LA TRASTIENDA

El culto al hostigamiento como estrategia discursiva en la previa de la campaña electoral en la provincia.

No resulta novedad alguna que el ahora candidato a gobernador por Juntos por el Cambio, Luis Juez, apele a epítetos discursivos de baja estofa para calificar situaciones o personas. Es una característica a la que mal nos hemos acostumbrados quienes habitamos esta provincia, y circunstancialmente escuchamos y/o vemos sus desdichadas y recurrentes expresiones, que sin dudas, él -por el contrario-, debe considerar atinadas y frescas.

Veamos. En la semana que pasó, en lo que parecía un diálogo de matices políticos, en una entrevista en radio Cadena 3, se convirtió en un lanzallamas de impactantes dimensiones la siguiente definición: “La política está más preocupada si un dirigente es drogón que ladrón; qué me importa que te metés en la nariz; a mí, lo que me duele es lo que te metés en el bolsillo”, disparó en ese juego absurdo entre bromas y aires de suficiencia.

El senador Nacional respondió así, acerca del pedido de concejales del PJ para que los próximos candidatos en Córdoba Capital, se hagan una rinoscopia.

Una vez más, Juez había cruzado una línea no escrita, pero que, en el marco de la construcción de la necesaria convivencia política y el fortalecimiento del indispensable juego electoral en democracia, las y los principales líderes y referentes sean capaces de “correr el arco”, si; pero con la gente (los votantes) involucrada en los procesos políticos, y no asistiendo a un circo romano en decadencia, con leones y gladiadores de cera.

Los drogones y ladrones a los que aludió el candidato de JXC resultan boomerangs para la política en sí misma. Por una “chicana” en  absoluto vacío, carente de humor y picardía, como cree tener aún como dote el propio Juez, y peor aún, como eventual concepto del contexto político y social del momento.

Si nos adentramos por unos minutos en el apasionante espacio de la elaboración concienzuda de las campañas electorales profesionales, las primeras aproximaciones temáticas muestran que en nuestro país (sin ir más lejos) existe una ausencia significativa de diálogo político, aún en la diferencia, y como contra peso, un intersticio que se llena justamente con hostigamientos y ataques de cualquier índole.

A la carencia de ideas y aportes constructivos para el debate, se le contrapone una imperiosa necesidad de diferenciarse del otro, a como dé lugar. Así, se tensiona al electorado para definirse, en beneficio propio. Para ello hay que convencer ciudadanos y ciudadanas que “yo soy el bueno” y el otro es el malo. Surge con claridad, que el “estilo Juez”, trasciende largamente lo políticamente correcto, y abre –otra vez- interrogantes sobre su impacto real en la sociedad.

¿Será el modelo de hostigamiento y verborragia sin límites, el plan estratégico de la próxima campaña en Córdoba, que verá sus frutos con un triunfo electoral el 25 de junio?

Alguien presiona, más allá enfatizan, y por aquí se muestran.

Los relojes de arena que utilizaban los comandos de pre-campaña de las tribus justicialistas, se reconvirtieron ahora en marcadores digitales con displays de segundos y centésimas.

Usted, se preguntará, qué pavada es esa…

Es que comenzó abril, y con ello, se mira en el PJ de Córdoba el paso de los días en tiempo de descuento. Y ese derrotero en plazos, ahora transcurre mucho más rápido.

Una suerte de obsesión coyuntural ha impregnado a la mayoría del arco de sectores y referentes de Hacemos Por Córdoba: quién será la o el bendecido como candidato a vice para acompañar la cruzada del nominado Martín Llaryora.

Por estas horas, cruzando toda la información disponible en nuestro tablero de trabajo, concluimos en lo siguiente: alguien presiona, en otro rincón enfatizan, y por aquí se muestran.

No parece difícil ubicar los precandidatos en danza en cada adjetivación de acción.

Por eso, todo da cuenta que la senadora nacional Alejandra Vigo presiona con su entorno para ocupar el sitial en danza. Apela a cierto posicionamiento ganado en el escenario nacional, y al por ahora, largo brazo de su marido, el propio Juan Schiaretti.

Recorriendo varias regiones y localidades de la provincia, Natalia de la Sota, ha decidido enfatizar en sus declaraciones que tiene las condiciones para ser candidata a vice: “es el momento justo para el recambio generacional en nuestro espacio”, dijo días atrás, en la ciudad de Bell Ville. Con todo, ya se muestra como la opción de la renovación, que más temprano que tarde, sobrevendrá.

Y desde Río Cuarto, el intendente Juan Manuel Llamosas se muestra como el indicado para ser el número dos de la fórmula. Articula con  sectores e instituciones, se esfuerza en recoger adhesiones en localidades de la región, a pesar de recientes nubarrones internos, tiene una gestión municipal para mostrar, y cumple con el ítem de joven dirigente para subirse a la ola de trueque generacional.

Mientras los aludidos ajustan sus agendas para mejorar sus chances, dos aspectos puntuales marcan el ritmo de HCP para lo que se viene: 1- Serían unos 215 municipios y comunas que juntarán sus elecciones locales con las provinciales del 25 de junio (tal como anticipamos hace una semana, la mayoría del PJ), 2- Schiaretti y LLaryora ultiman detalles del arranque de una fuerte campaña conjunta, en una primera fase, con prioridad en pueblos y ciudades del interior provincial.

En Córdoba, el reloj digital apura a todos y todas.