Sostuvo Horacio Verbitsky, autor del libro “Vida de perro. Balance político de un país intenso, del 55 a Macri” que presentó ayer en la Feria del Libro «Juan Filloy».

A través de las páginas de la obra, en la cual Verbitsky mantiene conversaciones con Diego Sztulwark, se recorren más de sesenta años de la Argentina desde dos miradas diferentes.

Tal cual dijo Sztulwark en la conferencia de prensa anterior a su presentación en la 14ª Feria “Juan Filloy”, “el libro empieza en 1955 hasta acá y es un intento de balance de lo que pasó desde 2001 a 2015”. Uno de sus mojones es “la crisis que hubo en 2001”, cuando “se interrumpió la legitimidad del modelo neoliberal tal como se venía implementando a nivel regional”.

La idea del diálogo entre Verbitsky y Sztulwark es “ofrecer a las generaciones nuevas elementos más complejos para el análisis, investigar a la derecha, presentar mapas sobre la iglesia, las fuerzas armadas, períodos históricos y la burocracia sindical”.

Sztulwark también informó que el libro se empieza a escribir cuando Mauricio Macri gana la segunda vuelta presidencial a finales de 2015. En ese momento, “tomando en cuenta lo que estaba pasando en Brasil, se hacía bastante claro que el ciclo de gobiernos progresistas se estaba agotando”.

En consonancia, Verbitsky consideró que “en este momento” hay en la Argentina “un gobierno que representa al capital financiero internacional”. Acotó que las investigaciones sobre corrupción en distintos países de la región “tienen por detrás un interés de las grandes empresas de Estados Unidos por controlar las empresas de construcción en la Argentina y el mercado energético, sobre todo a partir de yacimientos de Vaca Muerta de gas y petróleo no convencional que son el primero y el tercero en el mundo, respectivamente”.

El escritor y periodista indicó que al cabo de años en los cuales esto no había sucedido “ahora sí estamos en el radar de Estados Unidos”. Explicó que “por eso, Estados Unidos pone una base de ayuda humanitaria cerca de Vaca Muerta, en el desierto” y remarcó: “Lamentablemente, hemos entrado en el radar de Estados Unidos”.

Verbitsky juzgó que si “Marcelo Odebrecht está preso en Brasil y Paolo Rocca está imputado en Argentina” es debido al “interés de grandes empresas estadounidenses de comprar” sus constructoras “a bajo precio. Es uno de los trasfondos de lo que está ocurriendo”.

Sztulwark indicó que “Horacio y yo no coincidimos políticamente en muchas cosas, no nos situamos igual en la coyuntura del kirchnerismo. Pero sí enfrentamos los mismos enemigos y nos importa el país hecho desde abajo. Rescatamos mucho la línea del ’45, Cordobazo, el 2001, el movimiento de Derechos Humanos, los movimientos sindicales antiburocráticos, la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), los movimientos de sociales, los de mujeres, esa es la Argentina hecha desde abajo”.

Para Szultwark, la existencia de este tipo de movimientos es fundamental: “Si le sacamos eso a la Argentina, ¿qué queda en términos de cultura democrática, de cultura popular, de capacidad de desobediencia, de no sometimiento”. Y destacó su relevancia con una pregunta: ¿Por qué Bolsonaro (candidato de derecha, violento y discriminatorio) en Brasil y no tenemos fascismo en la Argentina?”.

Fuente: Dirección de Prensa y Difusión UNRC

Foto: Puntal