Funcionará de forma normal durante en enero. En las dos primeras olas de contagios, la OVD recibió 10.919 denuncias, en tanto que, en 2021 evaluó el riesgo de 11.121 personas afectadas.
La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación permanecerá abierta durante la feria judicial de enero, brindando atención las 24 horas, informaron desde la cabeza del Poder Judicial.
Durante las dos primeras olas de la pandemia por coronavirus, la OVD recibió 10.919 denuncias, en tanto en 2021 y hasta el 20 de diciembre evaluó el riesgo de 11.121 personas afectadas por hechos de violencia familiar.
Una vez ingresadas las denuncias -atendidas por equipos interdisciplinarios conformados por profesionales de la abogacÃa, la psicologÃa, la medicina y el trabajo social- y realizado el informe de riesgo, la OVD deriva los casos a la justicia penal y/o civil, según corresponda, o a otros organismos que dependen de los poderes ejecutivos nacional y local, informaron desde la Corte.
AsÃ, por ejemplo, durante las dos olas de pandemia, en el 78% de los casos en los que intervino la justicia Civil se dictaron prohibiciones de acercamiento de los agresores. En el 68% se prohibió el contacto telefónico o por vÃas digitales, y en el 27% se suministró un botón antipánico a las personas afectadas, entre otras medidas de protección, pasibles de ser combinadas.
En 2021, en tanto, la OVD elaboró 8412 informes interdisciplinarios y respondió 7087 consultas informativas y/o extrajurisdiccionales. A su vez, según se desprende de sus estadÃsticas, de las 11.121 personas afectadas el 78% fue mujeres (61% adultas y 17% niñas/adolescentes) y el 22% varones (7% adultos y 15% niños/adolescentes).
Desde su creación en 2008, la OVD atiende las 24 horas, los 365 dÃas del año (incluso en sábados, domingos, feriados y épocas de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPyO)), para brindar un servicio que garantice el acceso a justicia a la población.
A 13 años de su creación, la OVD lleva atendidos más de 125.000 casos.
Fuente: La Nueva Mañana