Por Sandra Choroszczcucha – Politóloga y Profesora de la UBA

En los últimos días, el presidente determinó algo jamás sucedido en Argentina, que se vuelva para atrás, tabula rasa, con la “ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, y que todo el trabajo realizado en las comisiones por el oficialismo y la oposición dialoguista que apoyaron en su votación en general para que la ley sea debatida en la Cámara de Diputados, quede cancelado. De inmediato el presidente desde el exterior grabó un mensaje y posteó en la red social X comunicando que los legisladores (y gobernadores provinciales) que no apoyaron al 100% algunos puntos de la ley en particular son “delincuentes” y que se comportan como “ladrones estafadores, corruptos y mentirosos”.

También amenazó con recortar fondos que necesitan las provincias y desde La Liberad Avanza (LLA) emitió un documento jamás visto en la Argentina democrática, donde se puede visualizar una “lista negra”, donde aparecen las fotos de todos los diputados que no votaron tal cual Milei pretendía, a los cuales llamó “traidores que usaron el discurso de cambio para poder rapiñar la banca” e invitó a que se vean sus caras y los calificó como “los enemigos de una mejor Argentina”.

Hablemos un poco de la oposición a Milei: la oposición al gobierno de LLA no está conformada solamente por el kirchnerismo. La oposición también está constituida por otros partidos menores (menos competitivos electoralmente) y debería estar constituida por la coalición Juntos por el Cambio, pero dicha coalición ya no existe como tal.

Juntos por el Cambio fue fundada en 2015 por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, y a partir de 2019 se unieron otras fuerzas con perfil republicano. Pero Juntos por el Cambio dejó de existir a partir de que el núcleo duro del PRO se alineó firmemente con Milei, luego de que Patricia Bullrich, la candidata de la coalición, quedó fuera del juego en la elección general del 22 de octubre. Lo que prosiguió es de público conocimiento: Bullrich es la actual ministra de Seguridad del gobierno de Milei, mientras que el PRO, ya no solamente los “halcones” sino prácticamente su totalidad, se encuentra alineado con el gobierno de la LLA.

En la oposición se encuentra entonces lo que Milei llama casta. ¿Pero quiénes son la casta?

Son la oposición que no piensa como él y no quiere acordar en nada con LLA y que con frecuencia alienta a que Milei abandone su cargo (el kirchnerismo, y el FIT), y la oposición que no piensa como él, pero sí se muestra dispuesta a acordar y acompañar en los temas necesarios y urgentes, para que puedan implementarse las reformas pertinentes. En este segundo grupo casta, que lee y relee los proyectos oficialistas, que se esfuerza por negociar y pretende asegurar gobernabilidad y resguardad la institucionalidad, podemos encontrar a varios dirigentes de la Coalición Cívica y del peronismo republicano que hoy conformaron un bloque legislativo confluyendo en Hacemos Coalición Federal y podemos encontrar a la Unión Cívica Radical casi en tu su totalidad. El PRO no es casta porque sus dirigentes piensan como Milei y lo vienen acompañando incondicionalmente.

La Unión Cívica Radical ha sufrido y sufre embates permanentes por parte del presidente Milei. Milei nunca nos contó que trompeó a un muñeco con la cara de Perón o de Néstor Kirchner para hacerlo trizas, pero sí nos contó que lo hizo con un muñeco con la cara de Raúl Alfonsín. Milei y sus militantes han maltratado y siguen maltratando al radicalismo, con insultos e injurias de todo calibre. Al mismo tiempo, Milei en sus listas pre electorales incorporó a cantidad de dirigentes políticos peronistas. El actual ministro del interior, Guillermo Francos, se desempeñó anteriormente como concejal peronista, como diputado nacional peronista, fue presidente del Banco de la PBA durante la gobernación de Daniel Scioli y fue representante de Argentina ante el BID en la presidencia de Alberto Fernández; el actual presidente en la Cámara de Diputados es el peronista Martin Menem. Milei incorporó recientemente en su pequeño gabinete a Daniel Scioli, quien se presentó como pre candidato a presidente por el kirchnerimo en la última elección antes de que se imponga la figura de Sergio Massa, y ocupó cargos ejecutivos, como la vicepresidencia de Néstor Kirchner y la gobernación de la PBA durante los dos gobiernos consecutivos de Cristina Fernández de Kirchner. Y, según palabras de quien lo sucedió en la gobernación de la PBA, la dirigente PRO María Eugenia Vidal, Daniel Scioli dejó la provincia absolutamente quebrada.

Y sigue la lista de dirigentes políticos peronistas junto a los libertarios, mientras crecen los agravios hacia la UCR. En Argentina no existe una sola oposición competitiva con musculatura electoral, como lo es el kirchnerismo, existe el nuevo bloque Hacemos Coalición Federal, y existe la UCR, y la UCR cuenta con 5 gobernadores provinciales, 35 diputados nacionales, 13 senadores nacionales, cientos de legisladores provinciales y cientos de intendentes locales. Así, el partido centenario, luego de avances, retrocesos y avances sigue manteniendo una importantísima presencia a nivel nacional, provincial y municipal. Y Milei la elige como oposición una y otra vez, y así en uno de sus posteos últimos, replicó lo escrito por el libertario Juani Fernández donde comunica “la gente de la UCR está en un cumple. Piensan que son buenos tipos. Que son un reservorio de institucionalidad. Que les están haciendo un bien al país alineándose con el kirchnerismo y bloqueando la agenda de Milei, la que votó la gente, NO LA VEN”.

“El alineamiento mencionado con el kirchnerimo” no estaría fundamentado, cuando el radicalismo formó parte de Juntos por el Cambio que se oponía fervientemente al Kirchnerismo hasta que el PRO decidió deshacer la coalición alineándose con LLA , “qué bloquean la agenda de Milei” no estaría fundamentado, cuando el radicalismo aportó los votos recontra necesarios para que sea posible que la mega ley llegue al recinto para ser votada en particular, y “que son un reservorio de institucionalidad”, probablemente los radicales NO LA VEN, y SI LA VEN tal vez empiecen a erigirse como la más genuina y responsable oposición a Milei.