La Municipalidad de Río Tercero firmó la cesión en comodato del terreno donde funcionó hasta 1991 el Policlínico de la Fábrica Militar. El convenio es por 70 años y con el cargo de que allí se construya un geriátrico.
El futuro geriátrico municipal se construirá en el predio de casi 11.000 metros cuadrados donde aún están en pie las instalaciones que formaron parte del Policlínico (construido en la década del ‘40), que cerró sus puertas en el año 1991, durante la presidencia de Carlos Menen, cuando todas las dependencias de Fabricaciones Militares quedaron sujetas a privatizaciones. Fue el momento de mayor achique de la empresa estatal.
Esa situación llevó al cierre del Policlínico y su edificio quedó en estado de abandono al no haber privados que se interesaran por reflotar allí una clínica, ni ningún otro proyecto para reutilizar el espacio.
En 1995, meses antes de las trágicas explosiones en Fábrica Militar, el Estado le transfirió en una operación de compra–venta todo el barrio El Libertador, que había construido junto al complejo industrial, a los vecinos que habitaban sus casas, incluidos los espacios comunes, como la plaza, la parroquia, el club y el policlínico. Para poder realizar esa compra los vecinos se habían constituido en una cooperativa de viviendas y de consumo.
En este marco, este lunes, el intendente Marcos Ferrer y la presidenta de la Cooperativa de Viviendas y Consumo Barrio El Libertador Limitada (Cooperativa BEL), Marcela Frini, firmaron un convenio a través del cual esa institución le cede en comodato al municipio por 70 años el predio del Policlínico (10.943 metros cuadrados y todo lo edificado en su interior (2.300 metros cuadrados).
“Siento una profunda alegría, por múltiples razones, que la Cooperativa BEL y el Municipio hayan llegado a un acuerdo para que se construya un geriátrico público”, comento el intendente Ferrer durante la conferencia de prensa en la que se firmó el convenio.
Ferrer recordó que una de las personas que fue despedida del Policlínico cuando llegó el ajuste del Estado fue su propio padre, motivo por el cual expresó ese significado especial que tiene la recuperación de esa instalación para convertirla en un geriátrico.
Detalló que esa obra se ejecutará por etapas y que la primera, en el corto plazo, será limpiar todo el predio y retirar escombros de paredes y techos que fueron destruidos por las explosiones de 1995 primero y luego por el paso del tiempo. El estado del edificio es de muy alto deterioro. “Le agradezco a la Cooperativa BEL por la decisión que ha tomado, por confiar en nosotros y por posibilitar hacer realidad este sueño, que es una necesidad”, remarcó Ferrer.