UNRC. Investigadoras de la Universidad Nacional de Río Cuarto presentaron una propuesta totalmente innovadora que permite realizar la desinfección del agua de manera sustentable y más económica. Además se podría utilizar en otros líquidos. Las aplicaciones podrían resultar de gran utilidad para mejorar la calidad del recurso natural en sectores que no cuentan con acceso a la red del suministro de agua potable.
Este avance científico se desarrolló en el marco de un proyecto de investigación titulado: “Nanoimanes antimicrobianos activados por luz visible”, realizado por la licenciada en Química, Ana Scanone y la microbióloga Natalia Gsponer, grupo que también integra la doctora María Álvarez y que dirige el doctor Edgardo Durantini, docente del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico – Químicas y Naturales de la UNRC.
Dicho proyecto recibió el premio Innovar 2017 en la categoría Investigación Aplicada en la décimo tercera edición de la competencia. La ceremonia de premiación se llevó a cabo el pasado domingo. Fue una de las 37 propuestas premiadas de un total de 1200 que se presentaron. Es la segunda vez en la que el grupo de investigación dirigido por el doctor Edgardo Durantini logra un premio Innovar.
La química Ana Coral Scanone explicó que la investigación apuntó a brindar aportes para la potabilización del agua mediante la desinfección, a través de un mecanismo más amigable con el medio ambiente y mucho más económico de los métodos que se emplean actualmente.
“Lo interesante e innovador es que apunta a un desarrollo sustentable ya que el producto que usamos se reutilizaría y no contamina el medio que desinfecta”, destacó la joven investigadora y becaria de Conicet.
La microbióloga Natalia Gsponer, quien se desempeña como investigadora de Conicet, agregó que esto podría tener distintos tipos de aplicaciones y se podría utilizar para la desinfección no solamente del agua, sino también de otros fluidos contaminados.
El uso de nanoimanes como mecanismo para potabilizar el agua puede parecer algo relativo a la ciencia ficción. Sin embargo, no es una idea tan descabellada ni aún menos desconocida para la ciencia. Todo lo contrario, es precisamente a partir de la utilización de nanoimanes antimicrobianos activados por luz visible como las científicas de Exactas proponen desinfectar el agua.
Ana Scanone dijo que el grupo de investigación se dedica “a la síntesis de nanoimanes” que son pequeñas partículas que se unen a unas moléculas llamadas fotosensibilizadores, los cuales se encargan de atrapar la energía del sol y generar especies reactivas de oxígeno que matan a las células de los microorganismos”, es lo que se conoce como “el tratamiento de inactivación fotodinámica”.
De esta manera, los nanoimanes captan la energía solar y por el fotosensibilizador generan especies que matan las bacterias, luego esos imanes se lavan y pueden volver a utilizarse.
“Esta tecnología apunta a un desarrollo sustentable, debido a que los nanoimanes y las porfirinas se recuperan del agua tratada, son reutilizados luego del tratamiento para nuevas aguas contaminadas y utilizan la energía del sol para producir las especies reactivas de oxígeno que ocasionan la muerte de los microorganismos”, explicó Scanone.
La microbióloga Natalia Gsponer indicó que en laboratorio ya hicieron la prueba con dos tipos de bacterias (Escherichia coli y Staphylococcus aureus) y una levadura (Cándida albicans) y destacó que la respuesta de los nanoimanes fue muy buena. Por eso remarcaron que hay grandes expectativas sobre la respuesta que éste método puede tener para utilizarlo a gran escala.
Los nanoimanes se producen en el Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas. Son partículas de óxido de hierro de algunos nanometros, una unidad de medida que equivale a 0,000000001 metro. “Lo novedoso es que los imanes permiten recuperar estos elementos y el agua queda sin residuos”, dijo la licenciada en Química.
Del laboratorio a la comunidad
Las dos investigadoras remarcaron que el trabajo de laboratorio ya está completo. “Hicimos todo lo que podías hacer acá”, expresó Natalia Gsponer, y agregó: “Ahora el próximo paso es buscar el acompañamiento de otros profesionales para desarrollar una aplicación a gran escala”.
Tras haber realizado la investigación en el laboratorio y comprobar la aplicación del modelo que proponen, el desafío que tienen por delante los científicos de Exactas, es transferir ese conocimiento a una aplicación a gran escala.
Scanone y Gsponer remarcaron que para llevar esto adelante es necesario el trabajo interdisciplinario con profesionales de otros campos como la ingeniería porque ya implica otro tipo de saberes que son ajenos a su profesión.
Las integrantes del equipo de investigación que ganó el premio Innovar 2017, manifestaron que empresas del sector tecnológico que participaron de la ceremonia de los premiación, se mostraron interesadas en la investigación desarrollada por el grupo y tiene grandes expectativas de poder llevar esta investigación aplicada y que la misma sea utilizada para mejorar la calidad del agua, a través de un método más económico y amigable con el medio ambiente.
“Es importante remarcar el valor que tiene la educación pública, en particular la UNRC en este reconocimiento, en tiempos en los que se pone en cuestión su valor”, expresaron las jóvenes científicas.
Foto: Prensa UNRC.