Los relevamientos confirmaron una riqueza de 13 especies, una de las más altas de los embalses de la provincia, pese a la muerte de unos 720 mil ejemplares a fines de 2022.
Los Molinos es uno de los embalses más emblemáticos de la provincia de Córdoba. En los últimos meses de 2022, unos 720 mil peces aparecieron muertos allí. Investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto determinaron que un “hongo” fue el causante de semejante mortandad. Ahora, volvieron al lugar para realizar nuevas evaluaciones de la ictiofauna, en particular del mojarrón y el pejerrey. El primero evidenció una “buena” condición corporal y “no reviste los signos de la enfermedad que registró el año pasado, pero el segundo, en cambio, exhibe “baja condición corporal y crecimiento lento, en ambos casos inferiores a los valores normales”, según el promedio de la especie.
Durante los meses de septiembre y octubre de 2022, el Servicio de Ecología y Acuicultura de la Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV) y el Instituto de Ciencias Veterinarias (Incivet-UNRC) fueron convocados por la Asociación Civil Foro de los Ríos para conocer qué provocó la masiva mortandad que afectó a ocho especies de peces – tararira, vieja del agua, dientudo, bagre negro, sabalito, palometa y dos mojarras denominadas cola roja y mojarrón- en el dique Los Molinos.
El equipo interdisciplinario integrado por Miguel Mancini (responsable del Servicio de Ecología y Acuicultura), Adriana Torres, Víctor Salinas, Juan Marzuoli, Guillermo Bagnis y Carla Barberis, investigadores pertenecientes a las facultades de Agronomía y Veterinaria y de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC, determinó en esa oportunidad la presencia de una enfermedad fúngica, inofensiva para el ser humano, pero dañina para los peces. Mediante estudios morfológicos y moleculares, identificaron al oomyceto Saprolegnia parasitica, protista filamentoso considerado pseudohongo, donde el mojarrón fue la especie más afectada (98,6 % de los peces muertos).
El suceso cobró relevancia considerando que el embalse Los Molinos, ubicado en el centro de Córdoba, es el segundo más grande de la provincia con una superficie de 2.450 hectáreas. Este reservorio ha tenido en los últimos años diferentes problemas ligados a la eutrofización, deterioro de la calidad del agua y floraciones recurrentes de algas, en especial cianobacterias. Entre otros usos, este espejo de agua contribuye con la atenuación de crecidas, la generación de energía, la recreación y pesca, y se destina para la provisión de agua de consumo para la ciudad de Córdoba. Además, constituye una de las principales atracciones turísticas de la zona, situación que conlleva un alto crecimiento demográfico en sus proximidades.
Después de aquel episodio del año pasado y nuevamente por iniciativa del Foro de los Ríos, desde el servicio de Ecología y Acuicultura, esta vez junto a Omar Del Ponti (Universidad Nacional de La Pampa), Nicolás Bardossy y Lucas Bardossy, se realizó un nuevo estudio de la ictiofauna del dique Los Molinos con el objetivo de conocer las especies de peces presentes, evaluar la población de mojarrón luego de la mortandad mencionada y estudiar varios aspectos de la población de pejerrey, sin lugar a dudas la especie que más adeptos tiene en la región centro- norte de Argentina.
Los estudios confirmaron una riqueza de 13 especies de peces, una de las más altas de los embalses de la provincia. Si bien la riqueza de especies tiende a aumentar a medida que se realizan muestreos más exhaustivos y, a pesar de que no existe información actual precisa de varios embalses, la cantidad confirmada hasta el presente es igual a la del embalse Río Tercero y mayor a la de otros ubicados en las provincias de Córdoba, como La Viña, Arroyo Corto, San Roque, Achiras, Las Lajas, La Quebrada y Piedras Moras, y de San Luis, como San Felipe, La Florida y Potrero de Los Funes.
Según el último muestreo de este año, la especie más numerosa fue el mojarrón, que representó el 89,1 por ciento de las capturas en cuanto al número de peces y el 87,1 por ciento si se considera la biomasa (peso) de los mismos.
El estudio realizado por los investigadores universitarios en el dique Los Molinos reveló que el mojarrón es una de las especies de mayor abundancia y no reviste signos de la enfermedad que registró en 2022. “Estos datos resultan muy interesantes dada la magnitud de la mortandad observada en dicha ocasión. La condición corporal del mojarrón en abril de 2023 fue buena», explicaron los investigadores.
En cambio, la población de pejerrey exhibe baja condición corporal (peces flacos), inferior a los valores normales (promedio de la especie) e incluso a la registrada en octubre de 2022. Sólo el 17,6 por ciento de los peces tenían sus tractos digestivos llenos de alimento, el cual no es acorde a las necesidades de la especie (muy baja cantidad de zooplancton y presencia masiva de cianobacterias), que difiere también de las observaciones de 2022”, destacaron los investigadores de esta casa de estudios.
Pejerrey: la tasa de crecimiento es lenta
El relevamiento determinó también que la tasa inicial de crecimiento del pejerrey es lenta; alcanza 15,9 centímetros de longitud total al año de vida y se ubica por debajo de registros de otros embalses de Córdoba y del promedio estimado en base a numerosas poblaciones de Argentina. De acuerdo con la relación entre la longitud y el peso, este último no supera los 25 gramos en los pejerreyes de un año de vida. La “carga” de parásitos externos e internos, frecuentes en otros embalses, es baja e inferior a la de otros ambientes. La relación entre la cantidad de peces machos y hembras es muy pareja y el grado de madurez sexual se presenta acorde a la época del año y a la biología de la especie, sostiene el informe elaborado por estos profesionales.
Subrayaron a la vez que “la práctica de arrojar vísceras de pescado al agua, común en muchos ambientes, debería prohibirse porque no produce beneficio alguno. Por el contrario, puede ocasionar perjuicios para la salud de la ictiofauna y atenta con el cuidado de la calidad de agua de Los Molinos, donde la conservación de los recursos hídricos e ícticos tiene que ser prioritaria”. Señalaron: “La salud de los peces está íntimamente ligada a la calidad del agua y esta última, obviamente, con los usos a los que se destina el embalse. Por ello, es importante que todas las personas que frecuentan el lago colaboren en el cuidado del ambiente»
Según los especialistas universitarios, “la composición poblacional por tallas del pejerrey aporta valiosa información sobre su estructura e historia y permite determinar las características de la pesquería. En la actualidad, la pesquería de pejerrey de Los Molinos se encuadraría más como de calidad y no de cantidad de ejemplares”.
Miguel Mancini advirtió que las conclusiones señaladas son aún preliminares, ya que el informe se basó en muestreos que no incluyeron todos los artes de pesca necesarios para la realización de un estudio biológico-pesquero exhaustivo. Precisó que, en primer lugar, “los datos surgen de dos muestreos correspondientes a la primavera de 2022 y al otoño de 2023. En segundo lugar, algunos resultados seguramente se modificarán empleando más métodos de capturas y mayor esfuerzo de pesca en otros puntos del lago, ya que el mismo presenta sitios, profundidades y costas muy diferentes, además de las zonas correspondientes al ingreso de agua de los ríos”.
Los embalses en general y los de Córdoba en particular llevan a cabo múltiples propósitos que están ligados a las tramas tróficas que presentan. “De acuerdo con los resultados obtenidos hasta la fecha en el embalse Los Molinos junto a datos de capturas aportados por pescadores deportivos y si uno de los objetivos que se busca es mejorar la pesquería de pejerrey, los investigadores sugieren la realización de un estudio complementario para conocer más detalles sobre su población y determinar con mayor precisión la riqueza de especies de peces. Esto permitirá actualizar, entre otras medidas de gestión, los cupos de pesca y la modalidad de veda para los próximos periodos reproductivos (desove) del pejerrey. Se desconoce cuándo fueron implementadas dichas medidas por última vez”.
Fuente: Prensa UNRC