En General Deheza desde hace 29 años funciona el Taller Protegido A.P.A.D que realiza una tarea excepcional con personas con capacidades diferentes. Lo visitamos y te mostramos el trabajo que realizan a diario.
A.P.A.D. (Asociación de Padres y Amigos del Discapacitado), se creó en marzo de 1988, es un taller protegido de producción, actualmente cuenta con 28 operarios adultos con discapacidad, los que asisten todos los días media y jornada completa.
El taller tiene diferentes líneas de producción, como la fabricación de bolsas de consorcio y residuos de polietileno, elaboración de productos como dulces, galletas, tortas, budines, maní tostado y praliné; además el reciclado de botellas plásticas, mantenimiento del predio donde se encuentra APAD, selección de maní, y todos estos productos se comercializan en la ciudad.
A.P.A.D es una institución que es acompañada por las demás instituciones de la ciudad, y con un alto grado de valoración del esfuerzo que realizan y en ese marco, Alejandra Pastor, responsable de la Asociación explicó la realidad de la misma. “La verdad que estamos atravesando por un momento bueno económicamente, pero tratamos de trabajar mucho y producir para poder recaudar dinero, y contando siempre con el apoyo de las donaciones que recibimos de las empresas de la localidad y el aporte del municipio que son importantes”.
En esta misma línea, Alejandra Pastor destacó que “la parte económica siempre es contando la producción diaria del taller más lo que recibimos de donaciones, lo rescato siempre porque el taller desde que se fundó recibe estos aportes, y son importantes que nos ayudan para cubrir los gastos y poder cumplir con sueños y obras”.
No hay vecino que no conozca a los chicos del Taller Protegido, ya sea por su tradicional puesto de los viernes en “la galería” o por las actividades que se realizan a diario desde la institución. Julia Costabella, es la Profesora que está a cargo del trabajo integrador de los operarios con la comunidad, y en este sentido comentó que “es gratificante ver que ellos pueden, y poder vencer junto a ellos esas barreras que muchos de nosotros, en algún momento, le ponemos”.
Se siente en el aire la alegría con la que trabajan los chicos del taller, con sus diferencias de edad, con diferentes personalidades, pero todos apostando al crecimiento diario de la Asociación. “Tenemos muy divididas las edades, tenemos muchos jóvenes y ya los chicos que entran en la etapa de la adultez, pero es muy lindo ver como entre ellos se ayudan, se enseñan y se acompañan”, indicó Costabella.
Por su parte, Gabriela Alassino, administrativa de A.P.A.D expresó que “a mí me toca un poco la parte más fría o calculadora de todo, pero a la hora de poner estos productos a la venta ya armar los puestos en la plaza o en la galería es como que la gente responde siempre de forma positiva para los productos de A.P.A.P, nosotros salimos a vender y volvemos sin nada”.
Un hecho que se vincula con la Institución, es que el Concejo Deliberante de la ciudad bajo una ordenanza que prohíbe el uso de las bolsas “camisetas” y desde el Taller se apoya esta ordenanza. Por esto, Alejandra Pastor, expresó que “nosotros apoyamos la ordenanza donde se prohíbe el uso de bolsas camisetas, es a fin de año, nosotros tenemos algo en stock, lo vamos a poder vender y la idea en unos meses es sacar a la venta bolsas de friselina con diseños hechos por los operarios, y como elaboramos todo lo que es consorcio y residuo creemos que con esta prohibición se van a incrementar las ventas de las bolsas que se usan en casas de familias para la basura”.
El taller protegido A.P.A.D es un claro ejemplo que las barreras no existen, ejemplo de desarrollo y crecimiento constante.