Por sus virtudes nutritivas y la calidad de sus propiedades, la carne de cerdo se convierte en una gran opción para esta Navidad y Año Nuevo. A nivel mundial esta proteína es la más elegida para el consumo.

En el mundo, la carne de cerdo es un alimento importante en la dieta de las personas, no solo por su sabor delicioso sino también, por sus propiedades nutricionales. Por eso, sobre todo en las fiestas de fin de año, suele ser una de las opciones preferidas a la hora de celebrar.

Si bien existe una gama de platos y formas de cocinarlo, Daniel Fenoglio, Presidente de la Federación Porcina Argentina (FPA) y de la Cámara Empresaria Porcina de Buenos Aires (CEPBA), destaca la evolución en las preferencias culinarias de los argentinos durante las festividades «En los últimos años se ha visto un cambio en la dieta de los argentinos que han pasado de consumir el típico lechón en las fiestas, a introducir la pierna de jamón o paleta. Pero hay un camino aún por recorrer».

La comparación de costos entre un lechón de 10 kilos y una pierna de jamón del mismo peso revela una relación de precios favorable a esta última, incluso, en el caso de la paleta existe mayor ventaja. Este análisis lleva a Fenoglio a resaltar una oportunidad para la carne de cerdo como una opción económica y rendidora, especialmente en diciembre cuando las familias se reúnen para celebrar.

El aumento en el consumo de carne de cerdo en los últimos meses se atribuye a la diferencia de precios significativa que ha mantenido con la carne vacuna a lo largo de los años. Fenoglio explica que «este factor, combinado con la excelente calidad de los productos porcinos, ha posicionado a la carne de cerdo como una opción atractiva para los argentinos».

En medio de un contexto inflacionario, donde las alternativas de menúes son objeto de debate en los grupos familiares, la carne de cerdo se destaca como una opción accesible. Este aumento en la demanda no solo beneficia a los consumidores sino que también estimula la actividad económica en la industria porcina, generando oportunidades para un crecimiento sostenido del sector. Por otra parte «el consumo per cápita de carne aviar ha alcanzado un techo alrededor de los 50 kg, la carne de cerdo se destaca como una alternativa viable y atractiva» comenta Fenoglio.

Además de las consideraciones económicas, la tradición también respalda la elección de la carne de cerdo en estas festividades. En algunas culturas, consumir carne porcina en Año Nuevo se considera un símbolo de buena suerte y progreso, ya que los cerdos avanzan hacia adelante cuando encuentran comida, simbolizando un camino hacia el progreso.

El sabor y la calidad también forma parte de la elección de los consumidores, por eso cuando se consulta a los expertos sobre cuáles son los pilares o secretos de la industria para garantizar estos componentes en la mesa de los argentinos, rápidamente la respuesta es el bienestar animal.

Guillermo Racca, Gerente Técnico de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal Argentina, subraya que «las normativas de bienestar animal están experimentando cambios significativos, donde la vacunación desempeña un rol crucial en la industria y, en consecuencia, evitar el malestar causado por las inyecciones representa un paso esencial para cumplir con estos nuevos estándares. El estrés tiene un impacto directo en la calidad de la proteína. Afortunadamente, la industria nacional está progresando gracias a los avances en ciencia y tecnología, incorporando dispositivos innovadores de vacunación intradérmica sin agujas. Este sistema no solo reduce el estrés y mejora el bienestar de los animales, sino que también minimiza el dolor asociado con las inyecciones, disminuye las lesiones al no utilizar agujas y aligera la carga de trabajo para aquellos que colaboran en el campo durante el día, contribuyendo así a garantizar la calidad de la proteína».

La correlación entre el bienestar animal y la calidad del producto final se manifiesta de manera clara, y los progresos tecnológicos en desarrollo en la industria están elevando los estándares en la producción porcina argentina. Este enfoque no solo responde a las demandas de los consumidores que buscan alimentos de calidad, sino que también asegura que la producción porcina argentina mantenga su competitividad y sostenibilidad a nivel global.

Considerando todo esto, la elección de la carne de cerdo en las festividades no solo se fundamenta en su excepcional sabor y propiedades nutricionales, sino también en la transformación de las preferencias culinarias, la accesibilidad en medio de un contexto inflacionario y el compromiso continuo con el bienestar animal. La industria porcina argentina, respaldada por la innovación y el cumplimiento de altos estándares de calidad, se erige como una destacada protagonista en la mesa de los argentinos durante estas celebraciones.