LA TRASTIENDA

Se vienen 60 días de alto voltaje para el gobernador Martín Llaryora. Deberá lidiar con una agenda política de suma peligrosidad porque la mayoría de sus variables dependen de actores externos, ajenos a su propia decisión. Por un lado, el Pacto de Mayo, promocionado por el presidente Javier Milei, que tiene como sustento la polémica Ley Bases, que se plasmaría en nuevo acuerdo institucional con los gobernadores, en un conclave a celebrarse en Córdoba, encuentra a Llaryora haciendo esfuerzos para reinstalarse en la constelación libertaria y sellar acuerdos indispensables. En otro costado, el mandamás provincial calibra el complejo tablero electoral de Río Cuarto, con miras a las elecciones municipales del 23 de junio próximo, instancia para la cual el Justicialismo, siendo gobierno, se encamina a una división tan inevitable como inentendible. El gobernador despliega estrategias y teje todo tipo de relaciones para llevar al mínimo error posible sus movimientos. Necesita de gestiones políticas con resultados favorables en las próximas semanas, de lo contrario, comenzarán a notarse flaquezas en su gobierno, en virtud de los paupérrimos indicadores que va dejando el devastador ajuste económico de Milei, sobre Córdoba, y que si bien, no da respiro, sus depositarios -las y los cordobeses-, aún avalan en mayoría.

Preocupantes datos de la actividad económica

Hay datos e indicadores actualizados cada semana que construyen un panorama oscuro para la actividad económica y productiva de la provincia. Y muchos de ellos, ya se verifican de manera empírica a lo largo del territorio con cierre de locales, suspensión de actividades, cesantías de puestos laborales y abruptas caídas de ingresos particulares y recaudaciones tributarias oficiales. Veamos.

Un informe de la Secretaría de Trabajo de la Provincia da cuenta que hay 43 empresas con procedimientos preventivos de crisis y ello implica casi 8.000 trabajadores suspendidos.

El dato cuantitativo oficial, también preocupa porque se trata de la suspensión -y eventual perdida- de puestos laborales mayor calidad en el mercado de trabajo.

En marzo pasado, el comercio minorista experimentó en Córdoba la caída interanual más pronunciada desde la pandemia: 19%, un retroceso que no se veía desde mediados del 2020.

Más grave aún, se acumulan 22 meses de descensos consecutivos en las ventas, según muestra la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom).

El Centro de Almaceneros de la provincia, relevó por su parte qué en los últimos 30 días, más del 40% de las familias encuestadas declararon que, por falta de recursos, algún miembro de su hogar dejó pasar por día una de las cuatro comidas básicas.

En el comercio y los servicios, tras cuatro meses de retracciones, se preparan para afrontar los tarifazos de EPEC, y peor aún, las que llegarán con super aumentos a fin de mes y en mayo, correspondientes a ECOGAS.

Los analistas económicos concluyen que: no hay un solo sector de la economía cordobesa que no esté mal, ni siquiera el agropecuario (a excepción de los que operan con el exterior).

El ajuste del gobierno nacional y la consecuente recesión hacen estragos en todas las actividades de la provincia (como en el resto del país), y lo más impactante es que nadie tiene precisiones sobre qué puede pasar a mediano plazo.

Los preocupantes datos de la Provincia

Lo dijimos líneas más arriba. El gobernador tiene sobrados motivos -aunque no siempre fundados en su concepto político- para buscar un alineamiento circunstancial con el presidente.

Urge resolver un vencimiento de deuda por casi 160 millones de dólares, en el mes de junio. No falta mucho, por cierto. El otro pago importante, por el mismo monto también en dólares, será en diciembre.

A ello, debe sumarle la imperiosa necesidad que se reactiven algunas obras públicas totalmente paralizadas, y que complican seriamente el desarrollo y las actividades de varias regiones del territorio provincial.

Es cierto que el Estado cordobés está haciendo importantes esfuerzos para contener actividades y sectores que el ajuste y recorte de Milei dejó en el vació, provocando un impacto de profundas dimensiones sociales y económicas.

En ese punto el gobernador sostendrá tanto como pueda la presencia del Estado -a contramano del manual libertario de Milei-, pero sabe que necesitará, más temprano que tarde, de una cuota que oxigene las alicaídas arcas provinciales.

En marzo la recaudación provincial se desplomó. La caída del 18% en términos reales sólo encuentra antecedentes en la pandemia de 2020.

Los recursos que coparticipa la Nación llegan en cuentagotas y los giros no automáticos son casi nulos.

Sólo por los cortes unilaterales de los envíos para la Caja de Jubilaciones, para el Fondo de Incentivo Docente y para los subsidios al transporte, la Nación le quita este año a la Provincia casi 190 mil millones de pesos.

Por orden de Llaryora, el Tesoro local cubrirá los 150 mil millones que la ANSES no envía ni enviará.

Con esos datos, Milei mira con aires de suficiencia a Córdoba, tal vez, como al resto de las provincias. Y Llaryora, dejó para otro momento el discurso de confrontación.

Por eso, junto a su ministro de Finanzas, Guillermo Acosta, trabajan para sortear los obstáculos de deuda en el horizonte.

Si logra pagar el vencimiento en junio, y luego refinanciar esos 159 millones de U$S, la búsqueda de financiamiento en el mercado interno podría ser utilizado entonces para obras. Para esta operatoria, como con varios gobernadores que ya lo hicieron, Llaryora necesita del aval del ministro de Economía, Luis Toto Caputo.

La suerte de esta gestión no es menor, pues Llaryora tiene dos prioridades: las autovías San Francisco-Córdoba y la de Holmberg-Río Cuarto.

La primera tiene un avance del 70%, mientras que la segunda un poco más: el 80%.

Esta obra en las inmediaciones de Río Cuarto es una gran preocupación, porque genera muchos problemas, en una zona de mucho tránsito. En una de las visitas a la capital alterna provincial, el gobernador advirtió que la Nación debe terminar ese proyecto, por los riesgos que genera por la alta circulación de vehículos.

En síntesis, curiosa realidad política y social. Pese al feroz ajuste del gobierno nacional y al fuerte aumento de los servicios públicos que genera la quita de los subsidios nacionales, Milei conserva un apoyo superior al 60% entre las y los cordobeses.

Sin más, el gobernador resulta claramente afectado por la interminable lista de recortes. Y el conjunto de la provincia, como consecuencia directa de ello. Sin embargo, la mayoría de la sociedad cordobesa no admite siquiera un párrafo de críticas al presidente libertario que tiene como propósito la destrucción del Estado y elige cómo adversarios favoritos al conjunto de gobernadores, como así también diputados y senadores.

El tiempo de descuento en las elecciones de Río Cuarto

En una semana deberán presentarse las coaliciones electorales que competirán en las elecciones municipales el próximo 23 de junio, donde más de 130 mil electores estarán habilitados para sufragar.

Por eso, los sectores políticos apuran el armado de sus ofertas, entre postulaciones y partidos que los apoyen.

En el oficialismo, el gobernador calibra con algo de preocupación el complejo tablero electoral local, instancia para la cual el Justicialismo, siendo gobierno, se encamina a una división tan inevitable como inentendible.

Guillermo De Rivas, el elegido por el intendente Juan Llamosas, ahora es el delfín de Llaryora, y si bien se cuidan las formas, la Provincia hará todo lo que esté a su alcance, y más, para asegurar el triunfo del actual secretario de Gobierno.

Por estas horas, hay un encono sin freno contra las huestes de Adriana Nazario, quien ultima detalles para salir al ruedo en una semana a más tardar.

En el oficialismo municipal y provincial, están molestos con la falta de voluntad de la ex pareja de José Manuel de la Sota de sentarse a dialogar. Y con su entorno, que forma parte del mismo gobierno municipal, por actitudes de desaire al interior del mismo Ejecutivo local.

De Rivas, arranca mañana con una apuesta fuerte en el estadio cerrado del Club Estudiantes, donde confían en reunir unas 2.000 personas, y en una suerte de continuidad con la convocatoria de la semana anterior en la Vecinal Fénix, oportunidad en que más de 600 asistentes se dieron cita.

En la vereda opositora, hay un run run entre molesto y risueño en torno al dirigente Gabriel Abrile. El reconocido médico perdió la interna de la UCR a fines del año pasado, a manos del concejal Gonzalo Parodi, y desde entonces, ha tenido una actitud ambigua y ambivalente sobre su posicionamiento.

De amagar con ser candidato independiente por fuera de la estructura de la UCR, y de lo que queda de Juntos por el Cambio, tener dialogo formal con el ministro de Gobierno de la provincia, Manuel Calvo, y más recientemente, entablar conversaciones con referentes provinciales y nacionales de La Libertad Avanza, Abrile parece empecinado en construir apenas una imagen de puro vedetismo político que flaco favor puede “hacerle” a sus propios intereses al final de la vuelta.

Como sea, poco hilo en el carretel le va quedando, y peor aún, sus acciones parecen perder el brillo de otros tiempos.

Semana activa y de altas definiciones será ésta en Río Cuarto.