LA TRASTIENDA
A una semana de las asunciones de Javier Milei como presidente y Martín Llaryora como gobernador, la dirigencia del Justicialismo de la ciudad desempolvó generadores y se puso en marcha rumbo a las elecciones municipales del año próximo. El intendente Juan Manuel Llamosas decidió mover las fichas en el tablero político de su gobierno. Por eso, el secretario de Gobierno, Guillermo De Rivas, confirmó su postulación este fin de semana, a través de declaraciones, sumándose al lote de preinscriptos que ya tiene su partido. Allí se destaca la figura de Adriana Nazario, quien una vez enterada de las intenciones del oficialismo municipal instruyó a sus operadores a ratificar durante el fin de semana su firme decisión de ser intendenta. A ambos, se les suma una larga lista de nombres que ya circulan, y de acuerdo con recientes consultas, otros que trabajan en silencio darán luz a sus proyectos. Por si fuera poco, en la oposición, abundan reuniones y sobran rumores, fundamentalmente en las filas de la Unión Cívica Radical, que tuvo su interna dorada en septiembre último.
La última carta de Llamosas
Llamosas jugó su última carta. Puso finalmente en la cancha a su delfín, el secretario de Gobierno, Guillermo De Rivas. De esta manera, echó a rodar el intendente su capítulo final sobre el que se asienta buena parte de su futuro político. Si impone a su candidato y gana las elecciones municipales del año próximo (probablemente entre abril y mayo) recibirá una necesaria dosis de aire fresco y reactivación para su alicaída figura. Y podrá entonces recuperar un protagonismo en el plano provincial que este año debió archivar obligado por las circunstancias.
El 2023 que termina, no resultó un buen ciclo político para el intendente. Empezó el mismo empoderado por la chance de ser candidato a vicegobernador y lo termina ensimismado en su gestión, asomando ahora con la definición de quien pretende que se convierta en su sucesor.
El duro traspié que acreditó en las elecciones provinciales de junio, en la ciudad y el departamento, encabezando la boleta de legisladores provinciales y con un LLaryora ganador, lo dejó sin chances de sentarse a la mesa de las definiciones en la nueva reorganización de los espacios de poder en el PJ provincial y sus aliados.
Es cierto que tiene dialogo fluido con el nuevo hombre fuerte de la provincia que asumirá en una semana. Pero no es menos cierto también que ese intercambio carece de la profundidad política que Llamosas desearía. Por más que sus operadores se esfuercen en mostrar un vinculo de relevancia con el nuevo gobernador, en el entorno del sanfrancisqueño aseguran que, por el momento, “sólo se trata de tono cordial, y el año que viene, se verá”.
Ahora, el gobierno para De Rivas
En un gabinete de brillos moderados, el nombre de Guillermo De Rivas eleva un par de escalones la cotización general sólo por la persistencia del programa de gestión que hizo suyo la comunidad: el Presupuesto Participativo. Aquella idea novedosa que en el año 2000 impulsó el entonces intendente Alberto Cantero, se convirtió en la política pública más distintiva del gobierno de Llamosas, desde los albores de su primera gestión, en 2015, a la fecha.
Y en ese largo recorrido, aparece la figura de De Rivas, como responsable único y directo de dicho programa, y más recientemente, como titular de la cartera de Gobierno. Ahora, elegido sucesor del actual jefe comunal tendrá sobre sí, la importante estructura del gobierno municipal.
¿Es De Rivas la alternativa buscada por Llamosas para asegurar la continuidad del PJ en el poder municipal el año que viene? ¿La gestión con éxito del aludido Presupuesto Participativo alcanza como carta de presentación para erigirlo como el candidato “natural” del oficialismo? ¿De Rivas podrá sintetizar el atomizado justicialismo local detrás de su postulación?
Pero, volviendo a LLamosas, ¿sostendrá aún la fortaleza política y el liderazgo indispensable para ordenar y encolumnar a este peronismo en estado de ebullición, y sobre todo sin tener que recurrir al largo brazo de Martín Llaryora?
Larga lista con Nazario & Cia.
Como ya señalamos, Adriana Nazario, la ex pareja del extinto José Manuel de la Sota, tiene todas las intenciones de ser candidata a intendente. Está trabajando en ello, de momento con un equipo acotado y conocido. Por supuesto, tiene antecedentes suficientes que le dan cierta entidad política a su proyecto municipal: fue secretaria de Desarrollo en la gestión de Cantero, compartiendo el gabinete de entonces con el mismo De Rivas. Luego, fue ministra provincial de Producción, con De la Sota en la gobernación, y llegó a la Cámara Baja nacional como diputada por Córdoba.
Pero en el PJ, otros dirigentes trabajan con firmeza para darle forma a sus postulaciones. Ya hemos mencionado al presidente del Tribunal de Cuentas, Mauricio Dova, quien desde hace varios meses recorre barrios e instituciones de la ciudad, procurando constituir un espacio de peso en la discusión que se viene en el oficialismo.
También, el otrora hombre de confianza de Llamosas, Camilo Vieyra, ratificó en estos días su intención de convertirse en candidato, para lo cual ajusta su agenda y su grupo de colaboradores. El ex secretario de Gobierno aseveró a esta columna que avanza en su proyecto de postulación.
A esta mesa de información y opinión otros nuevos nombres se sumaron este fin de semana. Veamos. Juan José Osses, empresario y vinculado al justicialismo, está en conversaciones con varios sectores de la producción y el trabajo para explorar una propuesta político-electoral para la ciudad, inclusive con sectores partidarios que excedan al PJ.
Y en otro rincón, quien fue secretario de Políticas Sociales hasta julio último en la municipalidad: Gustavo Dova. Alejado por el propio llamosismo del esquema de poder, trabaja con su grupo en una gran jornada de trabajo y cierre de año para los próximos días, que sería la carta de presentación para una eventual postulación por la carrera de la intendencia.
En el oficialismo municipal no dan crédito a todas las manifestaciones de estos dirigentes, y otros de segunda línea que también hacen circular sus intenciones.
El tiempo de definiciones y demostraciones no es tan generoso como parece, y si bien, el intendente y su entorno tienen la llave para definir el cronograma electoral más conveniente, no hay tanto margen para sorpresas en un rango temporal que va de marzo a fin de mayo.
El laberinto sin fin de la UCR
En la oposición, como se dijo, abundan reuniones y sobran rumores, fundamentalmente en las filas de la Unión Cívica Radical, que tuvo su interna dorada en septiembre último.
Se podría decir que por estos días dos dirigentes son los que batallan fuerte en el centenario partido: Gonzalo Parodi, que para sorpresa de mucho ganó la interna, y Gabriel Abrile, quien justamente perdió esa compulsa.
Curiosamente, ambos dirigentes abrieron sus puertas y estrategias, y lo más llamativo, resulta en las conversaciones que mantienen con sectores externos al partido que los contiene.
Abrile, lejos de quedarse sentado a esperar los lugares que les asignó el resultado de aquella interna, salió a conversar con las más diversos sectores y dirigentes. Envalentonado por encuestas que le dan buenos indicadores, entabló dialogo con enviados de La Libertad Avanza, y evalúa encuentros con sectores del Justicialismo.
Parodi, consciente de que con los votos de la UCR no tiene chances de ganar la elección municipal, abrió su agenda a encuentros con dirigentes y representantes de otros espacios. Por caso, ya mantuvo conversaciones informales con algunos referentes del justicialismo.
El triunfo de Milei a nivel nacional tiene muchos argumentos en el cansancio de la ciudadanía a las políticas esquivas que fueron en contra de sus intereses, pero también, encuentra muchos otros sustentos en la construcción de nuevas narrativas e identidades que se ubican por fuera de la política tradicional.
Bueno será que las y los postulantes en Río Cuarto, tomen nota de esas nuevas consideraciones y construcciones.