su desdibujado federalismo.

Pese a algunos esfuerzos y una mejor tonicidad en los discursos, el debate cayó en la vulgaridad de las chicanas, y así fue como terminaron sobresaliendo los cinco participantes. “Montonera asesina”, de Milei; “¿Cuándo van a dejar de afanar?”, de Bullrich; “Hasta acá llegaste Javier. Basta de violencia contra las mujeres”, de Massa, fueron algunos de los cruces más picantes de la noche. Lejos de las trifulcas discursivas, quedaron en la superficie un par de ideas y propuestas concretas del candidato de Unión por la Patria, sobre Seguridad, Trabajo y Producción, la negación de Milei sobre el calentamiento global y sus consecuencias ambientales, al extremo de desechar los reconocidos objetivos para el desarrollo de la ONU, y la propuesta de Bullrich de bajar la edad imputabilidad por delitos de menores. El gobernador y candidato Schiaretti, pareció más enfático, pero quedó deslucido por los fuertes cruces de los anteriores. El debate concentró buena parte de la atención de la ciudadanía a lo largo y ancho del país, a través de los canales de televisión de aire y cable, y también plataformas en redes, pero en términos de audiencia resultó algo menor a lo ocurrido días atrás. Los memes hicieron de las suyas en mensajerías y redes, por supuesto, para todos los gustos. ¿El gran ausente? Otra vez, Mauricio Macri dejó a Bullrich con las ganas, no fue a la UBA a acompañarla, tal como se había anticipado.

Insaurralde y Milman
En uno de sus derechos a réplica, Bullrich intentó vincular a Insaurralde con Massa. El ministro de Economía destacó que él le pidió la renuncia y redobló la apuesta: “Vos no hiciste lo mismo con Milman”. La primera en cargar los fusiles fue la candidata de JXC, quien intentó vincular al exintendente de Lomas de Zamora en las propuestas sobre Seguridad del candidato del peronismo. “Insaurralde te dijo que el bote que compró a 500 pesos”, apuntó. Pero Massa no se quedó de brazos cruzados. Sobre Insaurralde, dijo que “cometió un hecho gravísimo” y que por eso le pidió la renuncia de inmediato. Y contrapuso su posición con lo hecho por la propia Bullrich: “No todos somos lo mismo, vos nunca le pediste la renuncia a Millman”, mano derecha de la candidata, que quedó implicado en el atentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Hasta acá llegaste, Javier
Las frases misóginas de Javier Milei ya son un clásico. Clips y clips en redes sociales muestran al candidato de La Libertad Avanza gritándole a las mujeres o intentando explicar, sin éxito, que no existe el techo de cristal que impide una igualdad entre hombres y mujeres en los trabajos. Un poco de ello quedó expuesto cuando, con enojo, Milei usó uno de sus derechos a réplica para contestarle a Myriam Bregman. Sergio Massa le respondió al propio Milei: “Hasta acá llegaste, Javier”, le apuntó y le pidió que respete a las mujeres. “Lo que plantea Milei es un mercado de trabajo donde las mujeres no tienen posibilidades de desarrollo, donde los más jóvenes tienen que ir al mercado precario de salario, donde los trabajadores pierden sus derechos a las vacaciones pagas y su derecho a las indemnizaciones”, apuntó. Y completó: “Lo que quiere volver es a un régimen de esclavitud, por eso habla de volver hace 100 años para atrás”.

Un FBI argentino
Sergio Massa, candidato a presidente de UP, adelantó algunas de las medidas que tomará sobre seguridad y el trabajo en caso de una eventual presidencia, entre las que anunció “la creación de un FBI argentino”. “Tengo la decisión de transformar Argentina en un país seguro. Para eso, durante mi gestión voy a trabajar sobre tres ejes. El primero de ellos es el de la prevención. Ya lo hice en Tigre, donde bajé un 80% el robo automotor, un tipo de robo que nunca deja de denunciarse”, comenzó su exposición el actual ministro. “Propongo instalar cámaras, mayor presencia de móviles, sistemas satelitales de rastreo, botón de antipánico para cada ciudad de más de 50 mil habitantes, todo eso financiado por el estado”, agregó.

La donación de órganos
Javier Milei volvió a criticar el sistema de donación de órganos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) con afirmaciones infundadas y graves errores. Según denunció, el organismo presenta una falla por la supuesta “corrupción” al sostener que “hay 7000 personas esperando un transplante y 300.000 potenciales donantes, y algo que no funciona en el medio”. Sin embargo, el Incucai aclaró días en las redes que “para poder donar órganos, el fallecimiento de la persona que dona debe ocurrir en la terapia intensiva de un hospital”, ya que allí existen los medios para la preservación de los órganos que pueden ser trasplantados.

Trabajo y producción
Uno de los ejes más importantes del segundo debate presidencial fue el de Trabajo y Producción, que dejó en evidencia las claras diferencias (y coincidencias) de posturas y planes a futuro de cada candidato y candidata. Pese a haber moderado su discurso, con definiciones en abstracto o hablando de “felicidad” y “libertad” laboral, Patricia Bullrich y Javier Milei reafirmaron su política de recorte de los derechos laborales en favor del sistema privado y empresarial. A ellos se sumó Juan Schiaretti, al plantear que hay que ir por “el modelo de la UOCRA”. “Hay que terminar con la industria del juicio”, sostuvo el gobernador de Córdoba y candidato de Hacemos por Nuestro País, el primero en tomar la palabra. En ese sentido, propuso una reforma del sistema laboral para ir por el modelo UOCRA, en referencia a un sistema de contratación por períodos fijos y con seguros de desempleos. A su turno, Javier Milei desarrolló una explicación “dura2, con palabras difíciles y conceptos en abstracto, sobre lo que él entiende como el mercado de trabajo en la actualidad, y sostuvo que “nadie va a invertir dinero si no puede ganar plata”, porque si “se tiene una maraña fiscal imposible es imposible ganar dinero”, afirmó. Para terminar con el modelo de la casta, el candidato de la Libertad Avanza propuso “una modernización del sistema laboral y reducción de las penalidades”, para “que haya crecimiento con acumulación de capital y suba de salarios reales”. Sin embargo, no mencionó medidas concretas ni un plan de acción en caso de llegar al gobierno. La última en exponer fue la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, quien intentó moderar su discurso anti-derechos laborales, que repitió en la última semana, pero reafirmó su idea de ir contra las “mafias sindicales”. “Hace 20 años que la mafia política y sindical del Kirchernismo se llevan todo a su casa. Un juicio laboral se lleva puesta una pyme. Queremos sacarle la pata de encima a la producción en todas las regiones de su país. Defendemos a los que trabajan, no los que bloquean empresas. Ustedes defienden a los sindicalistas que están con vos en la CGT”, redondeó.