LA TRASTIENDA / EL DEBATE PRESIDENCIAL

La contundencia y claridad de Sergio Massa fue mucho más que las pocas y contradictorias definiciones de Javier Milei. El candidato de Unión por la Patria ocupó siempre el centro de la escena, en las casi dos horas de debate, al punto de arrinconar al candidato de La Libertad Avanza en la primera mitad del debate. Logró el ministro-candidato arrancarle definiciones al libertario, en caso de lo que hará en una eventual presidencia, y que muy probablemente le cuesten unos cuantos votos el próximo domingo.

A saber: que va a dolarizar la economía, con lo cual millones de ciudadanos y ciudadanas quedarán automáticamente en situación de pobreza; que va cerrar el Banco Central, y con ello, la renuncia al manejo y control del curso de una moneda, y los efectos devastadores efectos que acarreará para las provincias y los municipios; y en tercer lugar, que no sostendrá relaciones de Estado con Brasil y China, sólo por la posición ideológica de sus presidentes, y tras lo cual, se verá afectado el 70% de las exportaciones argentinas y la consecuente caída de unos dos millones de puestos laborales. Por si fuera poco, ratificó su admiración por Margaret Thatcher, la ex primera ministra de Gran Bretaña, durante la guerra de la Islas Malvinas en 1982, quien -vale recordar- ordenó el hundimiento del Crucero General Belgrano, fuera de la zona de exclusión, o de disputa militar reconocida, provocando la muerte de 332 marineros argentinos.

Otro momento de zona oscura de Milei se registró cuando evidenció un absoluto desconocimiento de las normas básicas del funcionamiento del Estado, al no saber responder sobre el sistema GDE, de gestión de expedientes en cualquier organismo o dependencia. El contraste con Massa resultó abrumador. Con buen tino, sus asesores le pidieron que modere en la segunda parte del debate, pues podría haber resultado obsceno. El tigrense se asentó con temple sobre definiciones que pueden impactar en muchos argentinos. Dijo, entre otros anuncios, que destinará el 8% del PBI al sistema educativo, que contemplará también 1,5% en educación superior, que creará una agencia de investigación y seguridad -al estilo FBI de EEUU- con sede central en la ciudad de Rosario; que habrá retención cero para las 33 economías regionales del país, promoverá la generación de dos millones de nuevos puestos laborales, y dispondrá de dos millones de lotes con servicios para la construcción de viviendas.

En los cruces, hubo de todo. Milei: “los ladrones K, los tenés vos”. Massa: “¿Tenés pruebas?, te acompaño a la Justicia. Sino retractate Javier”. En otro tramo, “Hagamos un psicotécnico”, le sugirió Massa. Silencio de Milei. “¿Por qué no quisiste?”, arremetió el ministro. “Dije que sí, y no me respondieron”, al fin respondió el economista. “Pero ¿qué te pasó en el Banco Central?”, redobló Massa. En producción y trabajo, asestó también el ministro. “Pensé que vendrías con lo que se planteó en 2019, pero es peor. Sos casi igual a Martínez de Hoz”, en referencia al ministro de economía de la ultima dictadura militar entre 1976 y 1983, y su política de apertura comercial indiscriminada y el consecuente impacto en la industria y la producción nacional. Sobre convivencia democrática, el candidato de UP le asestó otro golpe al postulante de LLA: “Respeto la libertad de expresión. En 30 años, nunca querellé a un periodista, y vos llevás tres (querellas) en un año”.

Como se esperaba, el debate concentró la atención masiva de los argentinos y argentinas. Entre los canales de aire y cable hubo un pico de 50 puntos, y promedios de 44 a 47 puntos de rating, en las dos horas de transmisión. Esto representó que no menos de seis millones de televisores fueron prendidos para la cita, siempre considerando las regiones geográficas de mediciones de audiencia. A ello, hay que agregar los masivos datos de las incursiones por vía streaming. Y las redes, claro está hicieron lo suyo, sobre todo con los hashtags “si o no” y “Google”, que impuso Massa en su alocución. El debate, generó amplia repercusión internacional en los medios de comunicación, con títulos en favor del candidato oficialista.

Aplastado
En la historia global de los debates mano a mano de candidatos presidenciales, siempre quedan conclusiones encontradas sobre quien resultó vencedor en tales contrapuntos. Los más recientes, por caso, Donald Trump y Joe Biden, en EEUU, Lula y Jair Bolsonaro, en Brasil, el de 2015 en nuestro país, entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, sin ir más lejos. En todos, y muchos más, hubo duelos con saldos negativos y positivos repartidos, más allá de las posiciones de los sectores interesados.
No es el caso de lo ocurrido anoche. Claramente, Massa, aplastó a Milei. Y no deben enojarse por eso los seguidores del postulante libertario. Por el contrario, deberán asumir lo ocurrido y buscar alternativas superadoras para impulsar en los cuatro días que quedan de campaña.

El enunciado, los conceptos, la gestualidad, el manejo de los tiempos, y el control de la escena, fueron dominados ampliamente por Massa, dejando a Milei en un espacio de incomodidad y reacción, en casi la totalidad del contrapunto. Claro está, eso no es definitorio para la suma de votantes que concurrirán a las urnas el domingo que viene. Pero sin lugar a duda, genera un inequívoco estado de percepción y expectativas en el electorado, y ese aspecto, es un insumo de alta relevancia en la toma de decisiones para elegir el voto, fundamentalmente entre esos más de 15% que aún no definieron su opción.

En el barro: los subsidios y el no a Brasil y China
Después que presentó su conocido esquema económico del agotamiento de las ideas populistas que arrancaron hace más de 100 años, Massa disparó la primera pregunta: ¿vas a eliminar los subsidios, si o no? Milei le respondió que todos sus dichos sobre el impacto de una supuesta eliminación eran una mentira total. Ante la insistencia, después de varias vueltas, aseveró que podía ocurrir a mediano plazo.

Seguidamente, le arrancó Massa a Milei una definición buscada: a regañadientes el libertario ratifico que va a dolarizar la economía y cerrar el Banco Central si es electo presidente. Massa proyectó que la salida de argentina es con un acuerdo de unidad nacional, y detalló qué en materia económica, incluirá la baja de impuestos, mejorará la distribución del ingreso y potenciará las exportaciones. “Vamos a buscar el equilibrio para lograr superávit fiscal, para luego para sacarnos al FMI de encima”, redondeó.

“No estoy dispuesto a sostener relaciones con aquellos países que no respetan las democracias y políticas liberales”, afirmó. “¿Vas a mantener relaciones con China y Brasil a cuyos presidentes llamaste comunistas?, le sacudió Massa. “Creo en la argentina libre”, respondió. Y amplió con liviandad: “podemos triangular las exportaciones de China y Brasil, a través de terceros países. O buscar y abrir otros mercados”.

Las visiones sobre el capital humano
En materias de educación y de salud, Javier Milei, dijo que creará el ministerio de Capital Humano, que concentrará las áreas de educación, salud, vivienda, entre otros. Sin embargo, no dio detalles sobre programas y acciones puntuales.

El libertario, le cuestionó al justicialista qué en su propuesta de crear nuevas escuelas técnicas e incorporar la enseñanza de informática y robótica, no contempló que el 30% de los jóvenes no termina el secundario, por tanto, “es una falacia”.
El candidato de UP le preguntó entonces, ¿vas a arancelar las universidades nacionales, si o no? “En el corto plazo, no”, respondió el de LLA.
“Bueno, entonces le quiero alertar a los padres de chicos que estudian en la universidad que con este señor, cursar una carrera costará 270 mil pesos por mes a cada alumno”.

Producción y trabajo: retenciones cero versus déficit
Massa, dijo que procurará la creación de dos millones de puestos laborales, que para las Pymes habrá cero de impuestos en el sistema exportador, que simplificará el sistema tributario, que habrá un programa especial para industrias del norte argentino, y que será cero por ciento la aplicación de retenciones para las 33 economías regionales del país. A su turno, Milei, indicó que la creación de puestos está estancada desde 2011, y eso es porque no hay inversión, “el problema es el Estado, y el que usted maneja, y luego aparece la banda de los expropiadores que usted conoce. Vamos a un 15% de déficit fiscal, y así es imposible crecer.

En otro pasaje, Massa, enfatizó que para la mujer, hay que lograr que, a igual labor, igual remuneración, ya que existe un diferencial del 23% en promedio entre los haberes de unos y otras. Milei, cuestionó su propuesta y dijo que no existe ese diferencial.

El que las hace las paga, y después el silencio
“Con nosotros, la política en seguridad es: el que las hace las paga”, arrancó el economista. Y arremetió: Zaffaroni (Eugeio Raúl, jurista internacional, ex juez de la Corte y catedrático) inventó un paradigma que consiste en invertir la carga de la prueba, y así, los delincuentes entraban por una puerta y salían por la otra. Eso no existirá más. Vamos a ejecutar la política del ex alcalde de Nueva York (EEUU), entre 1994 y 2001, Rudolph Giuiliani, que bajó drásticamente los niveles de inseguridad en la Gran Manzana.

Massa, rápido de reflejos, le dijo: Al fin una coincidencia Javier. Giuliani, hizo el prólogo de mi libro sobre los resultados de la política de seguridad que implementamos en Tigre cuando yo era intendente. El libertario, perplejo, otra vez sorprendido.

Después, desgranó que implementará aquel programa exitoso en todas las ciudades del país con más de 50 mil habitantes. También, qué sobre tres ejes, corrupción, narcotráfico y trata de personas, creará una agencia de investigación y seguridad que tendrá sede central en Rosario, para atacar esos casos complejos. Milei, dijo que reformará las leyes de defensa nacional y de seguridad nacional, pero no precisó en que aspectos puntuales. Massa, redobló que se debe reformar el Código Penal, sobre todo en modificaciones referidas al tratamiento de penas y de conductas.

Destacó que recuperará el sistema de inhibidores en las cárceles, “que Bullrich, tu nueva compañera, eliminó”. “Yo, asumo el tema de la seguridad como una política de Estado, y como un tema personal”. Evasivas de Milei, con vaguedades, y después, silencio.