El candidato de Unión por la Patria (UxP) reiteró su intención de convocar a un gobierno de unidad nacional «sobre la base de llamar a los mejores sin que importe su fuerza política». Los números de la victoria sobre Milei y Bullrich.

El candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, agradeció este domingo a los «más de 25 millones de argentinos que fueron a votar, votaran por quien votaran», en los comicios en los que resultó el postulante más elegido, con casi el 37% de los votos. «La grieta se murió y empieza una nueva etapa», afirmó.

Desde el búnker de UxP en Chacarita, Massa sostuvo que «a 40 años del nacimiento de nuestra nueva era democrática, los argentinos manifiestan y abrazan este sistema como un sistema para elegir a quienes gobiernan».

Además, hizo un llamado a los votantes del Frente de Izquierda (FIT) y de Hacemos por Nuestro País (HxNP), del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.

«Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional, sobre la base de llamar a los mejores sin que importe su fuerza política», afirmó en otro tramo del festejo de Unión por la Patria, que lo tuvo como único orador en el escenario.

Massa destacó que «la grieta se murió y empieza una nueva etapa», y reiteró su intención de «poner punto final a la destrucción del otro».

“Sé que muchos de los que nos votaron – señaló – son los que más están sufriendo, no les voy a fallar. Mi compromiso es construir una patria en la nuestros hijos puedan elegir ir a la escuela con una compu en la mochila y no con un arma».

«Este no es un país de mierda. Entre todos lo vamos a poner en el lugar que se merece», agregó el candidato de Unión por la Patria.

Massa anunció, al asumir su victoria, que «la grieta se murió», en referencia a la fuerte polarización entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio (JxC) que definió al sistema político, como mínimo, desde la última década.

En ese aspecto, dio por sentado que, en caso de ganar en la segunda vuelta, el 10 de diciembre empezará una «nueva etapa en la política argentina».

En efecto, Massa se dirigió a los votantes de Myriam Bregman y del cordobés Schiaretti, a quienes llamó por su nombre de pila, y a los radicales de JxC que creen en la «educación pública», y aseguró que hará todo su «esfuerzo» en trabajar para «ganarse su confianza».

«Mi compromiso es construir más Argentina con reglas claras y orden», remarcó, en un mensaje en el que mostró autonomía y en el que insistió que trabajará durante los «próximos 30 días» en «consolidar la idea de que ese gobierno de unidad nacional es posible».

Massa habló solo en el escenario, en una ratificación de la centralidad de su figura, y solo estuvo acompañado durante un momento por su esposa, Malena Galmarini, y sus hijos Milagros y Tomás, del mismo modo que lo hizo la familia de Agustín Rossi, el jefe de Gabinete y su compañero de fórmula.

Además abogó por «construir reglas claras frente a la incertidumbre, construir una patria que sin dudas tengamos la capacidad de que nuestros hijos puedan ir con una computadora en la mochila y no con un arma en la mochila».

Además bregó por «establecer los pilares de políticas de estado, convocar a un gobierno de unidad nacional para construir una industria argentina fuerte, frente a aquellos que plantean la apertura indiscriminada de las importaciones».

En ese sentido, apuntó a «construir con aquellos que quieren más educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva, ante los que quieren ofrecer voucher», en relación a la propuesta de Javier Milei.

De hecho, y en un intento por diferenciarse de Milei, el candidato del peronismo planteó que a partir del 10 de diciembre «cuidará del país» como cuidó de su familia.

También agradeció «a los más de 25 millones de argentinos que fueron a votar, votaran por quien votaran» y sostuvo que Argentina «vive una situación compleja, difícil, llena de desafíos para enfrentar, y que sin embargo creyeron que éramos la mejor herramienta para que el 10 de diciembre empecemos a construir una nueva etapa».

Admitió que «muchos de esos que nos votaron son los que mas están sufriendo», por lo que no les va a «fallar».

Además, exhortó a «la construcción de un régimen laboral moderno, que abrace la tecnología y la capacitación laboral sin perder derechos conquistados», aparte de convocar a una unidad nacional «sobre la base del desarrollo federal, con más federalismo, más coparticipación de las provincias, más desarrollo del norte argentino y de la Patagonia».

Eso mismo le había pedido, minutos antes, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien celebró junto a Massa y la militancia peronista en el Complejo ‘C’ de Chacarita, el lugar elegido por UxP para montar su búnker de campaña.

Kicillof, que obtuvo su reelección con casi el 45% de los votos, había pedido «políticas nacionales» que promuevan el federalismo y advirtió que la campaña no finalizaría hasta que Massa fuera presidente.

En su discurso, el ministro y candidato planteó además que «la Argentina que viene es la del abrazo del campo y la industria, el interior y la ciudad, del desarrollo ferroviario, empresarios y trabajadores sentados en la misma mesa».

«Tengamos la capacidad de poder poner punto final a la idea de la destrucción del otro», pidió.

En esa línea, y al dar un mensaje a la militancia en las afueras del Complejo ‘C’, Massa llamó a no caer en provocaciones y «poner la otra mejilla» frente a las agresiones, con el «doble de humildad». También prometió que trabajará para lograr la visita del papa Francisco en el año 2024, después de que Alberto Benegas Lynch (h), uno de los asesores libertarios, generara controversia y el repudio del sistema político al pedir, en los últimos días de la campaña, «romper relaciones con el Vaticano».

«No hay dudas que frente a un pueblo absolutamente creyente, desde acá le decimos (al papa Francisco) que desde el 10 de diciembre, gobernando la Argentina, vamos a trabajar para que en el 2024 visite la Argentina», insistió el postulante de UxP.

En su discurso, Massa agradeció a los militantes de la coalición oficialista y los definió como «el combustible que sentía cada día en la campaña»; al referirse a nombres propios no nombró ni al presidente Alberto Fernández ni a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En las PASO del 13 de agosto, a nivel de frentes, UxP había obtenido el 27,28% y había terminado en tercer lugar, debajo de Milei y de Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio (JxC), respectivamente, en lo que había sido una suerte de «empate» entre los tres frentes.

En este turno electoral, sin embargo, la boleta del oficialismo sumó 9 puntos y llegó a 36,62%, dejando al postulante libertario en segundo lugar.

De los 25 millones de votantes, UxP obtuvo en esta oportunidad 9,5 millones, y en el búnker de UxP señalaban que faltan 3,5 millones para llegar a la mitad de los votantes totales en el balotaje del 19 de noviembre.

Fuente: Télam