Por Florencia Guttlein.Ā Comunicadora Social.
La era digital presenta numerosos beneficios y oportunidades de expansiĆ³n para todos. En igual medida, son los desafĆos y las problemĆ”ticas que presenta una hipercomunicaciĆ³n y acceso a mĆŗltiples plataformas. Uno de ellos es el problema de la ludopatĆa entre adolescentes y jĆ³venes. Los juegos en lĆnea estĆ”n a un click de distancia, fĆ”cilmente accesibles y de todo tipo: Plataformas de apuestas deportivas, casinos en lĆnea, pĆ³ker virtual, entre tantasĀ otras formas de juego que han logrado llegar a esta poblaciĆ³n que carece de educaciĆ³n financiera.Ā
La ludopatĆa digital emerge como un problema significativo de salud mental, aumentado por la publicidad agresiva y la falta de regulaciĆ³n a nivel nacional, afectando especialmente a los adolescentes y promoviendo el consumo problemĆ”tico de apuestas y juegos de azar en lĆneaĀ
El contexto parece tener los ingredientes necesarios para la tormenta perfecta: un alto consumo de redes sociales y canales de stream, la posibilidad de endeudarse con un click a travĆ©s de billeteras virtuales. Estos fenĆ³menos, que afectan a toda la poblaciĆ³n, reflejan una combinaciĆ³n de factores culturales, psicosociales y educativos que contribuyen a una mentalidad de bĆŗsqueda de riqueza rĆ”pida y fĆ”cil.
Otro dato relevante aportado por el estudio, āThe Influence of Social Media Influencers on Adolescentsā Financial Behavior: A Qualitative Studyā de Sarah Asebedo, y MartĆn C. Seay, publicado en Journal of Financial Planning, explora cĆ³mo los influencers en las redes sociales afectan el comportamiento financiero de los adolescentes, centrĆ”ndose en su influencia en las decisiones de inversiĆ³n. Esto permite a muchĆsimos menores de edad, tambiĆ©n embebidos por diferentes videos de Youtube y Streamings, tener la posibilidad de apostar online y ganar o perder dinero.Ā
Ante esta problemĆ”tica, es importante la toma de decisiones en conjunto entre el Estado, las escuelas, la familia y profesionales de la salud que brinden respuestas y eduquen a losĀ jĆ³venes sobre los riesgos del juego en lĆnea y promover hĆ”bitos de juego responsables desde una edad temprana.