Por Laura Olocco. Comunicadora Social
Un día 9 de julio de 1816, representantes de nuestro pueblo consumaron un proceso emancipador que se había iniciado en mayo de 1810. San Miguel de Tucumán fue la ciudad elegida para coronar semejante hito de nuestra historia. Aquel 9 de julio, el Congreso de las Provincias Unidas, afirmó la voluntad de «investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli». Y sobre todo, «de toda otra dominación extranjera».
Sin embargo, poco se habla sobre aquellas mujeres que fueron relevantes para nuestra independencia de la Corona Española. Invisibilizadas por el relato histórico oficial y patriarcal, las mujeres también lucharon por sus ideas y propuestas, bregando por una patria más justa e igualitaria. Aristocráticas, campesinas, indígenas, artistas, periodistas, entre tantas otras, dejaron una huella imborrable en la historia argentina, con ideas y hechos, pero que de forma deliberada no aparecieron en los relatos de la historiografía oficial. Más tarde que temprano, sabemos que estas mujeres fueron un pilar en la configuración de la Argentina naciente, no detrás de los grandes hombres de la época, sino como protagonistas con propia voz.
Todas ellas mediante diferentes profesiones se ocuparon de dar un giro a la historia mediante pequeños pasos como luchar por la Revolución, alcanzar el derecho al voto femenino o luchar por las condiciones laborales y difundir una versión alternativa de la historia de nuestro país, que ellas mismas escribieron.
Aquellas mujeres participaron en el día a día de la construcción histórica del país; muchas, desde el lugar privado al que estaban relegadas: el doméstico. Llevaban adelante, con los pocos recursos que contaban, en un contexto que la región atravesaba guerras continuas, las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. En muchos casos, fueron las madres de los futuros dirigentes de la nación. Otras lograron ocupar un espacio en el ámbito público, aquel que solo estaba reservado para los hombres. María Guadalupe Cuenca, Encarnación Ezcurra, Rosa Guerra, Mariquita Sánchez, Remedios de Escalada, Petrona Rosende de Sierra, entre muchas otras, dejaron diferentes documentos, cartas y otros textos que hoy proponen una perspectiva distinta de la historiografía oficial.
Particularmente Petrona Rosende de Sierra, se convirtió en la primera mujer de esta región en crear un diario para difundir las cuestiones que les tocaban de cerca a toda la comunidad femenina (Así era la primera publicación feminista de la Argentina). Se llamaba La Aljaba, y su lema rezaba: “Nos libraremos de la injusticia de los demás hombres, solamente cuando no existamos entre ellos”. Apenas publicaron 18 ejemplares. Sin embargo, fue el comienzo para difundir las ideas propuestas por aquellas mujeres que supieron evitar el silencio y conseguir un lugar por derecho propio.
En este contexto, es necesario remitirnos a la actualidad. 9 de julio del 2024: pocos minutos después de la medianoche, casi todos vestidos de negro como exigía la invitación, y en una ciudad de San Miguel de Tucumán helada por las bajas temperaturas, el presidente Javier Milei y un grupo de 18 gobernadores firmaron por fin el postergado (y devaluado) Pacto de Mayo al comienzo día de la Independencia. Lo hicieron dentro del salón de la jura en la Casa Histórica, cuya cuadra estuvo todo el día vallada. A la firma del pacto, no solo faltaron seis gobernadores, la mayoría de los expresidentes -salvo Mauricio Macri y Adolfo Rodríguez Saá-, sino que también se borró la vicepresidenta «libertaria», Victoria Villarruel.
El Presidente afirmó que lo que vive la Argentina es un cambio de época, pero más bien, parece un retorno al siglo XIX, donde las mujeres fueron totalmente invisibilizadas del relato histórico oficial y patriarcal. Las mujeres de la patria siguen hoy marcando hitos en nuestra historia contemporánea y no podemos permitir que la historia oficial las borre, y desestime. Seguiremos resistiendo, honrando a las mujeres que construyeron nuestra hermosa patria.