En Argentina hemos logrado que la Ley por el derecho al aborto sea aprobada. A las 04.12 de la madrugada del 30 de diciembre de 2020, con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, y tras una votación de 12 horas en la Cámara Alta, Argentina finalmente despenalizó y legalizó el aborto. El momento histórico que culminó una historia de desobediencias. A la vez, el inicio de una nueva batalla: la implementación del derecho de punta a punta del país.

¿Esta Ley nos garantiza ese derecho realmente? la respuesta debería ser SI, pero lamentablemente los opositores al aborto han interpuesto demandas alegando que la nueva ley es inconstitucional. Y se han asegurado de que los médicos sepan que pueden negarse a interrumpir los embarazos.

En este marco, es sumamente necesario que sigamos exigiendo que en cada lugar se respeten los protocolos por ILE y que los profesionales que lo llevan a cabo no sean juzgados por la justicia antiderechos. De la misma manera, es nuestra tarea garantizar la Educación Sexual Integral en cada escuela y en cada nivel educativo.

Las leyes se militan y es en el significado de ese concepto que, el pasado 28 de septiembre, en el Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal en América Latina y el Caribe, exigimos las condiciones para el aborto seguro, con calidad de atención y con los cambios jurídicos necesarios que otorguen plenos derechos en cada uno de los países de la región y el mundo.

Cada 28 de septiembre el movimiento feminista de toda la región confluye en acciones coordinadas, desde una pluralidad de voces que visibilizan nuestra heterogeneidad identitaria, cultural y diversa, que se enmarcan en la lucha por garantizar nuestros derechos.

En nuestra región el estatus legal del aborto es complejo y desigual. Pero nuestras ancestras nos marcaron un camino, y es luchar por la soberanía plena de los cuerpos. Seguimos luchando por una Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.