Por Laura Olocco. Comunicadora Social
Cuando buscamos en TikTok la palabra “tradwife” podemos encontrar contenido relacionado con platos preparados en casa y tortas recién horneadas. Pero… ¿Qué es el movimiento #Trad? Tras el escudo del hashtag, se entraña la proposición de un modelo de mujer sumisa, conforme y cuya principal motivación vital no se escape fuera de las paredes de su casa. Una de las referentes del fenómeno es Alena Kate Pettitt, fundadora del blog ‘The Darling Academy’. Servilismo, recetas de tartas de manzana, obediencia conyugal, críticas al feminismo «agresivo» o consejos sobre cómo vestirse para comer pizza y ‘no parecer demasiado lesbiana’ vertebran esta narrativa difundida a través de instrumentos como Tik Tok, Instagram, Twitter o Youtube.
Son las tradwife —mezcla de traditional y wife (tradicional y esposa), mujeres mayoritariamente blancas, de clase media-alta y normativas. Ponen una voz aguda al hablar y sonríen levemente mientras preparan una receta elaborada para un novio o un marido que volverá a casa a la noche. Mujeres con una estética que evoca a mediados del siglo pasado, aunque a veces con un toque más moderno y ligeramente sensual. En sus videos cocinan o cuidan la casa mientras hablan de lo bien que les sienta ese estilo de vida. “Te venden una fantasía a vos, que estás cansada de tu trabajo, y te dicen que la felicidad real pasa por esa feminidad rígida y la vuelta a la división sexual del trabajo”, analiza Silvia Díaz, socióloga y coautora del informe Jóvenes en la manosfera.
Los tres millones y medio de seguidores en TikTok de la influencer española RoRo están acostumbrados al guión de sus videos: su pareja le pide algo, ella lo concede, normalmente con una receta que lleva horas preparar, y su novio termina contento. A estos hombres les atrae la fantasía de la mujer que está hecha para él; no quieren una compañera de vida que les aporte, sino que les dé: quieren consumir su mano de obra y su cuerpo. Las tradwifes restauran el poder masculino patriarcal que se ha ido diluyendo en los últimos años.
Lo más sorprendente que se pueda decir acerca del #Tradwife, lo dicen las propias #tradwives: «Su esposo debe ser lo primero y él necesita saber que lo es», «es hora de despertarse con la suavidad femenina, la fachada de niña malvada malgasta», ¿el ideario de la Sección Femenina? No, les prometemos que pertenece al siglo XXI ¿El guión de ‘El cuento de la Criada’? Tampoco. Es verídico y está recién sacado de Tik Tok, Instagram, Twitter y Facebook.
Las tradwifes van muy a tono con un contexto berreta en el que se pone en discusión la falacia de la “libertad en peligro” y que la derecha repite una y otra vez. Como un perro que gira en círculos y persigue su propia cola, volvemos a los mismos lugares de siempre y las discusiones parecen sacadas de un sketch de Capusotto.
Sucede en Estados Unidos, en España, y en Argentina si bien no existen referentes equivalentes de este fenómeno, no deja de ser llamativo el retorno de estos valores y estéticas a nivel global y el crecimiento de la derecha libertaria en nuestro país. Las redes están revolucionadas con este tema y en tiktok hay más gente hablando de esto que del calentamiento global. Tiene sentido porque parece sacado de un cuento de terror y ni Margaret Atwood se atrevió a tanto.