LA TRASTIENDA

De un total de 427 comunas y municipios que conforman la geografía de Córdoba, apenas 150 localidades serían las que renovarán autoridades en la misma fecha definida para elegir al próximo gobernador, el domingo 25 de junio. Al menos esa es la información que manejan las mesas de conducción, de Martín Llaryora, como del mismo Juan Schiaretti.

Es que, por ahora sumarían esa cantidad, tras el relevamiento actualizado hasta el fin de semana entre las huestes de los más de 250 jefes comunales alineados con Hacemos por Córdoba.

Un dato más. Casi un centenar ya firmó o confirmó que firmará el decreto de convocatoria correspondiente.

En un primer análisis, el dato genera cuando menos un par de interrogantes: ¿alcanza esa cantidad de comunas con fechas unificadas para la estrategia oficialista? ¿Hay sintonía fina con el proyecto de retener la provincia y los intereses de los referentes locales, más aún, considerando que a muchos se les terminó la chance de continuar siendo reelectos de manera indefinida?

Mientras deshojan los pétalos de la margarita en los bunkers justicialistas sobre estos y otros acertijos, no es menor la preocupación que toma entidad en las filas de Juntos Por el Cambio.

Se nos ocurre un sencillo ejercicio. Si colocamos sobre una mesa un mapa de Córdoba con fichas de color que diferencien a las huestes de HPC de las de JXC en cada municipio, nos ocurrirá un fenómeno muy extraño: por más que giremos hacia cualquier posición dicho mapa, siempre tendremos el mismo dibujo representativo.

Una coincidencia inesperada pone al principal candidato opositor, Luis Juez, en el mismo andarivel que a Llaryora; ambos se desviven para que intendentes de su “palo”, dispongan unificar sus elecciones comunales con las provinciales.

El llamativo fenómeno pone el foco en certezas y debilidades. La primera, es que históricamente éste dispositivo –creado por José Manuel de la Sota, en 1998- le dio muy buenos dividendos al Peronismo Cordobés, pues siempre ganó elecciones; y por eso Juez, conocedor de estas tribulaciones, también quiere asegurarse la mayor tracción de los suyos. Y debilidades, porque al mismo tiempo, ambos candidatos parecen tener muy claro que, aun cuando se los reconoce como figuras políticas de peso, y les adicionen las estructuras partidarias tradicionales y toda la parafernalia electoral, no les alcanza para abrigar la interminable superficie política y territorial que representa la provincia.

Podríamos incorporar el renglón de las nuevas encuestas en una y otra vereda, sobre las cuales ya obtuvimos información más que valiosa y muy llamativa. Pero lo dejaremos en suspenso, pues el anclaje electoral-territorial es el que está ocupando el centro de las preocupaciones por estos días.

En Río Cuarto y el sur, sobran dudas

Sobre éste crucial aspecto de traccionar votantes y votos locales en la fecha de la compulsa provincial del 25 de junio, ha puesto en reflexión a las y los referentes regionales del oficialismo y también de la principal oposición.

En el Departamento Río Cuarto, por ahora asoman un puñado de jefes comunales afines a HPC, destacándose los San Basilio y Adelia María.

Del resto de las 33 jurisdicciones del mencionado distrito, ni noticias. O mejor dicho, algunas fechas prácticamente definidas, pero un poco lejos de la dispuesta por Schiaretti para Córdoba.

La situación toma notoriedad en las filas de Juntos Por el Cambio. “El tema es clarito. No tenemos certezas de lo que nos pueda representar, y menos aportar, el unificar la elección municipal con la provincial”, nos dice sotto voce un reconocido mandamás Radical de la región. “Queremos que a Juez le vaya bien, pero también pretendemos retener el municipio, y esto es prioridad, por eso la fecha local la definiremos como más nos convenga”, subraya contundente.

Nuestro ocasional interlocutor nos dice, además –en tono confidente-, “lo que yo digo es lo que sostienen muchos colegas de la región, aquí en el sur provincial, y por lo que sé, también en otros puntos de las zonas del centro, y el este”.

Volviendo al PJ, ésta suerte de choque de intereses por las fechas electorales, también trastoca el objetivo de Juan Manuel LLamosas. El intendente de Río Cuarto, sintiéndose bastante fortalecido por su posicionamiento regional y provincial en su cruzada por subirse a la fórmula para la gobernación, mira con un dejo de preocupación el hasta ahora mayoritario desplante al operativo unificación de fechas electorales.

Claro está, escapa a sus posibilidades por las consolidadas autonomías municipales; no obstante –nos soplan-, intentará compensar con mayores acciones de articulación regional a diferente escala, sobre todo en el centro y sur del territorio, en el transcurso del venidero abril, que será definitorio para sus aspiraciones.