El tópico más trascendental de julio fue, claramente, el traspaso de Lionel Messi al PSG de Francia. Este suceso no sólo tuvo en vilo al mundo deportivo de Europa y Sudamérica, sino que también acaparó los medios de comunicación y las redes sociales alrededor del mundo. Pero esto no fue sólo fútbol.

El pasado 10 de agosto, Lionel Messi fue presentado oficialmente como nuevo jugador del Paris Saint-Germain, luego de una serie de negociaciones con el Barcelona (club que habitó los últimos 20 años) que por cuestiones de reglamentos financieros, no pudieron avanzar. El astro argentino terminó acordando en condición de jugador libre con en el equipo francés, por al menos 2 años y un sueldo de €2.900.000 al mes.

El argentino, acostumbrado a romper récords dentro de la cancha, no pudo ser menos y también lo hizo afuera, activando toda una maquinaria mundial a nivel comercial y generando un gran impacto tecnológico a partir de un hecho deportivo. Incluso alcanzó en Google el nivel máximo de popularidad en las búsquedas y su llegada al PSG disparó el precio de la criptomoneda de la institución (fanToken), con la que el club recauda dinero a cambio de beneficios para sus poseedores.

El movimiento que produjo en las redes sociales no fue menor. Antes de la llegada de Messi, el PSG tenía unos 37 millones de seguidores en Instagram, y actualmente ronda los 50 millones, significando un crecimiento cercano a los 12 M. Aunque aún, muy lejos de los 100 M. de seguidores que tiene el Barcelona. Por otro lado, este efecto también significó un crecimiento en las redes del rosarino similar al del club francés, ya que su Instagram pasó de tener 245 millones a 260 M.

El club parisino, además de querer ganar la UEFA Champions League, también pretende ganar mucho dinero con la venta de camisetas, debido a que Nike, la marca oficial que viste al equipo, estima que en el lapso de esta temporada venderá cerca de 10 millones de camisetas de Messi, con el antecedente de haber liquidado cerca de 800.000 en las primeras horas tras el anuncio de la contratación. Quién extrañará mucho al jugador en ese sentido, será el Barcelona, que dejará de ingresar a su tesorería entre 20 y 30 millones de euros por temporada, por venta de camisetas. Los catalanes además ya calculan las bajas de ganancias que tendrán también por ventas de entradas y contratos comerciales, entre otros beneficios que eran resultado de la presencia del 10 en el club.

Respecto a este rubro, el otro ganador fue Michael Jordan, mítica estrella de la NBA. El ex-basquetbolista trabaja junto a Nike para desarrollar productos deportivos, entre ellos la indumentaria del PSG, que lleva su logo en las camisetas desde hace un par de años. De esta manera, Michael percibe una comisión por la venta de cada camiseta y tras confirmarse el fichaje de Lionel Messi al equipo francés, su fortuna subió de forma exponencial, ya que él obtiene un 5% de las ventas totales.

Otro beneficiario del fenómeno del mes es Amazon, que en junio adquirió los derechos de retransmisión del 80% de los partidos de la Ligue1 francesa a una fracción del precio original, convirtiéndose en un negocio millonario.

La llegada de Leonel Messi a Francia podría contribuir a aumentar el valor del París Saint-Germain hasta en un 20 % gracias a la capacidad del argentino de atraer grandes marcas y audiencias. Para tener una medida de referencia, se calcula que antes de fichar a Neymar y Mbappé (en 2017) el valor del club francés era de €1.000 millones, y hoy está tasado aproximadamente en unos €2.000 M.

Este suceso único, que sacudió el tablero comercial es, sin duda alguna, fruto de una excelente estrategia de marca de los dirigentes del PSG, que le dieron la posibilidad al club parisino de convertirse en una de las mayores marcas del deporte mundial, en tan solo diez años.