La CĆ”mara de Diputados de la NaciĆ³n dio media sanciĆ³n al proyecto de Ley de promociĆ³n de la industria automotriz. La iniciativa apunta a promover las inversiones en todos los eslabones de la cadena de valor automotriz, es decir, terminales y autopartistas de los diferentes anillos, sistemitas y empresas que agregan valor a partir de procesos industriales.

En su participaciĆ³n, la diputada nacional Soledad Carrizo expresĆ³ su apoyo a la iniciativa a la que considerĆ³ beneficiosa ya que, ā€œes un sĆ­mbolo identitario de nuestro desarrollo nacional, con especial importancia para CĆ³rdoba, la provincia a la cual representoĀ».

Sin embargo la misma, ā€œdebe ser analizado en un contexto mucho mĆ”s amplioā€, agregĆ³. ā€œNo podemos ser indiferentes, aun en el consenso de este proyecto, que en apenas 30 dĆ­as todos los salarios argentinos han tenido una depreciaciĆ³n y pĆ©rdida de poder de compra mayor que en 4 aƱos de gobierno del presidente Macri. Ese simple dato, esconde tras de sĆ­ un complejo, complejĆ­simo escenario de consecuencias encadenadas, vinculadas estrictamente a la confianza. Y la confianza en nuestro paĆ­s ha seguido un ritmo de depreciaciĆ³n inversamente proporcional al aumento del dĆ³lar, ese dĆ³lar que en dichos del ex ministro GuzmĆ”n y de la actual ministra, es apenas marginalā€.

Entre los beneficios fiscales, el proyecto aprobado plantea: devoluciĆ³n anticipada del IVA; amortizaciĆ³n acelerada de los bienes de capital y de las obras de infraestructura; y que los derechos de exportaciĆ³n van a ser de 0% hasta el 31 de diciembre de 2031. AdemĆ”s, declara a la Industria Automotriz-Autopartista como Industria EstratĆ©gica en la RepĆŗblica Argentina; y propone la creaciĆ³n de un Instituto de la Movilidad, un aspecto cuestionado por la oposiciĆ³n; entre otros puntos.

ā€œYo le dirĆ­a a la seƱora Ministra, que las grandes operaciones de nuestra ciudadanĆ­a no son las que ella proyecta. Las grandes operaciones de los argentinos de a pie son ir al supermercado y comer cada dĆ­a. Entonces por favor no se sienta tan cĆ³moda ni lo vea como una marginalidad. Ese camino nos ha llevado hasta donde estamos hoy, y no es el lugar que prometieronā€, dijo.Ā 

Y agregĆ³ que ā€œTestigo de esto, es tambiĆ©n la industria automotriz, quien tampoco se siente cĆ³moda, como la ministra. Y por supuesto que no puede sentirse cĆ³modo este sector que lo Ćŗnico que recibe son medidas de asfixia, de ahorcamiento y de restricciĆ³n a su capacidad productiva. HistĆ³ricamente la producciĆ³n automotriz ha sido un eje de desarrollo, y el propio presidente la ha adoptado como una bandera, sin comprender que no se puede incentivar ajustando, ni apoyar restringiendoā€.

ā€œSancionar esta ley es necesario, y pese a las disidencias que se han planteado, acompaƱamos favorablemente; pero ni el mayor esfuerzo que podamos hacer en generar consensos dentro de este Congreso puede ayudar al paĆ­s si el Poder Ejecutivo no tiene un rumbo claro, una identidad, y no ofrece seƱales de certeza; por eso, hagamos lo que hagamos, vamos a estar en falta con el sector productivoā€, sentenciĆ³.

ā€œApostar al desarrollo de una industria estrategia como lo es la autopartista es una excelente seƱal, pero que trae aparejado responsabilidades que no sabemos si el gobierno nacional estĆ” dispuesto a cumplir, y la primera de ellas es la coherencia. Si la decisiĆ³n es incentivar, impulsar y promover, el Poder Ejecutivo debe ser coherente y actuar en conformidad, generando una alianza estratĆ©gica con el sector, de confianza mutuaā€, ampliĆ³ la diputada.

ā€œTodo se trata de confianza. El enfrentamiento del gobierno nacional con los sectores productivos son seƱales de un modelo que ha fracasado y que genera cada vez mĆ”s pobreza, asistencialismo y mayor dĆ©ficit fiscal. AquĆ­ el mayor problema es polĆ­tico y esta ley no va a lograr los resultados esperados si no hay una comprensiĆ³n de quienes tienen la responsabilidad de traer calma y confianza. Y no hay seƱales de cambio en este sentido. Esto debe preocuparnos y en eso debemos trabajarā€, concluyĆ³ Soledad Carrizo.