El inexorable devenir de los tiempos políticos argentinos o quizás debo decir la esperable realidad actual en nuestro País en cuanto a situación política nacional, nos está mostrando la cara más horrenda, por la carencia casi absoluta de conocimiento, capacidad, formación, ingenio e inteligencia demostrable por parte de estos actores (de cuarta categoría), de la denominada “clase política” nacional.-

Es algo ingrato tratar de analizar y transmitir casi de manera consuetudinaria esta visión, que se ha tornado extrañamente una normalidad dentro de tiempos que no tienen nada de normales. Paradoja que en lugar de hacer sobresalir las personalidades diferentes, necesarias y positivas no ha demostrado otra cosa que en forma constante el deterioro y la similitud de actitudes negativas y mezquinas ha llenado el espacio político actual de iguales peores a los que históricamente desde hace más de treinta años nos acompañaron en la representación del pueblo en sus distintos estamentos.-

Cuesta creer que ese pueblo, de toda clase social a la que pertenezca, reciba la indicación para proceder en cuanto a la identificación y valoración de esos paupérrimos actores desde un arsenal de medios de difusión que por supuesto ya tienen experiencia y pergaminos suficientes en esta degradante labor de aunar voluntades y manejarlas en el sentido que más les convenga para seguir siendo los dueños del poder real en este País.-

Aunque también, se experimenta una tremenda exacerbación de mediocridad en cada actuación en los escenarios afines a la oposición al gobierno nacional, que son muchos y muy grandes, por parte de un caudal irrefrenable de energúmenos devenidos en “representantes del pueblo”, lo pongo entre comillas sólo para resaltar la ironía que ello representa en forma real, que de manera soez y estrafalaria utilizan palabras insultantes que hipotéticamente forman parte del sector de los seres humanos “ordinarios”. Lo peor de esta situación es que por tratarse de expresiones vulgares y ofensivas, calan hondo y simpáticamente en quienes también están deseosos de decirlas aunque no tengan el escenario a disposición.-

Aunque también ha aparecido por generación espontánea y sofisticada inusualmente, la imagen de un lumpen del “bacanaje siniestro” con peinado estrafalario y lenguaje hostil a la decencia que sin pudor ni respeto ha recorrido su sendero atroz de calificaciones extremadamente ofensivas hacia dirigentes políticos, sindicalistas, periodistas, funcionarios y lo que, al menos a mí, me ha resultado altamente nocivo: insultos de bajo fondo hacia el Papa Francisco que no genera otra sensación que considerar que este ejemplar de un mundo marginal es un alienado que pretende ganar voluntades electorales en sectores infernales en los cuales pareciera que está acostumbrado a desenvolverse. No parece normal realmente.-

Allí está la presencia de este inaudito “festejo” por parte de un sector de esta sociedad descuartizada, que lejos de pertenecer a un pueblo ansioso de sentirse satisfecho, esperanzado y también representado por algún tipo parecido en sus ideas, se conforma y celebra estos exabruptos como propios y los convierte en su designio a la hora de elegir.-

Es indudable que una vez más, aunque a muchos no les satisfaga la realidad, se está convirtiendo claramente en la única verdad. Contrariamente a lo calificado como aprovechamiento de oportunidades, esta “gentuza mediocre” está mostrando día a día qué contiene el manual de desperdicio de esas oportunidades. Porque se quedaron con el libreto de poca monta y no advirtieron que los votos que les regalaron en las elecciones PASO, están esperando que les mencionen cuales van a ser los proyectos que van a presentar para hacer del bien común, el ejercicio del Arte Supremo (La Política para los griegos).-

Y sí, porque nadie inserto en el andamiaje del mundo del trabajo puede tomar como probable la propuesta de quien fue gobernadora sin serlo, de sugerir la eliminación de la indemnización por despido sin causa como si fuera la salvación de las empresas dejando de lado el costado más sensible de una relación laboral: el trabajador; y con él sus derechos, sabiendo, hipotéticamente, que una gran mayoría de adhesiones fueron recibidas como consecuencia de la bronca que generó aquella foto de la fiesta de cumpleaños en Olivos y no la inexistente falta de propuestas que esos candidatos hicieron conocer. A no ser que consideremos como propuesta la exacerbación de la ordinariez y el odio hacia la Vice Presidenta.-

Esta visión casi certera de la realidad sobre la que se desarrollaron las diversas campañas antes de las PASO, convivió con la falta de reacción de un gobierno nacional que soslayó en sus decisiones durante un tiempo considerable, la razón de ser de una conducción Peronista que no es otra cosa que la Justicia Social.-

Tuvo dos grandes motivos esta situación.

El primero es haber dejado de lado el perfil proteccionista hacia los que menos tienen o a los que entraron en esa franja, a través de las distintas medidas que habían producido un bien para ese sector y algunos más perjudicados en razón a algo que nos está aún castigando pero que aparentemente no fue tenido en cuenta por los votantes: La Pandemia Universal de COVID 19.

El segundo es la clara indiferencia y menosprecio hacia el pueblo que demostraron los “formadores de precios” que no son otros que los millonarios dueños de las grandes empresas productoras de alimentos que entendieron que esta situación de extrema gravedad para el mundo entero era para ellos la oportunidad de obtener ganancias inmejorables en tiempos de extrema necesidad. Ha sido cruel esta realidad pero es la que estamos atravesando y tiene su causa también en la lamentable participación de estos personajes entre quienes hicieron de la ordinariez y el odio el lugar común para ir contra un gobierno que con sus errores y aciertos es el que el pueblo eligió para destronar a la ideología perversa a la cual ellos adscriben a los que todavía les cuesta entender la existencia de la sabiduría popular.-

Es altamente posible que los insultos y las descalificaciones, las invitaciones a la rebeldía disfrazada de liberalismo, el intento de huir de la justicia, la desmedida obsecuencia de los fanáticos medios de difusión a través de sus esbirros y el correr de los días, constituya el terreno fértil para que florezca nuevamente el deseo de ser mejores y se logre.-