Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires
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De cara a las próximas elecciones generales no existe un escenario de polarización particionado en dos, sino que existe uno particionado en tres. Y cuando esto ocurre, puede resultar más complejo delinear estrategias que traccionen más votos para que migren hacia algunas de las tres fuerzas en cuestión. Y así la incertidumbre se torna mayor sobre los presuntos resultados electorales. ¿Pero existe un modo de reducir esta incertidumbre, con los elementos hoy a disposición en el espectro partidario-ideológico, a tan poco tiempo de celebrarse las PASO el próximo 13 de agosto y las elecciones generales el 22 de octubre de 2023?.
Sí, existe, y más de un modo, y uno ya se encuentra al “alcance de la mano” para que Juntos por el Cambio (JxC) tenga altas chances de triunfar en las elecciones, incluso en la primera vuelta electoral, si obtiene 40% de los votos y una diferencia porcentual de 10 puntos con el “segundo” ganador.
Si bien desde el círculo íntimo de Patricia Bullrich siguen contemplando la posibilidad de acordar con el libertario Javier Milei (circulan especulaciones sobre acuerdos más acotados, como por ejemplo, La Libertad Avanza compartiendo fórmula en la Provincia de Buenos Aires (PBA) con Juntos por el Cambio), todo indica que Milei no va a formar parte de la coalición cambiemista, porque ya declaró en infinidad de oportunidades con extrema violencia que desprecia a todos los dirigentes que conforman la coalición excepto a “los halcones” del PRO. Y los despreciados por el libertario, como es de esperar, también rechazan la inclusión de éste en la coalición. Así las cosas, descartado Milei de JxC.
En Juntos por el Cambio existe ya un frente peronista republicano, liderado por Miguel Ángel Pichetto. Pero, además, el peronista Juan Schiarretti, actual gobernador de Córdoba desde 2015 (cargo que ya había ocupado desde 2007 hasta 2011), conformó recientemente su propia fuerza política que también se presentará como parte del peronismo republicano que se muestra opositor también al kirchnerismo. Y Schiarretti guarda estrechos vínculos con Mauricio Macri del PRO, pero también con Facundo Manes de la UCR y varios dirigentes políticos de la coalición cambiemista. Al mismo tiempo, Schiarretti mantiene estrechos vínculos con numerosos gobernadores y su figura captaría voto peronista, por tal motivo, de configurase ese “frente de frentes”, Juntos por el Cambio aumentaría sus chances de triunfar en las elecciones. Sin embargo, existe un elemento disonante para muchos integrantes de JxC que dudan o se niegan al momento de pensar en esta inclusión, y es que Juntos por el Cambio en Córdoba ya encendió motores de la mano de Luis Juez como candidato para gobernador de la provincia y de Rodrigo de Loredo como candidato para intendente de Córdoba capital. Por lo tanto, incluir al partido de Schiarretti (que apoya al peronismo en Córdoba, al candidato Martín Llaryora que ya incluyó además a una dirigente radical de vice, pero que compiten con Juez y con De Loredo) puede colisionar (como diría nuestra fugaz ex ministra de Economía) con la posibilidad de que Juntos por el Cambio cordobés reciba el apoyo absoluto de Juntos por el Cambio nacional.
Mientras tanto, otro libertario, José Luis Espert, pregona por el libre mercado y la reducción del tamaño del Estado, y al mismo tiempo considera que la dirigencia política (y no un grupo anti sistema) puede ser parte del cambio, donde el diálogo y el consenso con quienes piensan y opinan diferente, es posible, y cabe recordar, que este libertario conquistó más del doble de votos que Milei en las últimas elecciones legislativas en 2021. Espert obtuvo 7,48% de los votos en el distrito de la Provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país donde habita 38,16% del total de la población argentina (según el último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas del año 2022). Esto quiere decir que en una provincia donde habitan 17.569.053 personas, 1.314.165 de electores votaron por Espert. Si contrastamos estos datos, con los resultados obtenidos en esa misma elección por el otro libertario, Javier Milei, podemos atestiguar que éste obtuvo 17,06% de los votos, pero en la ciudad porteña, distrito que reúne 3.120.612 habitantes. Esto quiere decir que Milei obtuvo un total de 532.376 votos, menos de la mitad de los sufragios recibidos por Espert. Y Espert quiere ser parte de Juntos por el Cambio, aquí y ahora.
Milei le habla a una sociedad harta de sufrir tantas miserias, porque la sociedad argentina está harta de sufrir tantas miserias. Y así Milei gana adeptos, no sabemos si los suficientes como para llegar a ser presidente, porque si bien las encuestas lo ubican muy cerca de los votos que podrían recibir Juntos por el Cambio o el Frente de Todos, Milei no cuenta con estructura partidaria a nivel país. Milei tiene un importante apoyo electoral en la ciudad porteña, en el primer cordón del Conurbano bonaerense, en la ciudad de Rosario, en San Miguel de Tucumán, en Córdoba capital, en Mar del Plata y en Bahía Blanca; sin embargo, en provincias del interior, como el Chaco, Catamarca, la Rioja, Jujuy, Misiones, Santiago del Estero, La Pampa, Chubut, Neuquén, Santa Luis, Santa Cruz y otras, el apoyo se concentra en los partidos tradicionales con estructuras políticas y base territorial, de hecho, en las nueve elecciones provinciales que ya vinieron celebrándose (en San Juan, Salta, La Pampa, Tierra del Fuego, Neuquén, Río Negro, Jujuy, La Rioja y Misiones, la fuerza de Milei no existe o no ganó).
En los últimos días se reunieron “halcones” y “palomas” y se mostraron menos desunidos y acordaron definir en las próximas semanas un pre candidato único del PRO para competir en las PASO para jefe de gobierno porteño y dos precandidatos para la PBA. Sin embargo, en la coalición, siguen abundando tácticas y estrategias para lograr que “los duros” o “los blandos” saquen más ventaja, esto se replica en varios distritos como en la provincia de Santa Fé, y así con alta frecuencia la coalición no parece más que un conjunto de partidos partidos y aliados con otros partidos partidos con meros intereses particulares.
Hasta el momento podemos inferir que, en un escenario particionado en tres, las posibilidades de desembocar en un ballotage son muy altas. Sin embargo, Juntos por el Cambio cuenta con elementos que podrían aumentar sus chances de ganar, incluso en primera vuelta. Pero los “halcones” del PRO, encolumnados detrás de Patricia Bullrich no se deciden a darle el visto bueno al ingreso de Espert, visto bueno que no llega porque si bien Bullrich ha manifestado recientemente “más ideas liberales que se sumen a Juntos por el Cambio son bienvenidas, así que bienvenido Espert al espacio”, desde el entorno más inmediato de Bullrich pretenden que Espert compita en PBA y no como pre candidato a presidente “amenazando” las chances de Bullrich en la coalición. Para los “halcones”, el jefe de las “palomas”, Horacio Rodríguez Larreta, saldría más favorecido con la incorporación de Espert (cuando en rigor Rodríguez Larreta también sufre la “amenaza” de competir con los más moderados de la UCR, Gerardo Morales y Facundo Manes, y si ingresara también, con el peronista Schiarretti, y también con el mismo Espert).
Cuando en rigor, Juntos por el Cambio sufre la amenaza de perder las próximas elecciones si no empieza a actuar como una verdadera coalición.