Por Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires. www.sandrach.com.ar
La comunicación reciente de Patricia Bullrich anunciando que Horacio Rodríguez Larreta será su jefe de gabinete si ella llegara a ser la futura presidenta, generó diferentes reacciones y algunas reflexiones de cara a lo que podrá ocurrir en tan solo días cuando se celebren las elecciones generales.
Lo primero a destacar es que Bullrich antes de las PASO trataba a Rodríguez Larreta como su contrincante político al que había que vencer rotundamente en las urnas, ya que las formas del jefe de las “palomas” y por momentos sus contendidos, parecían no agradarle. Las formas de los “halcones”, nos comunicaba Bullrich antes de las internas, sí coincidían con las del libertario Javier Milei, mientras que los contenidos, por momentos también parecían coincidir más con Milei que con Rodríguez Larreta. En rigor, Milei la invitaba a Bullrich a compartir una fórmula en su fuerza política libertaria lejos de las “palomas” de Juntos por el Cambio, y Bullrich mantenía un excelente vínculo con Milei.
Milei parecía el adversario de Bullrich dentro de un mismo espacio de competencia, pero de enorme cooperación, y Rodríguez Larreta parecía el contrincante al cual vencer compitiendo conflictivamente. Parecía que la interna se daba internamente entre Bullrich y Milei, y se presentaba externamente contra Rodríguez Larreta. Tal vez por eso, Juntos por el Cambio no atrajo el voto esperado en las elecciones del 13 de agosto, porque se presentó como una coalición, pero gran parte de sus electores no se sintieron votantes de una coalición. Y gran parte de sus votantes tal vez se sintieron atraídos por la convocatoria de Milei que tenía además muy buen vínculo con el ala dura de Juntos por el Cambio.
Esto cambió rotundamente post PASO. Milei dice que su (mal) trato con Bullrich surgió porque Juntos por el Cambio, una vez que él se perfiló como posible ganador, empezó a operar contra su fuerza libertaria, acusándola de un armado de candidaturas con la venia de Sergio Massa. Desde Juntos por el Cambio la lectura es otra, y es que Milei cuando se vio ganador decidió erigirse ante la opinión pública como la verdadera oposición al kirchnerismo, y a partir de esto empezó a necesitar confrontar con Massa, pero dejar fuera de juego a Bullrich, y para esto empezó a descalificar a Bullrich (y a Juntos por el Cambio) a como dé lugar.
¿Con este anuncio de Patricia Bullrich, que incluye en la cúspide del gabinete a Rodríguez Larreta, Juntos por el cambio se junta y su electorado puede sentirse interpelado a votar por la coalición? Tal vez se presente un dilema, por un lado, el “desperfilamiento” de Bullrich asociándose más con las “palomas” puede molestar al voto halcón, que puede empezar a migrar más hacia La Libertad Avanza. Pero también puede ocurrir que finalmente el votante de Juntos el Cambio, que post PASO notó más las diferencias en formas y contenidos con Milei, ahora se sienta atraído por votar a una coalición que empieza a mostrarse junta, bajo la consigna de a ir por el cambio, pero con estructura, una decena de gobernadores, unos 500 intendentes y una cantidad muy significativa de legisladores en ambas cámaras.
Cabe destacar que otro punto puede impedir que Juntos por el Cambio juntos, pueda alcanzar la victoria en las próximas elecciones, el timing, el atraso con que Bullrich y su equipo de “halcones” advirtieron que las “palomas” también existen. El anuncio de Bullrich de que Rodriguez Larreta será su jefe de gabinete si ella ganara la elección, ocurrió el sábado 14 de octubre en medio de un feriado XL, por lo tanto, hasta que comienza la veda electoral (40 horas antes de que se celebren los comicios), habrá poco tiempo para mostrarse unidos en actos, redes sociales y medios de comunicación.
La reacción de Bullrich es tardía pero inteligente, principalmente si se considera que el candidato oficialista, Massa, en los dos debates remarcó que, si él ganara la elección, convocaría a un gobierno de unidad, con dirigentes de la UCR, del PRO, la Coalición Cívica, e incluso con libertarios. Estos anuncios de Massa difícilmente interpelen al electorado de Milei, pero sí podría interpelar al electorado “paloma” de Juntos por el Cambio, los moderados de la coalición que no coinciden desde siempre con la dureza de los “halcones” y que no se sintieron incluidos luego de las PASO por una candidata a presidenta que jamás demostró afinidad con los “blandos” (en rigor, a nivel nacional, si gana Bullrich y los suyos, los premios mayores se los llevarán tres “halcones”, mientras que el vicepresidente de Bullrich es un radical periférico que ante la opinión pública no es asociado ni al radicalismo ni a las moderados de la coalición). Por eso, aquello que Patricia tenía que haber hecho hace mucho tiempo, es entender que en la coalición también hay “palomas” que además convocan a muchísimo electorado “paloma”. En las últimas tres elecciones, en Santa Fe, el Chaco y Mendoza ganaron gobernadores radicales, y anteriormente ganó otro radical en Jujuy, y Lousteau en las PASO obtuvo casi un tercio de los votos de los porteños quedando en las internas solamente a un punto debajo de Jorge Macri, y de los 500 intendentes de Juntos por el Cambio la mayoría son radicales.
Patricia Bullrich parece haber entendido esto, y más aún, luego de que Massa “le mojó la oreja” convocando al voto “paloma” para que forme parte de su equipo si él llegara a ser presidente, pero Bullrich tal vez lo entendió tarde, o tal vez no, las urnas en muy pocos días nos develarán esto y otros interrogantes más.