Por Fidel Ontivero
Las alternativas de Cristina Fernández de Kirchner para el juego electoral de 2027 son variadas, pero el destino judicial parece tener un solo destino, la condena.
Ayer lunes hicieron transcender llamativamente los detalles de una cena en cercanías de Ezeiza realizada el sábado por la noche. Del encuentro participaron el grupo de intendentes del conurbano y algunos legisladores ultra K. Cristina a la cabeza de la mesa y su hijo Máximo haciendo de controler temático. De ahí salió el trascendido que la Jefa habría expresado “estoy para jugar fuerte”, quizás con la intención de inquietar a los 45 intendentes que la están desafiando y acompañan en la jugada a Axel Kicillof.
La escalada de esa pelea de fondo entre Axel y CFK, tuvo un segundo turno cuando cruzaron declaraciones radiales la senadora provincial Teresa García y el ministro de Gobierno de la provincia “Carli” Bianco. Lejos están de hablarle a los votantes sobre proyectos de gobierno, sólo se dan mensajes cifrados con destino a los intendentes Jorge Ferraresi (de Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada) dos recontra convencidos de las bondades del actual gobernador y martingalas para otros dubitativos como Mariano Cascallares (Alt. Brown) y Fernando Moreira (San Martín), también para otros que intentan emular la figura de Cardenal Antonio Samoré, como el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.
El mismo sábado por la noche se cerraban las listas en CABA, distrito que parece tener más interés del habitual y pone en la grilla de partida a figuras más resonantes de los desconocidos dirigentes que hoy ocupan las bancas de la legislatura. 17 frentes electorales para renovar 30 escaños. En la elección del 18 de mayo se verá quien gana, aunque sea por menos y quien traiciona más. Fuertes fueron las presiones de Mauricio Macri para armar una lista ultra competitiva. Sabía Mauricio, que tendría que competir por un electorado similar con su viejo socio político Horacio Rodríguez Larreta que tomó como eje la floja gestión del Jefe de Gobierno, su primo Jorge Macri.
También hubo aprietes de la Casa Rosada para que Ramiro Marra no compita, resultado inverso. Y como si fuera poco, luego de haberle ofrecido el lugar 14 en la lista de LLA el diputado Oscar Zago decidió mover las estanterías y desempolvar el sello del MID invitando al DT Caruso Lombardi a encabezar.
En el peronismo porteño, las presiones tampoco surtieron efecto. Las hubo sobre el armado de la lista de Juan Manuel Abal Medina que con Carolina Papaleo de compañera de lista molesta al armado de las orgas K que encabeza Leandro Santoro. Y también las hubo sobre Guillermo Moreno quien hace meses repetía en todas partes que “venían bien” las conversaciones con la líder del Instituto Patria (CFK). Resultado negativo, hace semanas que los apoderados de Valores y Principios preparaban la lista para competir con el coreano Alejandro Kim como cabeza. Peronismo snob con llegada a los jóvenes y de profusa relación con la línea de pensamiento Papa Francisco.
Dentro de este torbellino de traiciones y reboleo de candidaturas, alguna mente lúcida consideró, que también la elección de CABA puede servir como una encuesta de cara a la nacional de octubre, y que de ser un resultado muy favorable para el peronismo CFK podría disputar sorpresivamente por una banca en el Senado Nacional. En el otro extremo del arco político, queda abierta la posibilidad que Mauricio Macri aparezca compitiendo por una diputación nacional por Córdoba donde conserva 40 puntos de imagen positiva, decisión que vendría del malestar creciente con Javier Milei y la falta de acuerdo de los dirigentes de la UCR con Luis Juez y el PRO.
Todos escenarios que se irán dilucidando con el transitar de los meses de cara al cierre de las listas nacionales en agosto.