El RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) es un indicador que se utiliza para calcular el reajuste de las jubilaciones y pensiones nacionales que gestiona la ANSES.

Según el flamante cuadro de datos, los ingresos de los trabajadores registrados presentaron una suba de apenas 8,3% en diciembre de 2023 y alcanzaron en el cuarto trimestre una suba de 28,6%.

Eso implicó una caída del 13% respecto de la inflación y constituye la baja más pronunciada desde que fue creado en 1993. Pero, además, los trabajadores perdieron fuerte en el trimestre octubre-diciembre, cuando el IPC trepó al 53,3%.

Duro impacto para los jubilados

Tal lo dicho, es un mal dato para los jubilados y pensionados por su impacto automático. Ocurre que, incide en el cálculo que se utilizará para fijar el aumento en las jubilaciones de marzo (por la ley de Movilidad).

La situación se explica de la siguiente manera: la fórmula vigente desde 2021 toma la variación trimestral de los salarios y la evolución interanual de la recaudación de los impuestos a cargo de ANSES.

Esos datos se combina con el RIPTE, o el de salarios que publica el INDEC (el que arroje la mayor suba). Y, por otro lado, se incorpora el porcentaje de inflación (IPC), que será difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el próximo día 14 de este mes.

Con este primer indicador del RIPTE publicado por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Socia, todas las estimaciones previas de consultoras y economistas arrojan que las jubilaciones apenas subirán entre 26,5% y un 30%.

La mínima, sólo $160.000 con bono incluído

A todo esto, la Administración Nacional de Seguridad Social confirmó el pago de un bono de $55.000 para este mes. El refuerzo económico busca aliviar el impacto de la inflación en los sectores más vulnerables. Será cobrado por jubilados y pensionados con ingresos menores o iguales a $105.712,61. Asimismo, el bono se ajustará para aquellos que cobren porencima del mínimo, hasta alcanzar un tope de $160.712,61.

Con estos paupérrimos ingresos de las y los jubilados, será clave que el Gobiernodefina un aumento adicional, dado que esa suba, apenas llegaría a cubrir la inflación de diciembre, que fue del 25,5%.

Tan solo para enero, los privados estiman un incremento de precios del 20% y, para el actual primer trimestre, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) espera que la inflación llegue a alrededor del 60%. Así, de no haber ningún ajuste por fuera de la fórmula que se viene aplicando hasta ahora, los haberes previsionales sufrirán una pérdida de poder adquisitivo desastrosa para castigadas economías.