Abuelas comunicó que este viernes que «el nieto 133 se encontrará con su hermano, su hermana, su papá y una familia enorme».

La asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció la recuperación de la identidad del nieto 133 y reveló que se trata del hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho y descendiente de la abuela Nélida Navajas. Además es hermano de Miguel “Tano” Santucho, también miembro de la organización de derechos humanos. El nieto restituido tiene dos hijos y su nombre no fue dado a conocer aún.

En una conferencia de prensa brindada en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos exEsma, la presidenta de Abuelas, Estela Barnes de Carlotto, señaló: «Hoy honramos a Nélida y a todas las Abuelas que nunca perdieron la esperanza de encontrar a sus seres queridos. Encontramos al hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, el nieto de la Abuela Nélida Navajas».

La historia del nieto recuperado 133

En un comunicado, Abuelas de Plaza de Mayo relató la historia de la familia del nieto recuperado:

«Cristina nació en septiembre de 1949, en la Ciudad de Buenos Aires. Egresó como maestra del Normal N° 1 y luego estudió Sociología en la Universidad Católica Argentina (UCA). Allí conoció a Julio, el menor de la familia Santucho. Ambos integraban el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Cristina fue desaparecida, embarazada, el 13 de julio de 1976. El operativo fue en un departamento de la familia Santucho, en Avenida Warnes 735, donde estaba viviendo su cuñada, Manuela, con su hijo Diego, de un año. Cristina se encontraba allí con sus hijos de casualidad. Además, estaba con ellas otra compañera de militancia, Alicia D’Ambra, también embarazada de un bebé que siguen buscando.

El 13 de agosto fueron llevadas al centro clandestino Proto Banco, donde permanecieron hasta el 28 de diciembre de 1976. Allí el testimonio de otra detenida confirma, una vez más, el embarazo de Cristina. El siguiente destino fue el centro clandestino Pozo de Banfield. Cristina llegó allí con un embarazo avanzado.

Julio se enteró del secuestro de su mujer al día siguiente, 14 de julio de 1976, cuando llamó para saludar a su cuñado Jorge, por su cumpleaños. De inmediato, inició las gestiones para sacar a sus hijos del país. Camilo y Miguel salieron de la Argentina con dos militantes que se hicieron pasar por pareja. Susana Fantino, una compañera del Partido, simuló ser la madre de los niños, y tiempo después formó pareja con Julio. En 1980 tuvieron una hija a la que llamaron Florencia.

Mientras tanto, Nélida hacía todos los trámites posibles. Tocó contactos, políticos, religiosos, militares. Jamás consiguió nada por esa vía. Tampoco supo si buscaba un nieto o una nieta, sólo que debía haber nacido en febrero de 1977.

Miguel volvió por primera vez a la Argentina en 1985, cuando Nélida ya era secretaria de Abuelas. Fue cuando comprendió por qué su abuela estaba en Abuelas de Plaza de Mayo. En 1993 se radicó finalmente en Argentina y pudo reconstruir la historia de su familia. En 1995 Miguel se unió a HIJOS, tuvo la necesidad de buscar a su hermano o hermana, y fundó la comisión Hermanos que acompañaba la búsqueda de Abuelas.

El nieto 133 se acercó a Abuelas de manera espontánea. Fue anotado como hijo propio por un integrante de las fuerzas de seguridad y una enfermera, el 24 de marzo de 1977.

Desde joven, tuvo dudas de su identidad, fue criado como hijo único, con una hermana 20 años mayor que ya no vivía con ellos. Fue ella quien le confesó que no era hijo de quienes decían ser sus padres. En dos oportunidades, se enfrentó con el apropiador para saber la verdad, pero el hombre sostuvo siempre ser su padre biológico.

Luego de la presentación correspondiente en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), realizaron la investigación documental para, en abril de este año, realizarse el examen de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que confirmó su verdadera identidad».

El nieto 133 se reencontrará con sus hermanos y su padre

La cuenta oficial de Twitter de Abuelas comunicó que «el nieto 133 se encontrará con su hermano, su hermana, su papá y una familia enorme». Asimismo, Abuelas informó que Nélida a través de testimonios de sobrevivientes pudo confirmar que el embarazo de su hija siguió su curso.

«El mensaje traía implícito la determinación de que su hijo nacería y el pedido de que lo sigan buscando. Nélida nunca perdió las esperanzas», sostuvo de Carlotto. También resaltó la búsqueda de Nélida quien «recorrió el mundo buscando un método para identificar a los nietos y nietas» de los miles de detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.

«Entre detenidos, asesinados y exiliados los Santucho suman una veintena, diez de ellos aún desaparecidos y un niño buscado», continuó el comunicado leído por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. «Nélida pudo ver en él el legado de su lucha», expresó el documento vinculado a la búsqueda de Miguel «Tano» Santucho, quien hoy puede abrazar a su hermano.

Al respecto, el hermano del nieto recuperado expresó «bienvenido querido nieto sos un triunfo de nuestra democracia». «Es uno de los momentos más luminosos de mi vida. Me cuesta creer lo que estoy viviendo», dijo Miguel «Tano» Santucho.

Y agregó: «Mi mamá y mi abuela siguen viviendo en mí y en todas estas búsquedas. Me llena de un orgullo inconmensurable». Asimismo, Miguel expresó que pudo continuar la búsqueda gracias a su abuela pero advirtió que «no se puede sostener sin el acompañamiento de todos y todas, de la familia de Abuelas y la sociedad».

En tanto, el padre del nuevo nieto restituido, expresó: «Pienso que a pesar de lo duro que es, lo mejor que pude hacer fue decirle a los chicos la verdad: que su mamá no está por culpa de los militares». También reconoció a su hijo «porque él hizo todo lo posible por recuperar su identidad».