Por Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la UBA
El gobierno de La Libertad Avanza (LLA) cuenta tan solo con 38 diputados y 7 senadores, tiene hiper minoría en el Congreso, por eso necesita, si pretende gobernar a través de leyes y no de decretos, conseguir acuerdos con el resto de las fuerzas políticas para lograr sancionar una ley o vetar una ley.
¿Lo viene logrando? Una vez que pudo conseguir que se apruebe la Ley Bases, sí. Logró aprobar esta mega ley con menos artículos y logró concretar dos vetos muy controvertidos. Uno de los vetos negó que el gobierno aumente los haberes de los jubilados un 8%, que es lo que falta recomponer de acuerdo a la inflación sufrida desde enero de 2024 y negó que a futuro se indexen haberes jubilatorios de acuerdo al aumento de salarios (si la inflación sigue descendiendo y el crecimiento empieza su curso como asegura el gobierno, crecerán la actividad y la recaudación y sería esperable y loable que los jubilados también reciban mayores ingresos). El otro veto fue a favor de que no se recompongan los salarios a los docentes y no docentes de las universidades públicas. Los trabajadores universitarios se encuentran cobrando entre un 30 y un 50% menos de lo que deberían, considerando la inflación desde la asunción de Milei.
El presidente exige auditorías. Además de que, por supuesto, deben auditarse las universidades públicas, y para esto por ley según la Constitución existe un organismo, la AGN (y no la SIGEN que depende unilateralmente del ejecutivo), que debe encargarse de tales controles. Pero Milei debe admitir lo que miserablemente está ocurriendo respecto al presupuesto universitario, y es que el gobierno no transfirió las partidas correspondientes para salarios de acuerdo a la inflación que se registró ya en su gobierno.
Soy cordobés
Rodrigo De Loredo es el jefe de la bancada radical en Diputados y lo hemos visto llorar indignado, porque él quiere apoyar a Milei pero el presidente no para de insultar al radicalismo, hemos escuchado a De Loredo en el recinto muy enojado porque Milei hace migas con cantidad de peronistas “casta”, de los 90, de los 70 y del massismo. Mientras llora o se enoja, De Loredo igualmente sigue apoyando a Milei. Esto es lo que le cuestiona gran parte de la militancia radical, incluso parte de esa militancia que no simpatiza con el sector liderado por Martín Lousteau.
Hace pocos días pudimos observar un avance en el vínculo De Loredo – Milei, y esto ocurrió a partir de que De Loredo se reunió con el presidente en la Casa Rosada y reinó la buena onda entre ambos. Fue a partir de ese momento que se aceleró lo que era crónica de una escisión anunciada, se partió el bloque del radicalismo en el Congreso, y los sectores afines a Lousteau y Manes hicieron rancho aparte.
El 30 de octubre el presidente Milei dio un pasito más en esta cruzada anti radical y declaró en un evento de la Fundación Mediterránea en Córdoba, que el ex presidente Raúl Alfonsín había sido partícipe de un golpe contra el radical Fernando De la Rúa en 2001, quien abandonó el poder de manera anticipada luego de que las cacerolas estallaran en todo el país tras una salida de la convertibilidad absolutamente desbandada. Haber llamado al Dr. Raúl Alfonsín golpista cuando es considerado por todo el arco político (menos por Milei, Patricia Bullrich y unos pocos libertarios), como el super papá de la democracia, cayó pesado a cantidad de ciudadanos y dirigentes políticos, especialmente del radicalismo.
De Loredo se pronunció en contra de tales manifestaciones agraviantes hacia la memoria de Raúl Alfonsín, así como también cuestionó al presidente por las embestidas frecuentes con insultos incluidos contra el Congreso y contra el Periodismo, pero, aun así, continúa apoyando al presidente.
Y la pregunta de muchos es ¿por qué Rodrigo De Loredo, luego de tanto llanto, grito y reclamo y de que Milei no para de ofender al radicalismo, lo sigue apoyando sin condiciones?
¿Una respuesta posible podría ser que Rodrigo De Loredo tiene una ambición personal muy clara y es que pretende ser, por ejemplo, el próximo gobernador de Córdoba? Y como Córdoba fue el distrito donde Milei más votos obtuvo para llegar a la presidencia, y el 74% del total de los votantes cordobeses eligieron al líder libertario, De Loredo tal vez piensa “si la mayoría de los cordobeses demostraron hace 11 meses simpatizar tanto con Milei, yo debo simpatizar con Milei”.
¿Existen otros “De Loredos”?
Sí, al menos cuatro gobernadores que provienen o tienen relación con el peronismo, y algunos del ex Juntos por el Cambio también. Raúl Jalil de Catamarca, Osvaldo Jaldo de Tucumán, Hugo Passalacqua de Misiones y Gustavo Sáenz de Salta. Los cuatro gobernadores cenaron en la quinta de Olivos luego de haber apoyado el veto contra la recomposición por inflación de los salarios universitarios, y si bien no se trató de una festejo jocoso como ocurrió con los 87 héroes que votaron en contra de la recomposición de los haberes jubilatorios, la invitación pretendió ser un agasajo a los mandatarios provinciales que en palabras del salteño Sáenz dejó bien en claro que los favores son recíprocos, “nosotros venimos acompañando y dando gobernabilidad desde el primer momento, … en lo que pueda beneficiar a nuestras provincias, y al pueblo en general, lo vamos a ayudar” manifestaba pocos días atrás Sáenz. ¿Cabe alguna duda que estas provincias están siendo beneficiadas en un intercambio de ayudas mutuas? Si uno escucha al gobernador salteño, no.
La política está más avivada que nunca, la casta se realinea sin escrúpulos y Raúl Alfonsín no perpetró ningún golpe de Estado.