Se trata del doctor Darío Falcone. Recibió una beca del país oriental, que pondrá a disposición la más alta tecnología del mundo para continuar su trabajo. Fue el primero en Argentina en combinar dos grandes campos de conocimiento: líquidos iónicos y micelas inversas.
Generó en Argentina una novedosa línea de investigación a partir de la combinación de estudios científicos realizados en Inglaterra sobre líquidos iónicos y otra desarrollada en la Universidad Nacional de Río Cuarto con micelas inversas. Por sus aportes a la química orgánica, recibió tres máximas distinciones a nivel nacional. Ahora, el gobierno de Japón le otorgó una beca en Chiba University próxima a la ciudad de Tokio donde tendrá a disposición la tecnología más avanzada del mundo para probar la eficiencia de los resultados que alcanzó su trabajo.
Será una estadía corta pero intensiva, de tres semanas. En las universidades de Chiba, donde se hospedará, y de Kioto, ofrecerá sendas conferencias. Los científicos japoneses están interesados en conocer los pormenores de su trabajo. El resto del tiempo lo dedicará a tareas de laboratorio.
Este científico riocuartense, investigador principal de CONICET y docente de la Universidad local, lleva invertidos varios años al estudio de los líquidos iónicos y las micelas inversas, junto a sus colegas del Grupo de Sistemas Organizados de la Facultad de Ciencias Exactas.
El doctor Darío Falcone inauguró en el país la combinación de esas dos grandes líneas de investigación a su regreso de Inglaterra, donde cursó su postdoctorado y donde aprendió a formar y manipular ese tipo de sistemas.
“Lo que pude hacer después de retornar a la Argentina fue combinar las líneas de trabajo del doctorado y del posdoctorado y generar una nueva temática de investigación a partir de lo que sabíamos sobre sistemas organizados y todo lo que yo había podido aprender en Inglaterra sobre líquidos iónicos”, precisó. Y agregó: “Podríamos decir que el trabajo que estoy haciendo aquí en la Universidad Nacional de Río Cuarto tiene que ver con sistemas organizados alternativos, que nos permiten obtener micelas inversas sin utilizar solventes volátiles o generar vesículas no tradicionales como transportadoras de fármacos”.
Falcone permanecerá en Japón entre el 20 de julio y el 11 de agosto, en la ciudad de Chiba, donde se alojará en las residencias de la Universidad homónima, ubicada a unos 40 kilómetros de Tokio. Hasta allá viajará llevando muestras para examinar. La beca es financiada por el gobierno nipón y cubre todos los gastos de viaje y estadía.
Se trata de una oportunidad única, ya que abrirá las puertas a una vinculación más fluida y formal entre la Universidad Nacional de Río Cuarto y la institución oriental, que se materializará, según las expectativas del investigador local, en estudios de colaboración conjunta y en el intercambio de estudiantes de posgrado.
La beca del gobierno japonés se suma a los reconocimientos que viene recibiendo este docente e investigador de la Facultad de Ciencias Exactas por su trabajo científico.
En 2021, recibió el premio “María Cristina Giordano 2021”, de la Asociación Argentina de Investigaciones en Fisicoquímicas. Antes, en 2019, la Sociedad Argentina de Investigación en Química Orgánica le otorgó su máxima distinción: el premio “Doctor Eduardo Gros 2019”, y en 2016 recibía el premio “Ranwel Caputto” de la Academia Nacional de Ciencias al investigador joven.
Desde sus estudios de doctorado, Falcone trabajó sobre sistemas organizados, particularmente en lo que respecta a micelas inversas. Son sistemas que se forman cuando se disuelve un detergente en un solvente que no es agua. Por ejemplo, cuando alguien disuelve jabón en agua se forman micelas directas. En este caso, las grasas se disuelven y por eso es posible lavarse las manos. Esto ocurre porque, al combinarse detergente y agua, se forma un sistema que disuelve las grasas. Pero no es esto lo que le interesó estudiar al doctor Falcone, sino exactamente lo contrario: las micelas inversas. De allí su nombre.
Desde la década de los ’90, los líquidos iónicos vienen generando gran interés, tanto a nivel científico cuanto tecnológico, debido a sus propiedades y potenciales aplicaciones en la industria.
El carácter iónico de esas sales hace que tengan una presión de vapor muy baja y, en consecuencia, son poco volátiles. Por esa razón, se pretende emplearlas como solventes en la industria, ya que disminuiría considerablemente la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, con un invalorable impacto benéfico para el medio ambiente.
En otras palabras, los líquidos iónicos son solventes ecológicos ideales. Por un lado, no se evaporan y, por el otro, son reciclables. No es un dato menor, ya que la mayoría de los solventes químicos son volátiles, con resultados muy poco amigables con la naturaleza, un problema que se acentúa cada vez más frente al crecimiento permanente de los volúmenes de producción industrial.
“En el 2006, volví de Inglaterra y traje los conocimientos adquiridos en este tema, que no lo estaba trabajando nadie en nuestro país. Pero, además, combiné esa línea de investigación con otra que sí veníamos desarrollando en la Universidad, vinculada con las micelas inversas”, comentó el investigador local y docente de las licenciaturas de Biología y de Química, que se dictan en la UNRC.
Los avances logrados en esa combinación de temas es lo que Falcone llevará a Japón para evaluarlos científicamente y explorar nuevos alcances y posibilidades a partir de los recursos tecnológicos de última generación de las universidades orientales.
Fuente: Prensa UNRC