El juez Manuel GarcĂa Mansilla, designado por el presidente Javier Milei «en comisiĂłn» a travĂ©s de un decreto, ha decidido renunciar a su posiciĂłn en la Corte Suprema de Justicia de la NaciĂłn. Su dimisiĂłn se produce apenas cuatro dĂas despuĂ©s de que la Cámara alta rechazara su pliego de confirmaciĂłn.
En una carta dirigida al Presidente, GarcĂa Mansilla expresĂł: «Me dirijo a Usted a fin de presentar la renuncia indeclinable al cargo de juez de la Corte Suprema de Justicia de la NaciĂłn para el que fui nombrado, en comisiĂłn, por el decreto 137 del 26 de febrero de 2025».
Esta decisiĂłn se da en un contexto de inestabilidad tras el rechazo por parte del Senado, donde el Gobierno habĂa intentado que el juez se mantuviera en el cargo hasta el final de las sesiones legislativas, previstas para el 30 de noviembre.
Pese a que GarcĂa Mansilla habĂa dado indicios de que podrĂa resistir y permanecer en su puesto, finalmente optĂł por desistir. Su tiempo en la Corte fue breve, permaneciendo en el cargo durante solo 39 dĂas.
La situaciĂłn fue complicada aĂşn más por una medida cautelar dictada por el juez federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, justo despuĂ©s de la sesiĂłn del Senado. Esta cautelar prohibĂa a GarcĂa Mansilla dictar fallos y tomar decisiones administrativas en la Corte durante tres meses, bajo el riesgo de enfrentar «sanciones penales y/o pecuniarias». La disposiciĂłn tambiĂ©n amenazaba con sancionar a quienes no cumplieran con este «mandato judicial».
La renuncia de GarcĂa Mansilla marca un nuevo capĂtulo en la dinámica polĂtica y judicial de Argentina, evidenciando las tensiones entre el Poder Ejecutivo y el Senado, asĂ como los desafĂos que enfrenta el actual Gobierno en el nombramiento de miembros del máximo tribunal del paĂs.