Cuando salga publicada esta columna habrán sido las elecciones PASO, esas elecciones que primero el macrismo y luego una parte del peronismo gobernante intentaron eliminar bajo un disfraz argumentativo de falsas premisas, que en el fondo escondían la incomodidad que representan las mismas a los poderes de turno.

El primer argumento falaz que utilizaron los detractores de las PASO fue el alto costo económico: “una encuesta costosa que no debiera existir” tituló recientemente uno de los grandes medios porteños. Allí se habla de un costo de 1.700 millones de pesos, solo en la impresión de boletas, cifra que podría ascender hasta los 3.000 millones en total sumando todos los gastos logísticos.

Sin dudas un valor importante. Como también lo es el costo anual de pago de intereses de Leliq que en el pasado año 2020 ascendió a casi 700.000 millones de pesos, y sobre el que los diarios hacen escasa mención ¡Es el costo de la Democracia: 233 veces menor que el costo de la timba financiera!

El segundo argumento falaz que utilizaron los detractores de las PASO fue el riesgo de contagio por la pandemia. Casi los mismos que autorizaron que un millón de personas se agolparan fuera de Casa Rosada para despedir los restos de Diego Maradona sostenían ese argumento, junto a los organizadores de los banderazos nacionales contra la ‘infectadura’. Esta falacia se refuta con los números estadísticos actuales: hoy se registraron 3.893 contagios por Covid, frente a los 9.043 del día del velorio del Diego, los 6.663 del 17A y los 16.637 del 20O.

El tercer argumento fue el de la inutilidad de la elección. “No se elige nada” decían. Son solo “una gran encuesta”, afirmaban. Para la elección de diputados en 24 provincias se presentaron este año 282 listas (casi 12 listas por cada distrito) y para la elección de senadores en 8 provincias se presentaron 101 listas (casi 13 listas por distrito) entre las que sobresalen 10 elecciones internas fundamentales para el futuro de la política en alguno de esos distritos como por ejemplo la interna de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos entre Santili y Manes; en Santa Fe entre Angelini, Losada, Corral y Pullaro; En CABA entre Vidal, López Murphy y Rubinstein; en Córdoba entre Negri
y Juez; en Chubut entre Torres, Ongarato y Cimadevilla, y en Río Negro entre Tortoriello, Jalabert y De Rege. También hay interna en el Frente de Todos en Santa Fe entre el chivo Rossi y Marcelo Lewandowski; en Tucumán entre Yedlin (escudero de Manzur) y su vice Jaldo y en Neuquén Entre Bertoldi, Miras Trabalón y Ungar.

Y entre los partidos federales del interior, la vedete de esta elección es la interna del Movimiento Popular Neuquino entre Ferraresso (escudera de Gutiérrez) y el ex vicegobernador Rolando Figueroa que perfila para convertirse en el nuevo líder de ese partido provincial. ¿Y querían eliminar las PASO?