LA TRASTIENDA / RIO CUARTO
El PJ local intentó en la ultima semana ejercitar una suerte de posicionamiento de potenciales candidaturas para la intendencia 2024. El intendente Juan Llamosas quiere convertirse en el gran elector y por eso ensayó algunas variantes, que por ahora dejan un sabor agridulce. El Centro Cívico de la Provincia, con sede local, fue el ámbito elegido para la reaparición pública de Adriana Nazario. Antes, se paseó por varios eventos oficiales con el secretario de Gobierno, Guillermo De Rivas, e intentando capitalizar el nuevo capítulo del exitoso Presupuesto Participativo. Tales montajes resultaron cuando menos descoloridos. Entre tanto, por fuera del universo político del jefe comunal, se mueven no pocos dirigentes -del PJ, claro- que edifican sus estrategias para lanzar eventualmente precandidaturas, o fortalecer sus espacios políticos internos para tener la chance de una interna partidaria, o sentarse a la mesa de las definiciones.
Transitando ya el ultimo trimestre del año, en el palacio de Mójica decidieron poner en marcha el ensayo de posicionamientos con miras al capitulo electoral que vivirá la ciudad, no más allá de junio del año próximo.
La llamativa aparición de la contadora Adriana Nazario en un acto con vecinos en la sede local del gobierno provincial, acompañada por el propio Llamosas y los referentes del Schiarettismo, resultó tan llamativa como la opacidad con que se desarrolló.
La ex pareja del gran José Manuel de la Sota, parece decidida a encarar la candidatura a la intendencia; al menos, eso es lo que dicen sus dirigentes más cercanos. Si esto es tal cual, resulta doblemente sorpresivo la irrupción de la ex diputada compartiendo escenario en un evento institucional de poca relevancia.
Exponerse, sólo por si acaso, a una suerte de simulacro de escenario político suena a primera movida con flaquezas. Innecesario para la también ex ministra de la Producción, probablemente muy útil para Llamosas, que comienza a dibujar así su mapa de recorrido político para el convite municipal del 2024.
En rigor, los tubitos de ensayos del jefe comunal se habilitaron días antes cuando el propio mandatario se puso al hombro a Guillermo De Rivas para mostrarlo con énfasis en algunas actividades oficiales. El secretario de Gobierno es uno de los apuntados por el intendente para entrar en la conversación por la próxima intendencia. ¿Su principal crédito? La gestión del Presupuesto Participativo y el éxito alcanzado por los altos niveles de participación ciudadana. El otro elegido es Agustín Calleri, titular de la Fundación de Deportes, quien además de su reconocimiento como tenista, exhibe una larga lista de reformas en el histórico Centro 11.
Una particularidad une a los mencionados: tienen perfil bajo, son moderados, se mueven solos y carecen de estructuras o espacios propios. Será por eso, que Llamosas los ve con buenos ojos, pero al mismo tiempo le da curso a sus dudas y va en un primer auxilio de Nazario.
El intendente tiene herramientas a su alcance para moldear su proyecto de continuidad en el gobierno, pero el almanaque comienza a apurarle el paso, ya que la definición del o la postulante debería saldarse antes que finalice el próximo verano.
A propósito de recursos, la idea de ampliar la base electoral conlleva a la exploración del diálogo con otros sectores por fuera del arco peronista. Casi emulando a Llaryora, el intendente tiende puentes con dirigentes de otros espacios, fundamentalmente de la Unión Cívica Radical. Al respecto, se admite en las mesas de café que hubo conversaciones con el sector que lideró Gabriel Abrile, en las internas de septiembre último, y que sorpresivamente, ganó con contundencia Gonzalo Parodi.
Se piensa en los despachos oficiales que una coalición bien amplia, que exceda al justicialismo, es la alternativa electoral que exigen los nuevos tiempos. Las encuestas y la marcha del termómetro “social”, definirán el camino.
Además, el armado del intendente tiene otros aditamentos de peso. Por caso, las chances de quien se convierta en candidato, y por si fuera poco, que alcance el visto bueno de quien será el gran responsable político de la provincia, y por ende del peronismo cordobés: Martín Llaryora, quien en diciembre, ya estará en funciones.
¿Aceptará el próximo gobernador, mansamente la propuesta de candidatura a la intendencia local por el oficialismo, que presente Llamosas? ¿Surgirá el candidato o candidata del propio Llamosas de los tres dirigentes nombrados? ¿No hay margen para otros referentes? ¿Qué pasa con el resto del Justicialismo local? ¿Nadie pedirá internas partidarias?
Fuera del universo político del intendente, hay un run-run que se mueve y amenaza con tomar forma. Y es raro porque varios de sus interlocutores tuvieron su origen político junto a Llamosas.
Los nombres de Camilo Vieyra, Mauricio Dova, su hermano Gustavo. Son algunos de los que circulan en algunos conciliábulos peronistas. El ex secretario de Gobierno, sigue su recorrido político conversando con referentes locales y también regionales. El presidente del Tribunal de Cuentas, le da continuidad a su raid entre sectores e instituciones, y en cada oportunidad confirma su precandidatura. Y su hermano, Gustavo Dova, ex subsecretario de Políticas Sociales, se encuentra enfrascado en sostener lo que define como una estructura territorial en una larga lista de barrios de la ciudad.
Estos, y otros que aún sacan cuentas, intentarán ser de la partida en la próxima licitación del candidato oficialista. Todos los que están lejos del cerco llamosista saben que resultará muy difícil lograr una apertura del Partido para convocar a interna.
En todo caso, trabajan en lograr la mayor musculatura posible para entrar en la conversación. Será un desafío titánico. Ponen en el haber un par de aspectos a considerar: la historia electoral de la ciudad muestra que en el PJ -con o sin aliados- todos necesitan de todos, y además, que confían en la visión que desandará Llaryora en Río Cuarto, quien -afirman- no querrá dar un paso en falso en su primera elección como gobernador recién asumido, y contendrá a todos los sectores.
Para el oficialismo riocuartense en todas sus expresiones, el tiempo de descuento ya comenzó.