Alberto Fernández encabezó una conferencia de prensa en la Embajada argentina en París. «Nada hay más revolucionario en el presente que recuperar la paz», remarcó.

El presidente Alberto Fernández anunció este sábado que el Gobierno lanzará un bono que se cobrará por única vez, destinado a trabajadores formales como paliativo para combatir la inflación. Aún resta definir el monto y el corte que se hará de la población trabajadora, pero aseguró que la medida podrá ser percibida por el sector.

Lo hizo en conferencia de prensa desde la Embajada de Argentina en Francia, en la que además evitó responder si será candidato en las elecciones de 2023, habló sobre la postulación de Cecilia Todesca a la titularidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y brindó detalles de la gira que inició en París y que continuará en la ciudad de Bali, Indonesia, donde participará del G20 y tendrá una serie de bilaterales importantes.

De esta manera, Fernández dio por terminado el debate que surgió al interior del Frente de Todos, impulsado por el reclamo de la vicepresidenta Cristina Fernández, quien exige una suma fija en lugar de una asistencia única. Un nuevo parte aguas que en lo que supo ser la fórmula presidencial que se impuso en 2019.

Si bien evitó hablar de una posible reelección, aseguró que hará «todo lo que deba hacer» para que Juntos por el Cambio no triunfe en 2023.

Fernández aseguró que en la Cumbre del G20 en Indonesia, que se llevará a cabo la semana próxima, van a seguir «las conversaciones» sobre la guerra entre Ucrania y Rusia con el propósito de «encontrar soluciones» al conflicto que se desarrolla en el este de Europa, al concluir su gira por Francia, donde participó del Foro de París por la Paz.

Además, remarcó que «nada hay más revolucionario en el presente que recuperar la paz» y agregó que «la verdadera revolución es alcanzar la paz en el mundo».

Para Fernández, el pedido de paz «no debe ser una propuesta de un país individual» sino una iniciativa más amplia, y «por eso insisto en que la discusión salga del Hemisferio Norte y se traslade a todo el mundo».

«Cuando participamos en el G7, además de Argentina, hubo representantes de la Unión Africana, India, Indonesia. La idea era decir que la guerra no era un problema de la OTAN con Rusia ni de Europa con Rusia, ni de Rusia con los Estados Unidos. Era un problema del mundo y el Hemisferio Sur estaba pasándola muy mal, en un escenario en el que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) está preanunciando una hambruna que va a alcanzar a 300 millones de habitantes, que en su mayoría están en el Hemisferio Sur», subrayó.

El mandatario insistió en la necesidad de que las partes involucradas en el conflicto no utilicen armas nucleares y no bombardeen centrales atómicas.

«Gracias a Dios con (el presidente de Francia Emmanuel) Macron nos entendemos muy bien. Confío que algún paso en ese sentido podamos dar en el G20. Pero ya no depende de nosotros dos. Está también de la voluntad de otros», completó.

Fernández explicó que «cuando hablamos de tratar de recomponer una mesa de diálogo es parte de eso» y refirió que «el diálogo que hay que recomponer no es entre nosotros, es entre Ucrania y Rusia; y nosotros debemos ayudar a ese diálogo».

En cuanto a las reuniones que mantuvo con el presidente galo indicó que «pudimos hablar de las cuestiones que nos preocupan como países, de las cosas que tenemos en marcha, los proyectos que tenemos como países», y consignó que Francia «es un inversor importante en la Argentina y por lo tanto todas esas cuestiones las pudimos repasar».

«Tenemos una mirada común sobre problemas que afectan a las mejores condiciones del desarrollo humano, temas vinculados al clima, al género, a la discriminación, a la paz, a los derechos humanos también», repasó.

En el G20 Fernández se reencontrará también con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y en el último diálogo telefónico que mantuvieron el mandatario argentino le planteó «cómo los efectos de la guerra estaban dañando a todo el mundo, no solamente a Europa, a Rusia y a Ucrania, sino que a la Argentina concretamente la guerra le costó 5.000 millones de dólares que debimos pagar de más como consecuencia del costo de la energía, de los fertilizantes y de los alimentos».

Y le expuso «la necesidad de que de una vez por todas se revisen los sobrecargos que a nuestro juicio son mecanismos muy injustos que afectan a los países más castigados por las deudas y que en un caso como Argentina además es consecuencia de un endeudamiento absolutamente irresponsable que se tomó».

Para el Presidente, «este es un muy buen momento para que, como Kristalina Georgieva ha dicho públicamente más de una vez, los programas sean revisados a partir de lo que ha ocurrido a partir de la guerra. Y seguramente será parte de la conversación porque será la continuación de esa conversación telefónica que tuve con ella, donde todos estos temas los hablamos».

Sobre la situación de Venezuela
Fernández y Macron también hablaron de Venezuela, y el mandatario argentino refirió que su par francés le propuso que, aprovechando la reunión del Foro por la Paz, «tratemos de volver a poner en marcha los mecanismos del Grupo del Contacto de los que Argentina es parte, y lo hicimos».