Por Sandra Choroszczucha. PolitĂłloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires. www.sandrach.com.ar

Ayer Boca jugĂł la final de la Copa Libertadores y se sentĂ­a en las calles un clima de euforia, de emociĂłn profunda, desafiante, y hasta provocador, porque no solamente los hinchas de Boca se encontraban expectantes arengando para que su equipo triunfe, tambiĂ©n los hinchas de River o de otros equipos que suelen confrontar con Boca, esperaban expectantes que la azul y oro pierda. Y asĂ­ presenciamos un culto, una liturgia alrededor de un partido de fĂștbol donde pasiones encontradas y desencontradas confluyen.

ÂżLa polĂ­tica se parece al fĂștbol en la Argentina? Yo creo que sĂ­, Âżcuantas veces escuchamos decir a nuestros dirigentes polĂ­ticos mĂĄs moderados que hay que ponerle fin “al Boca-River en los asuntos polĂ­ticos”? Muchas. Y poner fin a esta competencia entrañable es poner fin a que la pasiĂłn desenfrenada en un juego de suma cero supere tantas veces a la sosegada razĂłn en un juego de “ganemos todos”.

Hoy nos encontramos a dos semanas de un ballotage que darĂĄ ganador al prĂłximo presidente de los argentinos, quien nos gobernarĂĄ desde el 10 de diciembre durante los prĂłximos cuatro años. Y de un lado encontramos a la fuerza oficialista, hoy denominada UniĂłn por la Patria, representada por el candidato Sergio Massa. Del otro lado encontramos a una fuerza nueva llamada La Libertad Avanza, representada por Javier Milei. La Libertad Avanza, al dĂ­a siguiente de la elecciĂłn general se reuniĂł con parte de la fuerza que perdiĂł y quedĂł fuera de la competencia para la segunda vuelta, Juntos por el Cambio. AsĂ­ trascendiĂł el encuentro entre Patricia Bullrich, Mauricio Macri y unos pocos “halcones” mĂĄs con unos pocos dirigentes mileistas para acordar el apoyo de Bullrich y Macri a Milei para el ballotage del 19 de noviembre.

¿Cuål fue la consigna del bullrichismo/macrismo durante toda la campaña? Terminar con el kirchnerismo. ¿Y esta fue hasta el momento la consigna de Milei y su fuerza libertaria? En parte, ya que terminar con un modelo extremadamente estatista hizo que Milei tantas veces critique sin piedad al kirchnerismo, pero al mismo tiempo Milei habló poco de CFK y sus causas penales, y cuestionó por momentos sin piedad a Juntos por el Cambio porque para él también eran casta. Sin embargo, post elecciones generales, al juntarse Milei con los duros del PRO, la casta pasó a ser el kirchnerismo (y también aquellos dirigentes políticos de otras fuerzas, incluso de Juntos por el Cambio, que no son antikirchneristas måxima pureza).

Y una pregunta que ya tiene respuesta ÂżCĂłmo le fue a Juntos por el Cambio, conducido por Bullrich en las elecciones generales? Le fue mal, por eso Juntos por el Cambio perdiĂł, se erigiĂł en la oposiciĂłn, y parte del PRO de Juntos por el Cambio se acercĂł para formar equipo con La Libertad Avanza de Milei.

Entonces, Âżno nos quedĂł claro que “el Boca-River” no sirve como estrategia de campaña 2023 ni como plataforma polĂ­tica en una Argentina donde el voto ya en las PASO se dividiĂł en tres tercios y los ciudadanos estĂĄn hartos de las peleas mientras sufren infinidad de faltas?

El kirchnerismo gobernĂł muy mal, en el Ășltimo gobierno de Cristina FernĂĄndez de Kirchner desde 2011 a 2015 y por eso en 2015 perdiĂł y ganĂł Cambiemos. Y gobernĂł horrible en estos años de un Frente de Todos presidido por Alberto FernĂĄndez, y con el candidato, Massa, que era anti kirchnerista, dejĂł de serlo y ahora no sabemos quĂ© es ni que serĂĄ, pero sĂ­ sabemos que su discurso que lo llevĂł a ganar parcialmente las elecciones del 22 de octubre es un discurso conciliador, de unidad, anti grieta.

Pregunto tambiĂ©n si no serĂĄ momento de admitir que, aunque un gobierno haya gobernado muy mal y mĂĄs tarde horrible, Âżalgunas medidas de gobierno fueron buenas o muy buenas? Cuando hoy asustan los kirchneristas/massistas a travĂ©s de una campaña sucia manifestando que si Milei gana sacarĂĄ derechos a los ciudadanos, Milei se defiende diciendo que no sacarĂĄ esos derechos, y algunos de esos derechos que dice que no sacarĂĄ fueron producto del gobierno kirchnerista, un gobierno que con alta frecuencia fue obscenamente corrupto, que con alta frecuencia pisoteĂł las instituciones de la repĂșblica pero que otorgĂł algunos derechos que hoy hasta el mismo Milei asegura que no los retirarĂĄ. Me pregunto si no estuvo bien instaurar el matrimonio igualitario o poner en funcionamiento la AsignaciĂłn Familiar por Hijo (AUH, que fue ideada por Elisa CarriĂł pero instaurada en un gobierno kirchnerista) y me pregunto esto porque muchos ciudadanos argentinos se preguntan esto.

El matrimonio igualitario implica igualdad de gĂ©nero ante la ley en uno de sus mĂĄximos exponentes. La AUH aplica para salarios que no superan determinado monto, salarios que pueden no alcanzar a cubrir necesidades elementales como las de costear salud, educaciĂłn y recreaciĂłn para niños y adolescentes en el hogar. ÂżAcaso estas medidas plasmadas en derechos no son generadoras de bienestar? Milei nos decĂ­a que no, pero ahora nos dice que sĂ­, y que no retirarĂĄ estos derechos, tal vez porque entendiĂł que todo lo que hizo el kirchnerismo no estĂĄ mal, y porque “el Boca-RIver” hizo que Juntos por el Cambio bullrichista pierda la elecciĂłn y que Massa en modo estadista, amigo hasta de sus enemigos, hizo que gane la elecciĂłn el 22 de octubre, a pesar de ser el ministro de economĂ­a de una Argentina cuasi hiperinflacionaria.

Boca ayer sintiĂł una pasiĂłn descomunal y River tambiĂ©n sintiĂł una pasiĂłn descomunal, en sentido contrario, y es futbol y asĂ­ funcionan las pasiones descomunales con un balĂłn definiendo resultados. Y, asĂ­ y todo, por esas pasiones descomunales demasiado descomunales, en Argentina hace años no pueden reunirse dos hinchadas en una misma cancha cada vez que se juega un partido de fĂștbol.

SerĂ­a sano y sanador que en Argentina las pasiones descomunales no se vayan de control para que dos hinchadas de futbol puedan volver a ir a una cancha para alentar a sus equipos, y serĂ­a sano y sanador que dos o mĂĄs fuerzas polĂ­ticas puedan convivir como adversarios, valorando lo bueno hecho por el otro y transformando lo malo hecho por el otro, y abandonar por fin esa pasiĂłn en extremo descomunal del amigo-enemigo, que destruye puentes y construye muros, muros que nos encierran y que no nos permiten ir mĂĄs allĂĄ de donde estamos, y donde estamos estamos mal, muy mal.