La Cámara de Diputados convirtió en ley por 165 contra 4 votos el proyecto que promueve la aplicación del principio de paridad de género en las listas de candidatos a legisladores nacionales, con lo cual en las elecciones de renovación parlamentaria del 2019 la representación femenina subirá del 33 al 50 por ciento.
La incorporación de esta iniciativa votada el año pasado por el Senado fue sorpresiva ya que no estaba en el plan de labor diseñado los jefes de los bloques y su tratamiento fue forzado por las mujeres de todos los bloques que componen el cuerpo.
La diputada Victoria Donda impulsó la incorporación del dictamen de la comisión de Asuntos Constitucionales, que respaldada en forma inmediata por su par del Frente Renovador Graciela Camaño, mientras que la radical Karina Banfi se quejaba que como habían incluido este tema en el recinto de sesiones.
Banfi planteó que en su bloque “estamos a favor de la parida, pero no podemos traerlo por afuera del plan de labor” y señaló que “queremos un debate como corresponde porque no podemos permitir que nos vengan a manejar de manera capciosa la cámara a las dos de la mañana”.
Desde el massismo, Camaño convocó a sus colegas mujeres a repetir la hazaña del 1991 cuando las mujeres trabaron la discusión del presupuesto y obligaron a votar la ley de cupo femenino y en ese sentido recordó cuando “14 mujeres especulamos con el quórum y los obligábamos a sancionar esa ley que permitió que gran cantidad de mujeres estuviéramos acá”.
“No estamos haciendo ninguna locura estamos aprovechando este momento para sacar una ley histórica”, apuntó.
Efecto dominó
A medida que se sucedían las oradoras la propuesta iba teniendo respaldo no solo de las legisladoras mujeres opositoras sino de la propias diputadas de Cambiemos como Carla Carrizo y Brenda Austin que pidieron votar la ley de paridad de género.
La legisladora, socia política de Martín Lousteau, señaló que las mujeres del radicalismo “apoyamos la paridad y esto era un acuerdo con los colegas varones porque la idea es que se implemente en las próximas elecciones”.
Tras ser votada la incorporación del temario como último punto de la agenda hubo un segunda presión de las mujeres para que se vote en forma inmediata, lo que fue aceptado por el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, quien también apuró la votación en medio de la fuerte presión de las legisladores.
Así se llegó a la votación a libro cerrado y el proyecto cosechó 165 contra 4 votos de la izquierda con lo cual se convirtió en ley, en medio de los festejos de las diputadas que aplaudían y se sacaban fotos, que en forma veloz subieron a la red social Twitter bajo el lema sesión histórica-paridad de género.
Fuente: La Voz