Por Flavio E. Buchieri Dr. en Economía. Profesor, investigador y consultor.
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La Cámara de Diputados aprobó, el pasado jueves, el proyecto de Presupuesto para el 2023 presentado por el gobierno y, si bien tuvo varias sorpresas, lo cierto es que contó con amplio respaldo de los bloques mayoritarios, situación que obliga a su redefinición en el Senado. Aunque todo el mundo cree que esto será convalidado, lo más importante a rescatar es que, si bien no luce creíble por lo que promete, implica un compromiso, en gran parte, en línea con lo que el país acordó con el FMI.
Ahora bien, ¿qué se aprobó?. Pues veamos los principales aspectos del mismo:
• El gasto global a ser ejecutado será de $ 28 billones mientras que, por su parte, los ingresos serán de $ 22 billones. Esto implica que, de acuerdo a lo acordado con el FMI, el déficit primario se reduce, pasando del 2,5% en 2022 al 1,9% en 2023, por la diferencia.
• Se estima una inflación del 60%. Parece difícil que se alcance, máxime en un año electoral pero, seguramente, es la meta que menos conflicto generará con el FMI. En eso escenario -y como se espera que esta variable tenga un nivel mayor- el presupuesto será corregido, esto es, las partidas ajustadas, si la recaudación de impuestos o la inflación supera la meta prevista en un 10%, fijado esto para el 31 de Agosto próximo.
• Los impuestos internos pasan de 6,5% a 9,5% para productos electrónicos producidos en Tierra del Fuego mientras que, para los importados, el aumento va del 17% a 19%.
• Los balances de las empresas podrán imputar hasta un tercio del ajuste de la inflación en el 2022, un tercio en el 2023 y otro en el 2024.
• Se destinarán a servicios de Defensa y Seguridad $ 1 billón mientras que, los fondos sociales será de $ 18 billones y, a su vez, para atender el servicio de la deuda pública se asignarán $ 2 billones.651.628.646.227.
• La novedad quedó plasmada en un artículo donde se expone que los trabajadores camioneros no pagarán impuestos a las Ganancias por los adicionales que cobran como premio, viáticos y comida. Esto es claro resultado de las presiones de Pablo Moyano ejerció en los últimos días, consiguiendo una paritaria del 107% para todo el 2022.
• Se destinarán $ 85.000 millones al transporte de pasajeros del interior del país en conceptos de subsidios y la obligatoriedad de tener el sistema SUBE. Otro resultado de las presiones de los gobernadores.
• También llamativo es que se expone a que las provincias y municipios controlen que las empresas de electricidad paguen sus deudas a la mayorista Cammesa, teniendo hasta seis meses para acordar un plan de pagos. También se crea un régimen de regularización tributaria de las provincias como la Ciudad de Buenos Aires para la condonación de deudas y recursos de la seguridad social vencidas hasta el 31 de octubre del 2022, con excepción de los aportes a las obras sociales y aseguradoras de riesgos del trabajo (ART).
• Producto de las presiones por dar quorum que exigió la oposición, se permitirá descontar de Ganancias hasta el 40% de los gastos destinados a educación.
• El dictamen introduce un cambio para que el aporte a las obras sociales se realice de acuerdo a cada categoría del Monotributo, que en la actualidad es un monto fijo de $ 1.778. Con este cambio la categoría más alta pagará $ 10.505.
Amén de los aspectos expuestos, lo más interesante del mismo es que el oficialismo perdió la votación sobre el artículo que obligaba a todo el Poder Judicial a pagar Impuesto a las Ganancias, uno de los más controversiales, con 116 votos a favor y 134 en contra. Además, se vio obligado a retirar del proyecto el que le daba al Poder Ejecutivo la facultad de manejar las retenciones, ante una posible derrota.
Tanto el apoyo de buena parte del radicalismo como la abstención del PRO ayudaron al oficialismo a aprobar el proyecto. El razonamiento de la oposición fue que sin Presupuesto 2023 el Gobierno se vería en facultado para administrar los recursos con discrecionalidad, algo que quieren evitar principalmente por tratarse de un año electoral. Esto implicó también un triunfo del Ministro Sergio Massa, quien necesitaba su aprobación para mantener el acuerdo con el FMI. Por ello impulsó los acuerdos con la oposición para hacer cambios a la iniciativa y asegurar así la media sanción.
En las próximas columnas brindaremos más detalles de lo aprobado y comentaremos los principales aspectos que lo definen de cara a lo que, en el fondo ya se discute: las elecciones presidenciales. ¿Luce realista? No, pero el contexto político y social es, quizás, lo único que permite esta propuesta.