Un equipo de investigación del INTA, del Conicet y de la Universidad de Buenos Aires avanza en el desarrollo de un producto biológico para controlar un hongo que produce micotoxinas que afectan a los granos almacenados. Lo novedoso del proyecto es que permitirå reemplazar o sinergizar la acción de los productos sintéticos ya existentes en el mercado.

Millones de toneladas de cereales sufren algĂșn tipo de deterioro por la acciĂłn de hongos que ocasionan pĂ©rdidas de rendimiento y alteraciones en la calidad de los granos, lo que deriva en graves daños econĂłmicos. Entre ellos se encuentra Aspergillus flavus, un hongo filamentoso y saprĂłfito, cuya colonizaciĂłn se produce principalmente en granos de cereales y semillas oleaginosas una vez cosechados.

Esta situaciĂłn llevĂł a que un equipo de investigadores integrado por especialistas del INTA —Instituto de PatobiologĂ­a Veterinaria, Instituto de Suelos e Instituto de TecnologĂ­a de Alimentos—, del Instituto de BotĂĄnica Darwinion (Conicet/Ancefyn) y de la Facultad de Farmacia y BioquĂ­mica de la UBA, se enfoque en la bĂșsqueda de nuevas alternativas.

AsĂ­ surgiĂł el proyecto que propone el desarrollo de un bioinsumo o fungicida natural originado a partir de un extracto de una planta nativa denominada Peltophorum dubium (conocida comĂșnmente como IbirĂĄ pitĂĄ).

“Los hongos son organismos ubicuos, son capaces de adaptarse y sobrevivir a situaciones de extrema desventaja”, indicĂł LucĂ­a Di Ciaccio, investigadora del Instituto de PatobiologĂ­a Veterinaria del INTA-Conicet, y agregĂł: “El gĂ©nero Aspergillus estĂĄ presente en el ambiente, en producciones agrĂ­colas y en cultivos y, en condiciones propicias, producen micotoxinas que derivan en enfermedades y en pĂ©rdidas econĂłmicas”.


“El Aspergillus flavus tiene la capacidad de crecer en diferentes sustratos y bajo una amplia gama de condiciones, pero en especial durante el almacenamiento”, explicĂł RenĂ©e Fortunato, directora del Instituto Darwinion, quien señalĂł que los granos, una vez cosechados, contienen una abundante carga de esporas provenientes del campo que se mantienen durante el transporte y en el momento de almacenamiento.

“Si las condiciones en el almacenamiento no son las adecuadas, se puede producir el deterioro del grano y formarse micotoxinas, como las denominadas aflatoxinas”, explicó Fortunato. En esa línea, puntualizó que “estas toxinas son conocidas por su alta toxicidad, tanto para humanos como para animales, ya que pueden causar alteraciones funcionales, bioquímicas o morfológicas”.

Por esto, las estrategias de prevenciĂłn incluyen un estricto control de las condiciones ambientales durante el manejo de la postcosecha y, ocasionalmente, en el uso de sustancias antifĂșngicas durante perĂ­odos crĂ­ticos en el cultivo y durante el almacenamiento o transporte.

Debido a diferentes factores, solo se dispone de unos pocos agentes antifĂșngicos, ya sea porque han desarrollado resistencia o por la apariciĂłn de hongos llamados reemergentes o tambiĂ©n porque son demasiado tĂłxicos para el huĂ©sped y provocan efectos secundarios no deseados. Esta situaciĂłn llevĂł a que en las Ășltimas dĂ©cadas se promuevan diferentes investigaciones destinadas al estudio de extractos de plantas como alternativa para su control.

AsĂ­ surge el proyecto de investigaciĂłn del INTA sobre una especie nativa, Peltophorum dubium (nombre comĂșn: Ibira pitĂĄ). El estudio se enfocĂł en la caracterizaciĂłn de la especie y los extractos vegetales derivados, como asĂ­ tambiĂ©n en ensayos de evaluaciĂłn de los extractos vegetales de Peltophorum dubium para controlar hongos productores de micotoxinas, como el Aspegillus flavus en el almacenamiento de granos de cultivos comerciales como el maĂ­z.

“A travĂ©s de diferentes estudios, pudimos identificar un extracto vegetal que tenĂ­a actividad antifĂșngica frente a Aspergillus flavus”, indicĂł Di Ciaccio, quien detallĂł que estudiaron las hojas de este ĂĄrbol nativo del norte del paĂ­s, de la familia de las Fabaceae.

“Los datos obtenidos en distintos bioensayos que fueron llevados a cabo de manera in vitro, indican que el extracto tiene actividad antifĂșngica frente a Aspergillus flavus”, afirmĂł la investigadora del INTA, y describiĂł que la actividad es mĂĄs bien del tipo fungistĂĄtica, ya que inhibe el crecimiento y desarrollo del hongo y que, ademĂĄs, su sitio de acciĂłn es predominante en la pared de las cĂ©lulas fĂșngicas.

Por otra parte, Di Ciaccio señalĂł: “El extracto vegetal tiene la particularidad de conservar su actividad antifĂșngica, tanto en el material colectado en la zona donde es nativo (regiĂłn chaqueña) como en el material de zonas donde ha sido introducido (regiĂłn pampeana), aunque es mucho mĂĄs promisoria la detectada en el material de donde es nativa”.

Mediante diversas tinciones, se observaron al microscopio Ăłptico cambios en la morfologĂ­a de las cĂ©lulas fĂșngicas cuando el extracto vegetal estĂĄ presente, confirmando el efecto. AdemĂĄs, se realizĂł una caracterizaciĂłn fitoquĂ­mica donde se pudo determinar que los flavonoides serĂ­an los metabolitos responsables de dicha bioactividad.

“El siguiente paso en la investigaciĂłn es lograr el desarrollo de un prototipo que pueda ser transferible al sector agroindustrial, en el segmento que se dedica a la postcosecha de granos, ĂĄrea en la cual existe una gran demanda de nuevos productos antifĂșngicos”, agregĂł la investigadora.

AdemĂĄs, “se propone fomentar el manejo econĂłmico productivo y sustentable del material o recurso vegetal con inclusiĂłn social, contemplando a su vez, la conservaciĂłn de las poblaciones del recurso genĂ©tico silvestre y su hĂĄbitat, lo cual otorga valor a la flora nativa del paĂ­s y el desarrollo regional”, puntualizĂł, por su parte, Fortunato.

De acuerdo con Di Ciaccio, “esta propuesta serĂĄ transferible al sector agroindustrial con implicancias directas e indirectas de beneficios tanto para la salud humana y animal como al medioambiente. El producto podrĂĄ utilizarse en forma directa y tambiĂ©n, sumar actividades (sinergismo) con otros antifĂșngicos sintĂ©ticos existentes en el mercado”.