El Gobierno nacional destinará este año más de $ 58.000 millones a programas de inclusión en el ámbito educativo, para posibilitar una mayor inserción, continuidad, permanencia y finalización de los estudios por parte de las alumnas y los alumnos de los diferentes niveles, especialmente aquellos que provienen de sectores vulnerables.

El presupuesto del Ministerio de Educación para 2021 contempla la inversión de $ 27.085.763.389 para el programa Progresar, que otorga un aporte mensual de $ 2.100 por estudiante de 18 a 24 años para completar sus estudios, con excepción de las y los pertenecientes a pueblos originarios y jefas de hogar, cuyo tope se extiende hasta los 30; y de las personas trans y travestis, para quienes no hay límite de edad.

Asimismo, habrá un desembolso de $ 25.730.996.398 para la construcción de nuevos jardines de infantes, de manera de ampliar la cobertura de la educación para niñas y niños 3 a 5 años en todo el país.

Además, el relanzamiento de las notebooks educativas, bajo la denominación Plan Federal Juana Manso, significará por parte del Estado la erogación de $ 13.576.543.594 para la adquisición de equipamiento informático y provisión de conectividad a los estudiantes.

Otros programas de inclusión educativa que insumirán importantes recursos del Presupuesto son los de Innovación y Desarrollo de la Formación Tecnológica, con $ 9.400 millones; Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas, con $ 6.132.345.976; y el Plan Nacional de Lecturas, con $ 3.255.741.129.

Esto totaliza una inversión de $ 58.095.627.097 en programas de inclusión, que significa un 14,62% del presupuesto educativo para este año, que alcanza a $ 397.164.639.932.

«Los objetivos de la política presupuestaria reflejan prioritariamente la atención de las poblaciones excluidas, en situación de vulnerabilidad y necesidad, en particular, de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que se encuentran fuera del sistema educativo, con estudios obligatorios interrumpidos o que requieren de acompañamientos pedagógicos específicos en sus trayectorias escolares para acceder o reingresar, promover y egresar de la escolaridad obligatoria», subraya el presupuesto educativo entre sus objetivos principales.

Del total destinado a programas de inclusión, el Progresar representa casi la mitad, con un 46,62%, y un aumento del 94,74% con respecto al 2020.

El objetivo es aumentar más la cobertura y llegar a 750.000 estudiantes, según lo anunció el ministro de Educación, Nicolás Trotta, a fines del mes pasado. De esta manera, se incrementará la cantidad de beneficiarios en un 36% en comparación con los 550.000 de 2020.

Según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), «en 2015 se registraron 724.439 jóvenes (en el Progresar), 816.006 en 2016, 776.668 en 2017 y 584.498 en 2018, mientras que en 2019 se registraron sólo 423.926».

«Ello representa una caída del 48% en la cobertura del programa respecto de 2016 y de 42% respecto de 2015», puntualizó el CEPA sobre la evolución del Progresar durante el gobierno de Mauricio Macri.