Este miércoles y jueves se concretó el Primer encuentro regional de Economía circular y bioeconomía. Entre los expositores estuvieron el profesor Arnaldo Soltermann, referente de gestión de tecnología de la Universidad Nacional de Río Cuarto; Juan Giaconne, de la Cámara de alimentos y bioenergías de soja de Córdoba (Cabiocor), y Jan Vaerum Norgaard, de la Aarhus University, de Dinamarca.

Arnaldo Soltermann reseñó que “la economía circular tiene su origen en los años ’70, cuando algunos economistas relacionaban procesos económicos con la biología y la termodinámica”. Dijo que se considera que “todo recurso es finito y degradable” y se asume que “todo proyecto económico es una continuidad de los biológicos”. Se plantea así “una acción de transformación” en la cual “debemos calcular no la mayor cantidad de dinero sino los mayores beneficios” para que “ciertas necesidades sean satisfechas con el menor costo ambiental posible”. Esto, remarcó el docente, “es muy distinto de la economía capitalista tradicional”.

En cuanto a la presentación del danés Norgaard, sintetizó que divulgó sus experiencias “orientadas a la producción de proteínas, ya sean de pastizales, estrellas de mar y otros organismos que ellos producen en granjas especiales”.

Otros temas que fueron abordados en el encuentro remitieron a la planta de tratamiento de aguas de la UNRC, al empleo de extractos de stevia para mejorar la inmunología en busca de reemplazar algunos antibióticos en pollos.

Juan Giaconne, de Cabiocor, sostuvo que según cómo se manejen los recursos naturales es factible simplemente extraer o agregar valor. Lo ejemplificó con la “producción primaria de soja” y aseveró que “la campaña pasada se cerró con 16 millones de toneladas de las cuales Córdoba procesa apenas el 22, 23 por ciento”; luego, “la potencialidad es muy alta” particularmente “si se hace un aprovechamiento industrial desde el segmento pyme. Por eso nos importa la difusión de nuestro sector como procesador industrial de la soja”.

En consonancia con el profesor Soltermann, Giaconne planteó que “la economía circular parte de entender que todo es parte de una cadena de valor que tiene un inicio, por ponerle un inicio, de la producción de granos. Y en la medida que con procesos industriales y sociales les agregamos valor, tenemos productos de mayor valor y generamos mano de obra, recursos para el Estado y demás”. Destacó que “Córdoba, especialmente en el interior profundo, tiene un alto potencial. Si a maíz, soja y trigo los convertimos en productos de mayor valor generaremos más empleo y al arraigo en el territorio sin sobrepoblar las ciudades”.